Cornellà es la ciudad con mayor población de la comarca
La reducción del gasto permite al consistorio aumentar el superávit pese a la pérdida de 13 millones en ingresos. Los socialistas sacrifican las inversiones y aplican una política de contención general a cambio de sanear las cuentas
“A quien cuida la peseta nunca le falta un duro” o “quien ahorra una peseta cuando puede, tiene un duro cuando quiere” o “quien gana cuatro y gasta cinco, nunca tendrá un real en el bolsillo”. Ya lo decían las abuelas, obsesionadas con el ahorro de la antigua moneda. ¡Sabio refranero popular! Sin embargo, parece ser que preferimos otras expresiones más ociosas como “dinero en la bolsa, hasta que no se gasta no se goza”. Nos hemos acostumbrado tanto a actitudes como esta que, en estas dos últimas décadas, hemos gastado –sin fondo- hasta lo que no estaba en la bolsa. ¿Cuántas veces habremos escuchado en estos terribles siete años “el haber gastado lo que no teníamos, el vivir por encima de nuestras posibilidades?
Tras Sant Boi de Llobregat y Torrelles, volvemos ‘al cole’ con una nueva entrega del Dossier de Transparencia, en el cual repasamos los números de los ayuntamientos de la comarca del 2010 al 2012. Del análisis al pequeño municipio ‘cerecero’ pasamos a la ciudad más poblada del Baix Llobregat: Cornellà. Ha sido considerada paradigma, ejemplo, una ‘rara avis’ dentro del mar de instituciones locales, comarcales, provinciales, autonómicas, estatales, supranacionales… administraciones que gastaron lo que no tenían. El motivo, sus cuentas saneadas con una deuda viva muy reducida, según el informe, gracias a una importante reducción del gasto que compensa la reducción de los ingresos.
Trece millones menosLos ingresos marcan la política presupuestaria de cualquier administración y cualquier variación en el cajón afecta a la columna vertebral del ayuntamiento. Tal y como se expone en la tabla, los ingresos totales (corrientes, de capital y financieros) cayeron hasta trece millones de euros en apenas dos años (2010-2012): Cornellà pasó de ingresar 93.745.606 euros a 80.737.356 en estos dos ejercicios, dándose la caída más importante en el último año.
Uno de los principales motivos fue la pronunciada caída de las transferencias de capital (las instituciones cerraron el grifo, según el consistorio, en un 100% por parte del Estado y en un 95’98% la Generalitat) que pasaron de superar los 14’5 millones a no llegar a los 3’5 en 2012. Por otro lado, la transmisión de los ingresos por impuestos indirectos (que dependen del Estado: IVA, impuestos sobre alcohol, tabaco, gasolina, cesión del IRPF…) disminuyeron en un 50%, por tanto, a la mitad. De hecho, los impuestos directos han pasado a ser el gran sustento del Ayuntamiento de Cornellà, ahora con diferencia: más allá de la cuantía económica, que asciende ligeramente, en porcentaje ha pasado a representar del 37 al 47% del total de ingresos, casi la mitad. “Estas cifras lo que nos confirman es que en nuestra ciudad han disminuido los ingresos provenientes de otras administraciones en mayor medida que en otras”, expone Sergio Fernández, teniente de alcalde y concejal delegado del área de Economía e Interior. Este apartado (impuestos directos) y los ingresos por transferencias corrientes (30%) son la principal fuente de recaudación de la ciudad con un 87% del total.
Paradójicamente, durante estos años, Cornellà consiguió mantener las cifras en verde con un superávit que fue a más. El Ayuntamiento llegó a cerrar en 2012 con 5.408.959 euros de beneficio, 18.751.808 € si hablamos del superávit corriente (diferencia entre la liquidación de ingresos y gastos corrientes; es decir, gastos recurrentes como personal, bienes y servicios, gastos financieros y transferencias corrientes).
¿Excesivo recorte? En este juego de balanzas, la respuesta del gobierno socialista de Antoni Balmón a la caída de los ingresos fue una reducción abrupta del gasto municipal en 2012. Cornellà pasó de gastar 89.100.035 euros en 2010 a 75.328.397 en el último año analizado. Esta caída de 13.771.638 euros responde a la disminución de las partidas en gasto de personal (-2.364.390 euros), gasto en bienes corrientes y servicios (-3.721.154 euros), pero, sobre todo, a la caída de las inversiones. “El decremento de los gastos se produce, sobre todo, por una disminución de las Inversiones que viene derivada de la finalización del programa Fons Estatal per a l’Ocupació i Sostenibilitat Local, que permitió la construcción de infraestructuras en nuestra ciudad”, comenta Fernández. Según el edil, este fondo estatal permitió la construcción de la Biblioteca en el distrito de San Idelfonso, una Escuela Oficial de Idiomas, un Centro Cívico, una ludotecas en el Parc Esportiu del Llobregat, huertos urbanos… “Una vez finalizado este programa, el nivel de inversión pasó a ser similar al de años anteriores”.
Si en 2010, la ciudad invirtió más de 17’5 millones de euros, en 2012 no llegaba a los cuatro millones. De hecho, si el gasto en inversiones representaba un 20% del total en 2010, dos años después su porcentaje no pasaría del 5%. Este descenso aún es más visible mostrando los datos per cápita que también pueden encontrar en las siguientes tablas: si en 2010, a cada cornellanense le correspondía aportar 200 euros en inversiones, en el 2012 la cifra cayó a menos de 45 euros por cada uno de los ciudadanos. Matizamos: Cornellà se quedó casi sin inversión real, como mínimo de manera directa.
Y es que, se produce durante estos años un aumento de las transferencias de capital (aportaciones a otras instituciones y entidades para la realización de inversiones reales), con un pico notable en el año 2011, en el que se llegó a los 17.853.266 euros transferidos, frente a los casi siete millones del anterior ejercicio. El 2012 vuelve a caer este apartado a los 7.963.426 euros.
Cornellà baja la mediaUn ejercicio muy representativo es la comparación del municipio con sus homólogos de la provincia; es decir, los municipios del mismo grupo poblacional. En este caso, estamos hablando de las ciudades con entre 50.001 y 100.000 habitantes, como es Cornellà con 87.458 ciudadanos, según los datos de 2012. En total, en la provincia de Barcelona hay 82 ayuntamientos de este grupo y, observando los datos, Cornellà baja la media de gasto en gran parte de los apartados analizados en el Informe de Liquidación de Presupuestos.
Siguiendo con el orden de la enumeración que hacíamos en párrafos anteriores en referencia al gasto, per cápita, de 2012, cada cornellanense paga 282’10 euros al año por el personal de su ayuntamiento, frente a los 322 de media; 266’90 euros por gastos en bienes corrientes y servicios (alumbrado, agua, limpieza, recogida de basuras, mantenimiento de colegios y cuidado de parques y jardines), casi 100 euros menos que la media de los que son de su tipo; y, como decíamos, 44’70 euros por persona en inversiones reales, cuando lo normal es que se gasten 135 euros de media.
Datos similares encontramos en los apartados de gastos en transferencias corrientes (ayudas y subvenciones a otras instituciones y personas), financieros (intereses y otros gastos financieros como deuda pública, préstamos, etc.) o pasivos financieros (amortización y devolución de préstamos contratados, deuda pública, depósitos y fianzas). Tan solo sube la media en lo que se refiere a las transferencias de capital, con 91’1 euros por cada ciudadano frente a los 16 euros que suele ser habitual; y en gastos en activos financieros (préstamos y adelantos a funcionarios, adquisición de deuda, obligaciones, bonos, acciones y otros).
Gastos por programasSi acercamos aún más la lupa sobre los gastos del Ayuntamiento de Cornellà y los concretamos en su clasificación por programas, el resultado es, como no podía ser de otra manera, de curvas descendientes en todos los casos. En coherencia con la política de contención que hemos explicado con los datos referentes a los gastos generales, Cornellà vio disminuido las cuentas en todos los programas analizados. Hablamos de los gastos en servicios públicos básicos (seguridad y movilidad, ciudadanía, vivienda y urbanismo, bienestar y medio ambiente) que cayeron 3.418.882 euros del 2010 al 2012, pese al ligero repunte del 2011; o, por ejemplo, del programa que recoge las Actuaciones de Protección y Promoción Social. Sorprende este apartado especialmente (programa centrado en los servicios sociales, en la promoción social y el fomento del empleo) que, pese al difícil contexto social y laboral, disminuye también su partida en millón y medio por año. En este sentido, según Fernández, “el gasto en políticas de ciudadanía, cultura, educación, deportes, juventud, en políticas de familia y en políticas sociales no sólo no disminuyó si no que se incrementó, como por ejemplo, las políticas ocupacionales municipales aumentaron en el año 2012 más de un 50% supliendo el recorte iniciado por otras administraciones”.
Misma curva para los gastos en producción de bienes públicos de carácter preferente (sanidad, educación, cultura y deporte) que queda en 2012 con una partida de 15.410.805 euros, tres millones menos que en 2010; para los gastos en actuaciones de carácter económico, así como para las actuaciones de carácter general. Por lo que se refiere a su representatividad porcentual, los servicios públicos básicos ganan peso (más 2%) y llegan a ocupar el 41% del total de gasto siendo este programa el más caro para el Ayuntamiento.
Le sigue las actuaciones de carácter general con un 24% y las de carácter preferente con un 20%. Esta tricotomía ya significa el 85% del total, con lo que el resto representa una parte prácticamente residual: protección y promoción social (9%), de carácter económico (4%) y de liquidación de deuda pública (2%).
Deuda viva insignificanteToda esta estrategia de contención que hemos venido desgranando, que ha comportado una reducción notable del gasto público en coherencia con la disminución de los ingresos, tiene que ver con este apartado denominado ‘Deuda viva’. Cornellà mantuvo, durante los tres años analizados, la deuda viva en unas cifras admirables: 9.838.000 € en 2010, 8.099.000 € en 2011 y 10.390.000 € en el 2012. En valores per cápita, cada cornellanense debe de media unos 100 euros, frente a los 700 que suelen deber los ciudadanos de municipios similares. “La política municipal siempre ha sido la de mantener una economía saneada y no estirar más el brazo que la manga para no incurrir en situaciones que nos hubieran llevado a tener que realizar planes de saneamiento económico como en otras administraciones […] No se ha priorizado una reducción del gasto a cambio de tener unas cuentas saneadas, si no que la política ha sido ofrecer unas cuentas saneadas con un mantenimiento del gasto corriente”, explica el teniente de alcalde.
Cabe aclarar, por eso, que este concepto de deuda viva se refiere a las deudas con cajas y bancos relativas a créditos financieros, valores de renta fija y préstamos o créditos transferidos a terceros. No contempla, por tanto, la deuda de carácter comercial con proveedores y acreedores ni con otras entidades públicas. En este sentido, otro elemento importante a tener en cuenta es la deuda pública. Cornellà dedicó tan solo un 2% del total de gasto del 2011 y del 2012 (un 3% en el 2010) en la liquidación anual de deuda pública con la Administración Pública.
En total, menos de dos millones de euros en 2012, lo que deja una deuda pública insignificante de 20 euros por cada ciudadano, prácticamente, una quinta parte de lo habitual. Estos dos ítems hacen pensar que las cuentas públicas del Ayuntamiento de Cornellà disfrutan de buena salud, como mínimo, durante estos tres años analizados.
La gestión municipal ha sabido mantener el equilibrio entre ingresos y gastos pero, obviamente, con unos sacrificios que indudablemente habrán afectado en el bienestar de la ciudadanía. Será turno del ciudadano valorar si la prioridad que escogió el gobierno municipal era la prioridad de los vecinos de Cornellà.
*El informe, con un breve cuestionario, fue enviado al principal partido de la oposición. Al cierre de esta edición no recibimos respuesta.