Lluis M Estruch | Jueves 26 de febrero de 2015
En Ceuta/Melilla cada día, negros vallistas insisten en trepar las vallas que les vetan: la venta y el trabajo ocasional, hasta el guiño de las europeas.
En los Ayuntamientos empieza la carrera de vallas de las elecciones del 24 de mayo de 2015. Hay necesidad de cambio, de reforma, muchos necesitan hasta más.
Sin embargo, tras 35 años monocolores, los socialistas sanboyanos, afrontan los comicios comparados con los que advinieron la República: sin autocrítica. ¿Ganarán? A pesar del reflujo votante y de su indefinición ante Mas. ¿Esperan con rojas cifras de deuda municipal, continuar con ferias, fiestas y grescas? Y amparar a pobres de tierras lejanas, mientras los nuestros penan con la solidaridad familiar. El Marianao cubano con los acuerdos USA prosperará pronto, antes que al nuestro salir de su creciente penuria.
Recuerden el Parc Agrari, salvado por el Consorcio de las recalificaciones municipales: Chatarras, Parkings Picasal, y la fábrica maloliente de desechos cárnicos, que hedía nuestra atmósfera, cerrada por la protesta de payeses y Alcampo; sus ruinas son testigo del urbanismo que con la nave Azkar, saca pecho. El Ateneo arruinado, junto al Ayuntamiento es la otra gran prueba. ¿Y la gatera mortal del Gater? Vemos flores a su última víctima.
La oposición, constata que tal vez los socialistas cuenten ya con -3000 votos- que por razones de empleo, proveedores, y otros, den su voto al PSC. Por ello se apuntará raso para recobrar el tono libre y municipalista que desde los romanos, asegura el gobierno local a candidatos de magros recursos, pero capaces de reanimar la ciudad, rebajar su paro y mantener un urbanismo a escala humana: no a medida del poderoso.
La valla a salvar en esta gran carrera será: el desánimo y la inercia con los actuales gestores. Voten a otros, simplemente: ganarán con el cambio. Seguro, ciudadanos. III