La patronal representa actualmente a un millón de pequeñas y medianas empresas, así como autónomos. Los jóvenes son un pilar fundamental para esta patronal como demustra Joves Empresaris
Tras analizar, en anteriores ediciones, a las diferentes formaciones políticas y a los sindicatos -mayoritarios y minoritarios-, el mes pasado abrimos el turno de las patronales con AEBALL. En el décimo capítulo de Radiografía al Poder, es el turno de PIMEC.
Con chaqué, encorbatado, fondón, con un puro y con chistera. Todos estos elementos siguen formando el estereotipo que la sociedad tiene de los empresarios. Y del estereotipo se derivan los posibles prejuicios que pueda generar este marco mental alrededor de la figura del empresario, pese a que difícilmente se le pueda aplicar a más del 90% del tejido empresarial del Baix Llobregat y de Cataluña. Panaderos, mecánicos, fontaneros, electricistas, cristaleros. También muchos arquitectos, ingenieros, diseñadores, programadores, farmacéuticos… Ellos también son empresarios; los empresarios sin chistera.
PIMEC en cifras
PIMEC, por sus siglas en catalán de la ‘Petita i Mitjana Empresa de Catalunya’, es la patronal que engloba a la micro, pequeña y mediana empresa (hasta 249 trabajadores y hasta 50 millones de euros de facturación), así como a una gran cantidad de autónomos en Cataluña. De hecho, son el peso fuerte de la asociación empresarial. PIMEC representa ya a un millón de entidades jurídicas (890.000 autónomos y 110.000 pymes aproximadamente) por asociación directa como a través de gremios y otras asociaciones.
En lo referente a la comarca -una de las primeras en tener patronal territorial, incluso antes del final de la dictadura de Franco y, por tanto, con empresarios encontrándose en la clandestinidad en la década de los sesenta-, el Baix Llobregat representa alrededor de un 15% de estos datos, porcentaje muy significativo del total. Y es que antes que PIMEC, en el Baix Llobregat, la actual patronal tuvo el precedente de Sefes (Sociedad de Estudios Financieros, Económicos y Sociales), creada en 1976 para actuar jurídicamente solo en el Baix Llobregat. La entonces Sefes, que pertenecía a Fomento del Trabajo Nacional, se fue desvinculando para ampliar su ámbito de actuación a toda Cataluña y, de hecho, acabó uniéndose a PIMEC en 1997. Nacía Pimec-Sefes hasta 2003, cuando cae el nombre y queda la actual patronal para las micros y pymes de Cataluña.
Desde sus inicios, PIMEC ha ido expandiendo sus ramas y raíces en el complejo entramado empresarial de las pymes como muestran sus actuales cifras: PIMEC cuenta actualmente con 112.000 asociados, consta en 303 mesas de representatividad y tiene una sólida estructura como organización con 513 empresarios en los órganos de decisión, 430 trabajadores y colaboradores y 14 sedes y delegaciones en toda Cataluña, una de ellas en Sant Feliu de Llobregat.
De la mano de los ayuntamientos
En la dicotomía entre pequeña y grande empresa, en la lucha entre David y Goliat, en contra de lo que dice la leyenda, parece que el gigante se sigue llevando la mayor parte del pastel en las decisiones gubernamentales, sobre todo, de las Autonomías y del Estado, según el presidente de PIMEC Baix Llobregat y L’Hospitalet, Ramón Pons.
No hay ‘honda’ que valga todavía, manteniendo la analogía bíblica, pero sí una buena relación entre la patronal y la administración local, aliado fundamental para ayudar a este colectivo: “Al estar tan cerca de las pymes y los autónomos, conocemos de primera mano sus necesidades y esto se puede compartir con los equipos de Promoción Económica de los ayuntamientos que, a la vez, también están en contacto con las pymes. Al ser tan próximos a este tejido productivo, la sintonía es muy superior que no con la Generalitat y el Gobierno español”, comenta Ramón Pons. “Hay una falta de sensibilidad por las pymes. Las grandes empresas están muy protegidas por el poder. Eso se entiende porque, si te fijas, muchos de los ex ministros de Aznar y Zapatero están colocados en la gran industria”.
PIMEC ha encontrado en los ayuntamientos el mejor aliado en la defensa de la pequeña y la mediana empresa, relación que se pone de manifiesto en el encuentro anual que celebran con los 31 alcaldes del Baix Llobregat y L’Hospitalet, además de concejales de promoción económica y otros departamentos. Con el objetivo de discutir el día a día, esta reunión pone encima de la mesa las principales líneas estratégicas de la patronal: mejorar la financiación, ayudar verdaderamente al emprendedor y al empresario o luchar contra la morosidad. “Se aprobó una ley en consonancia con la ley europea para pagar, las administraciones a treinta días y las empresas a sesenta”, comenta Pons, para él, uno de los logros de la patronal. En este sentido, PIMEC ha sacado, recientemente, el compromiso del ministro Montoro de luchar contra la morosidad. No obstante, la ley continúa sin régimen sancionador: “La verdad es que la ley la están cumpliendo casi todas las administraciones locales y muchas pymes; los únicos que se escapan son las administraciones autonómicas y las grandes empresas del Ibex. Una ley sin un régimen sancionador no sirve de nada”.
La apuesta por los jóvenes
Además de toda la gama de secciones territoriales, de las distintas sectoriales de PIMEC y de los autónomos, ‘Joves Empresaris’ se ha convertido en otro pilar fundamental de los cimientos de la patronal.
El Baix Llobregat y L’Hospitalet cuenta, des de hace dos años aproximadamente, con la sección territorial de ‘Joves Empresaris’, para representar a aquellos empresarios de menos de 42 años. “Cuando creamos PIMEC Joves, lo hicimos con la sensación de que existía una necesidad, una falta, un vacío. Nos preocupaba el hecho de que más del 50% de los jóvenes de este país estuvieran en paro”, explica el presidente de PIMEC Joves del Baix Llobregat y L’Hospitalet, Guillermo Muñoz. Y añade: “no lo podemos plantear como algo estructural”.
Emprender se ha convertido en una especie de moda que ayuda a los gobernantes a reducir las listas del paro por la vía fácil. Muñoz lo tiene claro: “Que de ser emprendedor a empresario hay un paso, eso es falso. El 70% de los emprendedores que intentan montar su empresa fracasan. Es la prueba de que no es tan fácil”.
No ayuda, en este sentido, la negativa cultura del fracaso de este país. Pero los motivos del fracaso suelen ser más tangibles. Las vías de financiación son, todavía, insuficientes según Guillermo Muñoz, quien defiende incentivar y bonificar a las entidades de crédito. También para los jóvenes, la administración local vuelve a ser una aliada. “En los planes de empleo te financian, por ejemplo, el 50% o el 100% de las cuotas del IRPF o te financian el Salario Mínimo Interprofesional de algún trabajador durante un año…” Le planteamos algunas opiniones de jóvenes empresarios que aseguran que también son medidas de “cara a la galería” y que luego los requisitos restringen y dificultan mucho las ayudas. Según Guillermo Muñoz, “hay una voluntad real por parte de las administraciones locales para que estas líneas de crédito lleguen. Necesitamos fomentar esto y creo que en el Baix Llobregat se está haciendo”.
Más allá de lo económico, al final lo que decantará el éxito o no de la empresa es su proyecto. En este sentido, Joves Empresaris de PIMEC pone a disposición de los socios expertos que analizan los proyectos para corregir, enmendar y mejorar la propuesta. Esto, sumado a las vías de formación e inserción y otros innumerables servicios de la patronal, ha convertido a PIMEC en una entidad que va más allá de su actuación como ‘lobby’.
“Siempre se niegan”
A lo largo de la historia de esta patronal, con su precedente de Sefes, no todo ha sido color de rosas. Ya por la idiosincrasia de la comarca, punta de lanza de la lucha antifranquista, obrera por definición y la más industrializada del país, la patronal ha tenido que ir encontrando su espacio en un entorno a priori hostil. No tanto, eso sí, como cuando se reunían los empresarios del Baix Llobregat en la clandestinidad, durante los últimos años de dictadura franquista, para evitar el paraguas del Sindicato Vertical.
Ya en democracia, el episodio de Baldomero Tamames, fundador de Sefes en el Baix Llobregat, salpicó a la entonces coalición Pimec-Sefes. Denunciado por 11 colaboradores de sus empresas y admitidas las querellas a trámite, en 1998, por delito de estafa y apropiación indebida, Tamames acabó preso en La Modelo, donde se suicidó un año después, con 47 años.
Finalmente, en 2003, cayó el nombre de Sefes de la marca PIMEC y, de manera paralela, nuevos intentos de fusión se han ido produciendo; en concreto, entre Fomento del Trabajo y PIMEC. Hasta en tres ocasiones –todas ellas con resultado fallido- han intentado el pacto. “En las tres veces el proceso estaba bastante avanzado, pero el problema es que debajo de Fomento cuelgan una serie de patronales. […] En cada territorio habría que unir las dos patronales y ahí es donde las diferentes empresas de Fomento, que tienen su independencia jurídica y sus intereses, porque para algunos es su forma de vida, pues hay una resistencia. Nosotros no tenemos ningún ingreso de PIMEC. Siempre lo han tumbado el pacto estas territoriales de Fomento”, critica Ramón Pons, que defiende tal como hizo AEBALL una patronal para la gran empresa y otra para las pymes. En este sentido, Pons cree que tendría que haber más unión entre patronales, como Comisiones Obreras y UGT “que van de la mano”. En cualquier caso, según él, nunca se producirá esta fusión.