Opinió

Un hospital no hace Sanidad

Miguel-Angel Ibáñez | Miércoles 23 de julio de 2014

Tras más de 10 años esperando su ampliación y tras pasar a depender del de Bellvitge, el consejero de sanidad aseguró a principios de junio que el hospital de Viladecans mantendrá su cartera de servicios actual y que su ampliación y mejora es la primera de las inversiones previstas por la Generalidad.



Una buena notica, sin duda, pero un hospital no hace Sanidad.

Que la Sanidad catalana está en caída libre nadie, salvo los afectos al régimen independentista, se atreve a negar pues aunque desde el departamento de Salud se diga que los recortes no afectan a la calidad asistencial, la realidad se impone y las listas de espera, aunque se procuren amañar, son enormes.

En este contexto el fin de semana de San Juan se vivió un conato de sublevación en el Hospital de Bellvitge (con 260 camas “cerradas”) donde siguen cerrando unidades pese al colapso de Urgencias y a múltiples derivaciones de pacientes a centros concertados. Ese viernes, 20 usuarios y trabajadores de dicho hospital, hartos de esta desvergüenza se plantaron en la unidad 12.1 e impidieron que se llevara a cabo su cierre; al día siguiente la Dirección decidió cerrar la unidad 9.1 aprovechando que era puente… pero la gente acudió y tampoco lograron cerrarla.

Y es que el ciudadano de a pie, está harto de que CiU apoyado por ERC haya situado a Cataluña como una de las Comunidades con menor presupuesto sanitario por habitante (la 13 de 17) la misma posición que en gasto farmacéutico por persona y casi la misma en presupuesto para atención primaria (la 11 de 17) además de ser la Comunidad que gasta más dinero público en sanidad privada: 2.450 millones de euros al año que se concentran en muy pocas manos creando prácticamente un monopolio en el mercado privado y que explican la recomendación que del Consejero Boi Ruiz a los catalanes de “contratar pólizas con una Mutua privada”.

Con todo lo anterior la pregunta es inevitable: ¿quién gana con todo esto? Y la respuesta bastante sencilla: los propietarios, casi en monopolio, de la sanidad privada concertada con el CatSalut.... la respuesta a la otra pregunta de ¿Quién pierde? También es sencilla: los ciudadanos, las personas de a pie que seguimos pagando impuestos y cada vez tenemos peores servicios sanitarios.

Menos mal que el Sr. Mas nos conducirá, de la mano de ERC, al paraíso de una Cataluña independiente que entonces sí, podrán gobernar completamente a su antojo y hacer de la sanidad un lujo para ricos.