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24 de diciembre de 2024
Opinió > José Ángel Carcelén
El calendario oficial de fiestas laborales en Cataluña para el año 2025 introduce una interesante novedad: un décimo tercer día festivo de carácter recuperable.
La historia del trabajo es la historia de una lucha por la mejora de las condiciones en las que ese trabajo se realiza. Una lucha que en las sociedades occidentales toma un impulso definitivo a mediados del siglo XIX y que actuando siempre como contrapunto de los grandes ciclos económicos ha continuado hasta nuestros días.
Aunque con alguna excepción, es tendencia general en las sociedades occidentales el paulatino descenso de la tasa de natalidad.
Qué quieres estudiar? ¿A qué te gustaría dedicarte en el futuro? Hubo un tiempo en el que para dar respuesta a esas preguntas se recurría casi siempre al tópico “ciencias o letras”, así de simple.
No cabe duda de que si algo caracteriza nuestro tiempo es la enorme expansión de la experiencia digital. Todos y todas somos habitantes de esa galaxia on line que no parece conocer límites: nuestra vida diaria transcurre literalmente entre pantallas.
Ante la convocatoria de elecciones al Parlament de Catalunya del próximo 12 de mayo, es necesario reafirmarnos en el valor de la política como instrumento al servicio del bien común.
Distribuidos entre todas las categorías, cada fin de semana se celebran en torno a 5.000 partidos de fútbol en Catalunya.
Cada año, nuestro país sucumbe al embrujo de la Semana Santa.
La crisis económica que estalló en 2008 asestó un duro golpe a los recursos que se destinaban a la salud pública.
Vaticinar cómo será el año que acabamos de estrenar supone antes que nada mirar de frente a los importantes desafíos que tenemos delante a nivel global.
No cabe duda de que el proceso de mercantilización de la Navidad se ha acelerado en los últimos años.
En los últimos tiempos estamos asistiendo a un importante aumento de episodios de violencia cometidos por jóvenes, en algunos casos menores de edad.
Este tiempo nuestro de ruido en las redes, instrumentalizaciones partidistas y escasa responsabilidad compartida es terreno abonado para el debate que nos ocupa.
El informe 2023 sobre tecnología y educación de la UNESCO ha alimentado un falso debate: allá donde este organismo internacional alerta sobre el papel de las empresas tecnológicas o sobre la exclusión digital, algunas lecturas interesadas han creído ver una recomendación de prohibir los móviles en las aulas.
Unas inesperadas elecciones generales nos aguardan justo antes de las vacaciones estivales.
En los momentos difíciles vemos las reacciones más humanas y primarias de las personas. Los que pensamos que vivimos en comunidad y que nuestra felicidad pasa por el bienestar comunitario, ponemos nuestros valores de solidaridad, fraternidad, generosidad, colaboración, vocación y entrega a las personas vulnerable por encima de todo y no diré en contraposición a qué valores y actitudes, son polémicas vanas que no nos aportan nada como sociedad.
Finalmente habrá elecciones. No es fácil para quien ha ganado unas elecciones tener que volver a convocarlas. Pero el bloqueo permanente de unos y la ambición personalista de otros lo han hecho inevitable.
Sant Boi ha fet de la salut un dels seus eixos estratègics, configurant-se com una ciutat sostenible i saludable, gràcies a la seva qualitat de l’aire i la preservació del seu entorn forestal, fluvial i agrari.
El passat diumenge 26 de maig els ciutadans i ciutadanes de Sant Boi ens van donar el seu suport majoritari per continuar construint el Sant Boi que estimem. Aquest ampli suport ens encoratja per seguir treballant com fins ara, amb il·lusió, humilitat, honestedat i sempre al costat de la gent.
El 26 de mayo tendremos la oportunidad de decidir el futuro de nuestra ciudad.
En apenas dos meses, los y las españoles vamos a tener tres citas con las urnas (algunas comunidades autónomas tendrán otra). Citas que nos van a permitir decidir quiénes van a ser nuestros representantes políticos en el Parlamento europeo, en el Congreso de los Diputados, en el Senado y en los gobiernos locales.
Escribo este artículo horas antes de que en Sant Boi celebremos el Pleno municipal de febrero. Quedan menos de 100 días para las elecciones municipales y europeas.
Un dels fets més diferencials de Sant Boi és el seu entorn natural i forestal. El 66% del nostre municipi és entorn natural i forestal. No es baladí que la nostra ciutat sigui una espècie de pulmó verd al bell mig de l’àrea metropolitana de Barcelona.
Fa massa temps que el Govern de Catalunya s’ha oblidat de les necessitats de la ciutadania.
Hace unas semanas el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmaba desde Colombia, que estaba convencido que Podemos apoyaría la propuesta de presupuestos para el 2019 de su Gobierno.
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Alas puertas de unas nuevas elecciones municipales siempre es recomendable, e incluso terapéutico, recordar lo que está en juego en cada cita electoral: nada más y nada menos que refrendar a través del buen gobierno la confianza que la ciudadanía ha depositado en la formación o coalición política ganadora.
Apremiados por el cambio climático y la obligada apuesta por hábitos más saludables, estamos asistiendo a una transformación sin precedentes de la movilidad en las ciudades.
El Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA 2022-2026) se aprobará dentro de pocos días en el consejo de ministros sin incluir la inversión de 1.700 millones que había previsto Aena para la construcción de una tercera pista en el aeropuerto de Barcelona.
La pandemia provocó que durante el 2020 el turismo de proximidad alcanzase registros nunca vistos, pero lo que a priori era un fenómeno dictado por circunstancias excepcionales se ha convertido en tendencia.
La pobreza ha remontado a lomos de la pandemia y ha agudizado problemáticas sociales que, si bien en diferente grado, afectan a un buen número de capitales europeas.
Hoy ya es una opinión unánime que el futuro de las ciudades pasa por adoptar sin demora los valores emergentes y los compromisos de las nuevas agendas urbanas. Más si cabe después de que la pandemia haya puesto de relieve la urgente necesidad de repensar la ciudad desde una perspectiva global.
La democracia hay que defenderla día a día. Somos una de las 20 democracias consolidadas en el mundo y hemos visto como la de los EE.UU ha estado en riesgo por el populismo. Un populismo reaccionario, de todo signo, que nos ataca con tres armas.
La semana pasada hemos asistido y participado en los diferentes actos programados en ocasión del Día Internacional contra la Violencia de Género (25N). Emociones contrapuestas: de un lado, pesadumbre al comprobar que la lacra continúa, exacerbada e invisibilizada en muchos casos por la pandemia; de otro, esperanza al observar que cada año se suman más hombres a la reivindicación de la tolerancia cero a toda forma de violencia ejercida contra la mujer. Hombres que, bajo el paraguas de esta semana de conmemoraciones, no solo se muestran cómplices con la causa, sino que se sienten libres para manifestarse al margen de los estereotipos de la masculinidad tradicional dominante. Hombres valientes.
Los indicadores económicos europeos vuelven a perder fuerza desde septiembre, coincidiendo con la segunda ola del virus. La pandemia sigue poniendo a prueba a un continente cuya historia está jalonada por guerras y crisis a las que, a la manera de un péndulo, se suceden períodos de paz, progreso y conquistas esenciales para los derechos humanos.
Ya se van conociendo los indicadores macroeconómicos sobre los terribles efectos que la pandemia está teniendo sobre la economía española: según el Instituto Nacional de Empleo (INE), la producción se desplomó un 17,8% en el segundo trimestre del año mientras la inversión y el empleo en horas trabajadas cayeron en torno al 22%.
Una de las principales enseñanzas de la crisis de la CoVid19 es que los problemas complejos requieren soluciones complejas.
Con preocupación observo que ante un problema real de gran magnitud como la pandemia que nos está afectando, se siguen anteponiendo los intereses partidistas al interés general.
Finalment ja tenim govern a Madrid. En l’únic que en principi ens podem alegrar d’aquesta situació és que s’acaba el període d’interinitat que servia d’excusa al govern en funcions del PP per a no donar resposta a algunes de les exigències dels agents socials i dels governs locals.
Aquests han estat uns dies molt difícils per al socialisme espanyol. Després d’uns nous resultats electorals dolents a Galícia i Euskadi, han aflorat discrepàncies profundes en la manera d’afrontar el futur del PSOE que han acabat amb la dimissió de Pedro Sánchez com a Secretari General.
E l Partido Popular ha ganado las elecciones gracias a la fragmentación de la izquierda. La estrategia del PP y de todo su entorno mediático ha sido dinamitar la alternativa de izquierdas y alimentar las opciones de posibilidad de gobierno de Podemos para captar el voto del miedo.
Vivimos en una sociedad plural. Económica, social, cultural e ideológicamente diversa. Eso es lo que nos muestra el resultado de las últimas elecciones: un parlamento fragmentado, en el que -y esto es importante- las lógicas tradicionales no suman mayorías.
Els municipis de Sant Boi, Viladecans, Gavà i Castelldefels vam ajuntar fa unes setmanes les nostres veus per reclamar a la Generalitat de Catalunya i al govern de l’Estat mesures inajornables en el transport públic de les quatre poblacions.
La millora del servei de transport públic ferroviari a Sant Boi esdevé una de les principals demandes ciutadanes a Sant Boi, així com una prioritat política històrica.
Los regidores del Ayuntamiento de Sant Boi somos ante todo representantes de la ciudadanía pero también responsables políticos. Hay regidores que piensan que se puede hacer política con el todo vale y cuando se actúa de una manera irresponsable se deja de tener esa condición.
És obvi que estem vivint i assistint uns moments d’intensa activitat política i institucional, on sembla que res està escrit, que res es pot preveure i que no podem acabar de tancar la nostra capacitat de sorpresa.
El próximo día 27 de septiembre debemos responder una pregunta, ¿Qué modelo de sociedad queremos para Cataluña?
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La aprobación provisional del proyecto de trazado de terminación de las obras de la variante C-245 supone atisbar la consumación de una de las infraestructuras más largamente esperadas y más reivindicadas por la ciudadanía de Sant Boi, vital también para la movilidad en nuestra comarca.
Mientras el turismo y la restauración caminan hacia una normalidad plenas, la vacunación masiva está haciendo posible, aunque con limitaciones, la reanudación de la actividad del ocio nocturno, uno de los sectores junto al de la cultura (con la música en directo a la cabeza) más penalizados por las medidas de prevención frente al virus.
Más quizá que en otros ámbitos, la generosidad en política tiene que ver con la gestión del propio ego, con la virtud de mantenerlo a raya no solo en las circunstancias adversas sino sobre todo cuando los vientos son favorables.
Hace ya tiempo que se abandonó la práctica por la cual un operador privado o un poder público ejecutaban grandes proyectos urbanísticos o de infraestructuras de manera discrecional. Afortunadamente ese tiempo pasó, y en la actualidad es impensable que una actuación relevante sobre el territorio se lleve a cabo sin las preceptivas consideraciones medioambientales y, en muchos casos, sin un proceso de participación ciudadana previo.
La toma de decisiones en el ámbito de las políticas públicas requiere siempre de un adecuado marco territorial.
La crisi econòmica que ens ha colpejat en aquests darrers anys ha tingut com a conseqüència la desaparició d’empreses i comerços, la pèrdua de llocs de treball i l’increment de la desigualtat a les nostres ciutats.
E l próximo 26 de junio volveremos a celebrar unas elecciones generales ante la incapacidad de alcanzar un acuerdo de gobierno en estos últimos meses.
Parece una eternidad pero solo han pasado cuatro años desde que el Partido Popular ganó las elecciones generales.
En el pasado debate de investidura, quedó manifiesto que Artur Mas está dispuesto a cualquier cosa por seguir de presidente. Ahora de golpe tiene una repentina conciencia social y un discurso supuestamente de izquierdas.
El resultado de las pasadas elecciones al Parlament ha dejado en Catalunya un escenario de máxima preocupación: la mitad de la población votó a favor de la independencia y la otra mitad por diferentes opciones.
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