Nistal Mayorga pintó la verdad y se encontró con el ajedrez

Uno de los encantos del ajedrez es el sutil y poderoso hilo de plata con el que nos espeja en diferentes disciplinas. El juego-ciencia está presente en los planos de Ridley Scott, en las notas de las óperas de Philidor y en los renglones de Stefan Zweig, así como en tantas otras muestras de lo divino que habita en el ser humano. Es tentador dejarnos seducir el alma por el rey de los juegos; conviene preguntarnos si nos acompaña como divertimento exquisito o si estamos condenados a recrear nuestra existencia en un damero. Les propongo, pues, que se busquen en el ajedrecista que persigue la belleza, en el que ama la victoria, en el que quiere divertirse, en el guardián de la verdad o en el compañero que tiende puentes de amistad.

El Llobregat Open Chess Tournament es un torneo singular, pues además de acoger a las mentes más poderosas del ajedrez alberga diferentes actividades paralelas. Entre ellas, esta pasada edición ha destacado una exposición de 21 litografías de la pintora Nistal Mayorga. La polifacética artista leonesa afincada en Bilbao ha usado la técnica de la acuarela para retratar a los campeones mundiales, la sagrada estirpe de jugadores que ha plantado las semillas de ideas por siempre fértiles.

La exposición, que lleva por título “Miradas de campeones” (análogo al libro que publicó en 2022), nos invita al diálogo silente con los Bobby Fischer, Anatoli Kárpov y Garri Kaspárov que han tenido días de gloria para luego ver que alguien más joven y fuerte se apoderaba de su reino. La historia del más duro de los deportes se forja en claroscuros, pues es sabido que en el ajedrez el error penaliza más que lo que bonifica el acierto. Y, tal vez por eso, cada día lo amamos más.

El modo en que los campeones retratados por Nistal nos devuelven la mirada no deja a nadie indiferente. Cada historia humana tiene sus misterios, así como los tiempos que les tocan vivir a los campeones tienen sus códigos. Steinitz tuvo que convivir con la enfermedad mental, Lasker sufrió la pobreza extrema, es imposible desligar a Alekhine del yugo nazi; Anand es un líder moral, Krámnik es hijo del arte bohemio, Carlsen es un exitoso empresario. Los campeones, al mirarnos desde las litografías, hunden sus dedos en nuestros cabellos a sabiendas de que en sus hechos están nuestras angustias y nuestros sueños.

Esta dialéctica ajedrezada de Nistal Mayorga surgió en 2016, cuando por mediación del GM Txelu Fernández realizó una colección de 30 óleos y una acuarela que se exhiben permanentemente en el Club Deportivo de Ajedrez Alferza Tenerife. Para ello contó con el apoyo de CajaCanarias. Tras el paso de los cuadros como exposición itinerante por otras ciudades, nuestro editor, Xavier Pérez Llorca, consiguió que los aficionados que se acercasen al Llobregat Open Chess Tournament pudiesen deleitarse con su exhibición en Sant Boi de Llobregat el pasado noviembre.

El talento de Nistal Mayorga con los pinceles no se reduce a nuestras fronteras. Los cuadros están resonando en el entorno global del juego-ciencia, por lo que en enero viajaron junto a la pintora en dirección a Estados Unidos. El emblemático Club Marshall de Nueva York, coincidiendo con los festejos de Año Nuevo, ha vestido sus paredes con las litografías y, además, ha presentado el más reciente retrato: el del actual campeón mundial, Ding Liren. En palabras de Beatriz Marinello, comisaria de la exposición: “(…) El arte de Nistal se caracteriza por su frescura y pasión, destacando que los ojos son el espejo del alma, y el ajedrez, para todos los amantes de este juego, llega directo al corazón”.

Y no sólo a EE. UU. han llegado los cuadros, sino que su periplo es amplio y sigue haciéndose, puesto que en Cuba también se interesaron en ellos. A principios de mayo llegaron a la isla, donde fueron recibidos en primera instancia en La Habana, con motivo del prestigioso Memorial Capablanca. Allí, a Nistal Mayorga le hicieron el honor de llevar su retrato de Capablanca a la tumba del célebre jugador cubano de orígenes catalanes, al que se le rindió un sentido homenaje, como es tradicional por esas fechas. Después, a mediados de mes, la exposición se trasladó a Santa Clara. ¿Les confiamos una emotiva circunstancia? La pintora donó tres obras al pueblo cubano, que permanecerán expuestas en los palacios del ajedrez de ambas ciudades.

Con todo, el viaje de “Miradas de campeones” no acaba en Cuba. El pasado jueves 23, los cuadros aterrizaron en Colombia, de manera que la exposición ha formado parte de los eventos del Torneo Continental de Medellín. Nota para los lectores/as más avezados: guárdennos el secreto, pero sabemos de buena tinta que Nistal Mayorga y sus retratos han sido invitados a la cena de conmemoración del centenario de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).

Por Jorge I. Aguadero Casado, jefe de redacción de Peón de Rey.

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