20 de noviembre de 2024
|
Si el vermut es el rey de los vinos aromatizados, el Museo del Vermut de Reus es el monarca de los museos dedicados a los licores. Lo sea o no -que no vamos a entrar ahora en valoraciones tan profundas- el Museo del Vermut de Reus sí es El Museo de la ciudad tarraconense. A él encaminan sus pasos los amantes de este brebaje recuperado para placer de las gargantas hipster en los últimos años. Tanto dentro como fuera de España hay muchos vermuts y, sin duda, muy buenos. Pero – no me lo negarán- Reus es cuna y tierra de algunos de los mejores vinos especiados del país.
Primero reflexionemos. ¿Retox es lo opuesto a Detox? Las dudas me asaltaban al enfrentarme a uno de los mejores brunch de Barcelona ahora mismo. Si una comida, dieta -o lo que se tercie – es detox, reza contra ingredientes calóricos, grasas saturadas y otras cosificaciones del mal culinario. ¿Entonces, lo de retox simboliza la vuelta al mundo de la contundencia? ¿ al pecado carnal del huevo frito? ¿Soy yo o ya era hora?
A Coruña no solo son centollas –que también-. Este pasado fin de semana la ciudad de cristal, acogía la III edición de Boucatise Coruña, la cita gastronómica con el bocata gourmet. La cita sirve para que un buen puñado de restauradores locales homenajeen a la más humilde de las comidas -esa que solo necesita dos trozos de pan e imaginación por delante- pero en tierra de mariscadas. Si el dicho reza “mientras Vigo trabaja, Santiago reza y A Coruña festeja”, para que haya fiesta, ha de haber comida y bebida.
Le Meridien espera que 2018 sea un año de cambios. El emblemático cinco estrellas de La Rambla de Barcelona ha comenzado por renovar su chef poniendo a un potente argentino a sus mandos.
Decía José Vasconcelos (con buen criterio, a mi entender) aquello de que “la civilización termina donde comienza la carne asada”. Su visión antropológica del hecho culinario es la que viene a mi mente cuando mi vista se deposita en el plato y hay en él un buen chuletón. Me pasó hace poco en Sagardi. La cadena de restaurantes vascos tiene por hábito rendir tributo al buey cada año con unas jornadas. Sus fans tienen por costumbre apuntarse y recuperar el primitivismo gustativo. A apenas duran un par de semanas. Cuando se acaba la carne se acaba la fiesta.
Oriol Balaguer es conocido sobre todo por sus chocolates. Ahora, lo será también por sus panettone. El que es desde hace unos años dulce de moda en las mesas de los catalanes durante las fiestas navideñas ya tiene un nuevo Rey. El conocido pastelero se ha impuesto a otras 24 pastelerías de todo el país en el II Concurso Mejor Panettone Artesano de España.
Plata Bistró no tiene carta. Ese fue el primer input que escuché sobre este pequeño restaurante abierto hace dos meses en el restaurantil barrio de Sant Antoni. Bueno, pensé, tampoco es que sea tan excepcional, algunas casas de cocidas huyen del corsé de la carta impresa hace años.
Unos 25 minutos de trayecto unen el sofá de mi casa con Macondo. Aquel pueblo que imaginó (o no) García Márquez tiene un restaurante en el Eixample. Pisando sus variadas baldosas hidráulicas, tengo la impresión de que la carga colorista y exuberante de este Macondo sea incluso más perfecta que la soñada por José Arcadio Buendía. Lo mismo es que el Macondo de la calle Còrsega no solo sea un local bonito de soñar. Sino también de mirar y comer.
Brasa japonesa (Robata) y sushi californiano. ¿Se puede ser más cool? Enrique Granados sigue ganado enteros como calle gastronómica. La arteria ha visto nacer en los últimos años algunos de los restaurantes que mejor han situado el nivel culinario de la ciudad y sigue dándonos alegrías. Desde hace unos meses, el hermano pequeño de Monster Sushi (Gràcia) ya se ha convertido en uno de los mejores japoneses de la ciudad.
Seguramente sea cierto eso de que la cocina francesa no vive momentos dorados en Barcelona. Sin embargo, aún hay sitios que hacen que recordemos cuán grande es la gastronomía del país vecino -a decir verdad y sobre todo en cuestión de quesos.
|
|
|