Banco de Alimentos, Premio Aguas Bravas
Martes 20 de enero de 2015
Es el principal éxito de la Fundación Banco de Alimentos: ha puesto en el centro del debate a la pobreza y a la injusticia social. Y lo han hecho con solidaridad, con la mayor protesta pacífica que el dar alimento y cobertura a infinidad de ciudadanos en situación de vulnerabilidad.
La Fundación ha sido el escaparate de una realidad a veces tapada, a veces subestimada, mientras la pobreza se hacía hueco entre los conciudadanos del primer mundo. Él éxito de su proyecto vertebrador, el ‘Gran Recapte d’Aliments’, ha hecho, por otro lado, que sean el ejemplo a seguir por muchas otras entidades, pequeñas y grandes, que se han lanzado a organizar campañas de recogida de alimentos para cederlas a familias en situación de riesgo de exclusión social.
Pese a que ha ganado protagonismo en estos últimos años, el primer Banco de Alimentos de España se fundó en 1987, precisamente, en Barcelona. Pionero a nivel estatal, tiene sede en la capital catalana pero también tiene presencia en el Baix con una oficina en Mercabarna, además del almacén de 2.000 metros cuadrados cedidos por el ZAL en la Zona Franca.
Esto le permite llevar a cabo, además del Gran Recapte, otras campañas como ‘La fam no fa vacances’, en verano, o el Tió Solidari, en Navidad, para engordar los almacenes de la entidad y, por tanto, la ayuda a estas familias necesitadas.
Actualmente, el Banco de Alimentos cuenta con 334 entidades benéficas receptoras, a través de las cuales se llega a los ciudadanos. Entidades privadas, de iniciativa social, sin ánimo de lucro y que comparten esta lucha contra el despilfarro y el hambre más cercana. Lucha que se ha ganado el apoyo de centenares y miles de voluntarios que día a día y año a año ofrecen su mano solidaria. III