El Polígono Famades, entre L’Hospitalet y Cornellà, es desde hace años el núcleo del ocio nocturno de la comarca
Cada sábado, en el Polígono Famades se congregan más de 3.000 jóvenes en busca de diversión. Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana disuaden de broncas y del consumo de alcohol entre los conductores
El polígono Famades es el epicentro de la “fiesta” en el Baix LLobragat. Discotecas como Mambo, Capitolio o la conocida Malalts de Festa congregan a más de 3.000 jóvenes cada fin de semana. El área de mayor concentración de la movida noctura en la comarca está situada a caballo de los términos municipales de Cornellà de Llobregat y el barrio Centro de la ciudad de L’Hospitalet.
Tamaña concentración de hormonas en ebullición convierte a Can Famades en una zona dada a altercados y jaleos. Por esa razón la policía opta por extremar las precauciones. Durante todos los sábados por la noche, los Mossos d’Escuadra, tanto los adscritos a la comisaría de Cornellà como los de L’Hospitalet, patrullan el área de ocio. Dos coches de la Guàrdia Urbana y dos de los Mossos d’Esquadra, se mantienen de guardia en el polígono Famades a partir de algo más de la medianoche.
Entrada la madrugada y previa a la hora del cierre de los locales, el despliegue policial se intensifica. Es el momento en que dos dispositivos de ARRO (Áreas Regionales de Recursos Operativos), que no están adscritos a ninguna comisaria, flanquean la calle del Coure con la intención de prohibir el paso a los automóviles y de esta manera, facilitar a los usuarios de las discotecas una salida del local más tranquila.
Garantizar la seguridad de los clientes“Nuestra función principal es garantizar la seguridad tanto de los clientes como de los vecinos”, comenta el subinspector Jordi Benítez, jefe de Seguridad Ciudadana de la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Cornellà. “El dispositivo del polígono se inicia porque la zona de ocio entra en conflicto con el descanso vecinal”, añade el subinspector. Ante cualquier aviso, la prioridad policial es atender a las personas, y luego los bienes e inmuebles.
La hora punta llega a partir de las 5.30 de la madrugada, cuando se inicia el desalojo de las discotecas y todos los clientes empiezan a salir a la calle. Daniel Tribuzio, controlador y portero de la discoteca Malalts de Festa, asegura que gracias a la colaboración de los Mossos d’Esquadra y de la Guardia Urbana, que montan dispositivos todas las noches, el numero de altercados se ha reducido.
Ni ebrios ni agresivosRespecto a los efectos de la crisis, el portero comenta que no se nota mucho. “Al ser un público muy joven, de 18 a 20 años, buscan por todos los medios los 10 euros para salir de fiesta”. No todo el mundo puede entrar en la discoteca, ya que los controladores se encargan de filtrar a los clientes, que no deben ser agresivos, han de comportarse correctamente, ir vestidos y sin estar bebidos.
El horario de los Mossos depende de la unidad a la que estén adscritos. Normalmente, hay tres turnos que se solapan para no dejar ninguna franja horaria libre. De 6 de la mañana a 2 del mediodía, de 2 del mediodía a 10 de la noche y de 10 de la noche a 6 de la mañana. De esta manera siempre hay presencia policial en la calle.
Controles de alcoholemia
Otro aspecto importante son los controles de alcoholemia. Muchos jóvenes no son conscientes del peligro que supone conducir bajo los efectos del alcohol y deciden volver a casa en sus vehículos. Los Mossos hacen lo se llama “visuales”, es decir, dejarse ver por la zona para que los jóvenes estén alertados y no se atrevan a coger el coche. Como dice la propia policía, lo importante es disuadir, no sancionar. Hace unos meses entró en vigor la nueva normativa que agrava las multas y las sanciones, tanto penales como administrativas. Ahora, las multas alcanzan los 1.000 euros y la retirada de 4 a 6 puntos del carnet de conducir.
Cuando alguien da positivo en el control de alcoholemia, la policía le inmoviliza el vehículo y el conductor, pasado cierto tiempo, debe volver a realizar la prueba para comprobar que ya no está bajo los efectos del alcohol.
Hay ocasiones en que los clientes de las discotecas no salen en sus mejores condiciones. En esos momentos, la policía se encarga de llamar al servicio de emergencias para que el afectado reciba asistencia primaria. Si no es suficiente, se le traslada a un centro hospitalario para que mejore su estado.
El control de los “afters”
Existe otro tipo de ocio nocturno que se sale del propio horario de las discotecas. Se trata de los “afters”. Según los Mossos d’Esquadra, lo importante es localizar estos locales, visualizarlos y controlarlos, ya que hay propietarios que invierten gran cantidad de dinero para insonorizar las salas. De esta manera, son clandestinos e ilegales. Así que el trabajo de los Mossos consiste en controlar que no haya ningún tráfico ni locales ilegales.