Agosto es una buena época para que los niños se inicien en aventuras sobre el tablero de la mano de un cuento que tiene como protagonista el ajedrez.
El ajedrez lo practican en el mundo 650 millones de personas. Es un juego de estrategia en estado puro que llega a consumir grandes dosis de glucosa al obligar a que nuestro principal músculo, el cerebro, rinda al máximo. También es táctica, paciencia, talento, concentración, mentalidad, actitud y planificación. Su valor como herramienta pedagógica está reconocida por la Unesco, que recomienda su introducción en los programas escolares porque enseña a pensar y genera hábitos positivos en los escolares. Así lo hacen en varios colegios del Prat, ciudad donde se estrenó en 2019 el torneo El Llobregat Open Chess, el de mayor nivel celebrado ese año en España.
La próxima edición se celebrará del 30 de noviembre al 8 de diciembre en Castelldefels con más de 25.000 euros en premios, y ayer estaban inscritos 47 jugadores de 21 países, en su mayoría maestros internacionales y grandes maestros. La organización ha anunciado la presencia del campeón del mundo Anatoli Karpov, el que más torneos ha ganado en la historia.
También promocionará el torneo Anna Muzychuk, gran maestra que ganó notoriedad en 2017 cuando se negó a jugar en Arabia Saudí «por principios» en defensa de las mujeres y perdió la posibilidad de renovar su título de campeona mundial.
Este deporte vive un momento de realce entre los jóvenes tras el éxito ‘Gambito de dama’. De ahí que RBA haya lanzado el primer álbum ilustrado para niños ‘Viaje al país del ajedrez’, de Shia Green con ilustraciones de Patri de Pedro.
Agosto es una buena época para que los niños se inicien en aventuras sobre el tablero de la mano de un cuento que tiene como protagonista el ajedrez. Descubrirán un hermoso juego mientras aprenden a elaborar estrategias, tomar decisiones y desarrollar la concentración y la observación. En el mercado no existía hasta ahora un cuento sobre este deporte dirigido al público infantil y que explicara a la vez sus normas básicas. Una jugada maestra para los padres.
Fuente: ABC