Cultura

“Hielo”, primera novela de David Aliaga

Joan Carles Valero | Viernes 12 de diciembre de 2014
Tras el éxito de crítica del libro de relatos “Inercia gris”, el autor de L’Hospitalet publica su cuarto libro, una historia de amor y desamor al límite

Dar cuenta de las novedades editoriales de escritores de L’Hospitalet y el Baix Llobregat es nuestra misión como medio local y comarcal. Pero cuando el autor es además uno de los colaboradores de El Llobregat, a la obligación se une el sentimiento de celebración y orgullo de esta familia que hace posible esta experiencia de prensa de proximidad. David Aliaga, crítico literario de esta publicación y autor de la sección “Con las manos manchadas de tinta”, acaba de debutar como novelista con “Hielo”, de Paralelo Sur Ediciones.

La primera incursión en la novela es el cuarto libro de Aliaga, periodista y escritor nacido hace sólo 25 en L’Hospitalet. El año pasado publicó “Inercia gris” (Editorial Base), un libro ramillete de trece cuentos-perlas, algunas negras, otras gris clarito, narraciones cortas que adquieren una redondez minimalista en cuanto a los efectos que provoca en el lector. Ahora, Aliaga regala a sus lectores “Hielo”, una historia de amor y desamor de cuatro personajes puestos al límite por un hecho trágico que les obliga a enfrentarse a sí mismos, al peso de la culpa, a los fantasmas del pasado y la necesidad de olvidar. De nuevo, personajes-icebergs a la deriva en medio de sus travesías vitales, digna continuación de este heredero del minimalismo y la eficacia del realismo sucio de Raymond Carver y Hemingway.

Con la misma edad de Charles Dickens, Aliaga publicó hace dos años su primer ensayo dedicado al autor de “Oliver Twits” o “David Copperfield”. Un libro que aborda la obra de Dickens, pero no desde su faceta de novelista social del realismo, sino en la menos conocida de escritor que salpicaba su obra de elementos sobrenaturales, fantasmagóricos… El autor de L’Hospitalet aborda en “Los fantasmas de Dickens” (Editorial Base, 2012) su primer ensayo de crítica literaria para estudiar la relación del autor inglés con fenómenos paranormales como los fantasmas, la precognición, la combustión humana espontánea… y analiza su reflejo en obras como “Canción de Navidad”, cuya edición en catalán ha sido otro de los trabajos de Aliaga, como en el caso de “El fantasma de Canerville”, de Oscar Wilde (Editorial Base, 2013)

David Aliaga realizó su primera incursión literaria hace cuatro años con “50th Yard. El sueño de Bobby Wistle”, en el que narra el conflicto interior de un muchacho de clase obrera que lucha por alcanzar sus sueños en un mundo que invita a la rendición y el acomodo. La de Bobby es la historia de alguien que no está dispuesto a resignarse, a aceptar aquello que se le imponga y que peleará por sus sueños hasta su último aliento. Una pelea vital que en Aliaga arrancó temprano, cuando su abuelo Pedro le puso en sus infantiles manos un libro tras otro hasta despertar en él una pasión por la literatura por la que ahora transita su vida. En “Hielo”, Aliaga sumerge a sus criaturas en el inquietante y opresivo mundo de horizontes coagulados y noches gélidas para mejor diseccionar con su agudo bisturí las razones últimas que obligan al ser humano a actuar, los oscuros límites del amor, el peso de la responsabilidad y de la culpa, y la necesidad del olvido.

El realismo “sucio” en “Hielgo”
El argumento del libro debut como novelista de Aliaga parte de la historia de un hombre que llega huyendo al extremo norte de Islandia, de un enfermero de Reykiavik que se enfrenta a una terrible acusación, de una mujer que transita por sus días esquivando los vacíos que la hostigan mientras su hijo se refugia en el ruido destructivo del black metal. Cuatro personajes que conducen a los lectores por los paisajes helados de Islandia enfrentados a un hecho que les ha condenado a verse desnudos frente al espejo. “Hielo” narra los días en que estos personajes son obligados a hacer frente al dolor de saber, el riesgo de decidir, a la necesidad de preservar las mentiras y afrontar la desazón que les produce la verdad.

Con un estilo en la línea tanto del realismo “sucio” de Richard Ford como del minimalismo y la sobriedad de Raymond Carver y de Hemingway, David Aliaga nos cuenta a lo largo de 113 páginas la vida de cuatro personas “normales” unidas por ese acontecimiento terrible, que determina sus vidas, y sus diferentes formas de afrontarlo. Una historia fragmentaria en la que los distintos personajes se alternan para tejer una trama misteriosa y sugerente a través de la cual el lector va descubriendo, a medida que avanza el relato, sus motivaciones, sus miedos, sus profundas contradicciones. Al finalizar su lectura, no queda más remedio que detenerse unos para reflexionar sobre lo leído. ¡Buen provecho!