21 de noviembre de 2024
La baja natalidad es un problema de nuestras sociedades, y un problema a fututo si no recibe la atención que merece desde las diferentes instituciones públicas y privadas.
Cuando hablamos de futuro para nuestros hijos debemos pensar ante todo en su formación en el presente.
Las redes sociales pueden ser útiles si se usan con responsabilidad, pero el consumo masivo y sin control está produciendo muchos problemas entre los jóvenes.
El próximo 12 de mayo se celebran Elecciones al Parlament de Catalunya en las que nos jugamos mucho.
Hablamos muchas veces que una parte de la sociedad se ha vuelto más incívica y que ese aumento del incivismo se refleja muy bien en el comportamiento de algunos aficionados en los campos de fútbol.
La Semana Santa es una tradición cristiana arraigada en la cultura y en la historia de España.
Cuando recuperé la alcaldía de Castelldefels, tenía, como siempre, el firme convencimiento de la importancia de gobernar en defensa de los vecinos por encima de cualquier cosa.
Empieza un nuevo año donde todos hemos depositado esperanzas, buenos propósitos e ilusiones que dejen atrás a un 2023 que ha sido un año difícil y extremadamente complicado.
En Castelldefels, hemos comenzado la navidad con el encendido de luces, el pasado sábado 25 de noviembre y es la antesala de todo lo que nos espera, nuestras calles se han llenado de luz y con ellas, la magia nos envuelve en una época donde la ilusión es el eje central en toda nuestra ciudad.
La falta de seguridad en un pueblo o una ciudad supone el descontrol total del orden y la simplificación del cuerpo de seguridad a meros viandantes.
Este verano ha sido muy caluroso. El calor comenzó ya a reflejarse en las últimas semanas del curso escolar, como así padecieron estudiantes y profesorado, situación que nos trasladaron nada más comenzar este nuevo mandato.
A lo largo de la historia los componentes tecnológicos han generado una modernización en el avance de las sociedades.
Desde hace semanas, hemos construido un nuevo gobierno con una visión clara: poner a las personas en el centro de toda nuestras políticas y decisiones.
Llevamos más de mes y medio confinados en casa para poder combatir esta pandemia mundial que es el coronavirus, mientras que muchas personas se exponen para poder atender a los enfermos o prestar servicios esenciales tan necesarios.
Estamos viviendo unos momentos muy difíciles. Muchos de nuestros vecinos están padeciendo el coronavirus, y lamentablemente, otros nos han dejado estos días. Se trata de una pandemia global pero que se está cebando muchísimo en España.
Durante estas últimas semanas hay un tema que abre y cierra cada telediario. Los informativos, digitales, periódicos y en general todos los medios de comunicación están reportando información minuto a minuto sobre la expansión del coronavirus por todo el mundo, y ahora también, a lo largo y ancho de nuestro país.
En estos últimos días hemos visto como los partidos separatistas han escenificado su ruptura tanto del propio govern de la Generalitat como en el plano de acción unitario del que tanto alardearon en el pasado.
Hace apenas unos días, el conjunto del país acudíamos nuevamente a las urnas por la repetición electoral que había ideado el PSOE.
Desde del pasado mes de abril en que tuvieron lugar las elecciones generales, hemos vivido con expectación e incredulidad la incapacidad del presidente del Gobierno para dirigir el país y lograr los acuerdos necesarios para poner en práctica cuanto antes, medidas que ayuden a evitar lo que parece que se avecina nuevamente, otra grave crisis económica y de empleo.
Después de que el nuevo sistema de limpieza y recogida de basuras de Castelldefels se pusiera en marcha con bastante polémica al respecto y que haya pasado ya bastante tiempo desde el cambio, podemos decir que todavía son excesivas las quejas que desde todos los distritos de la ciudad nos siguen llegando.
Vivimos los últimos compases del verano que dan paso al inicio del curso escolar y la vuelta a la rutina. El final del verano es una dura cuesta para las familias.
En las pasadas elecciones municipales, nuevamente el equipo popular de ManuAlcalde volvió a ganar por tercera vez consecutiva.
Hace apenas unos días, los vecinos fuimos llamados a las urnas para elegir los respectivos consistorios de todos los municipios.
Castelldefels es una ciudad que tiene un gran potencial. Una de sus mejores cosas son su gente, las ganas de emprender, de participar, de llenar todos los rincones de la población de dinamismo y entusiasmo.
Son muchos los vecinos de Castelldefels que han visto en los últimos años como la ciudad ha ido poco a poco involucionando, como se han ido perdiendo pequeños grandes detalles que hacen mejor el día a día a los que aquí residen.
Durante los últimos meses estamos viviendo una ola creciente de delitos que afectan de forma generalizada a toda la ciudad de Castelldefels, y de los cuales son muchos los vecinos ya afectados.
Se nota en el ambiente que las elecciones municipales están muy próximas. Calles levantadas, inauguraciones calculadas con pica-pica incluido para tratar de dar una imagen de gobierno amable y alegre, después de estar escondido durante casi cuatro años en los despachos dando la espalda al pueblo.
Como una autentica prueba de obstáculos se ha convertido el día a día de los vecinos de Castelldefels, que ven cada mañana como hay una nueva calle cortada, otra acera más levantada u otra valla que corta el paso.
En los últimos días, los vecinos de Castelldefels asisten atónitos ante el total cambio en el servicio de recogida de basura de la ciudad.
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Isaac Asimov nos hizo imaginar un mundo donde los robots realizaban la mayor parte de los trabajos. Es una utopía moderna en la que máquinas trabajen por nosotros, y nosotros podamos dedicar nuestro tiempo a otras actividades más placenteras. Sin embargo, en nuestro mundo, donde la automatización aún no ha alcanzado esos niveles y la productividad sigue dependiendo de personas y no de robots, reducir la jornada laboral exige, como mínimo, cautela.
Llevamos meses de quejas, de deficiencias, de huelgas y de incumplimientos. Los vecinos de la zona delta del Baix Llobregat, y concretamente, los de Castelldefels están cansados de que no se pongan soluciones sobre la mesa a los problemas del bus y del tren.
Durante todo este verano, hemos estado atentos al culebrón del verano, a las idas y venidas que Generalitat y Gobierno de España han tenido sobre el aeropuerto del Prat.
Desde hace ya algún tiempo, Cataluña lidera en España las okupaciones ilegales. En concreto, en 2020 en España se denunció 14.675 okupaciones, de las que casi la mitad se produjeron en Cataluña (6.647) que es con sobrada distancia de la segunda comunidad, la que más okupaciones ha sufrido.
Llevamos mucho tiempo combatiendo una dura pandemia y, sin bajar la guardia, este verano puede suponer un regreso en cierto modo a la anterior “normalidad”.
El año 2020 ha llegado a su final, y comienza un 2021 donde todos hemos depositado los mejores deseos, nuestras esperanzas, para superar la terrible pandemia que nos azota, y que tanto nos ha cambiado la vida.
Estamos comenzando la segunda desescala después de semanas de paro forzoso de gran parte de la economía. Un paro obligado por el govern de la Generalitat que ha provocado muchísimas quejas porque las medidas cambiaban de la noche a la mañana, no eran consensuadas con las partes implicadas, y sobre todo, no venían acompañadas de medidas de apoyo a las empresas y autónomos que permitiesen salvar miles de puestos de trabajo.
Son muchos los vecinos que durante las diferentes etapas del confinamiento nos han planteado cuestiones realmente interesantes y que abren un debate que quizás antes no se había planteado en profundidad.
El verano ha tocado su fin. Ha sido muy diferente a lo que muchos esperábamos para este 2020. Un año que está siendo muy complicado y duro.
Los días de confinamiento que ahora tocan su fin dieron aparentemente para pensar mucho a los gobernantes de Castelldefels, que tras mil y una desavenencias y peleas internas por el reparto de poder, decidieron dar por finiquitado el pacto que suscribieron socialistas, comunes e independentistas tras las elecciones municipales que ganó nuevamente el Partido Popular.
Apenas unos días antes de que se decretase el Estado de Alarma un circo se estableció en la explanada que hay en Castelldefels frente a dos institutos de la ciudad.
El pasado año 2020 ha sido probablemente uno de los años más duros que hemos vivido en décadas.
Nos encontramos en la recta final del mandato municipal, apenas tres meses quedan para las próximas elecciones municipales, y el gobierno municipal de Castelldefels trata de apresurarse a hacer todo lo que no ha hecho durante cuatro años, encargando faraónicos proyectos que hipotecarán el futuro de nuestra ciudad.
Comienza el curso escolar y con él también el curso político. Pero para este último no comienza un curso nuevo sin más, sino que se inicia la evaluación final antes de las próximas elecciones municipales del mes de mayo del año que viene.
Como si de un Western se tratase, los vecinos de Castelldefels ven como cada día las calles de su ciudad se han teletransportado al oeste americano, donde impera la ley del más fuerte.
La situación que estamos viviendo en Cataluña es realmente desagradable.
Los acontecimientos que estamos viviendo en Cataluña estas últimas semanas parecen sacados de una película de ficción. Años atrás nadie habría dado crédito a lo sucedido. Ningún demócrata puede compartir que cualquier mayoría coyuntural pueda restarle derechos a los parlamentarios o a los concejales, quienes están representando a cientos de ciudadanos de todo el territorio.
La situación de conflicto, de callejón sin salida, donde nos han metido el govern de la Generalitat se ha trasladado a la vida cotidiana de las personas.
Apenas han pasado unos días desde los mortales atentados cometidos tanto en Barcelona como en Cambrils, y que han matado a 16 personas, decenas de heridos, y han dejado a nuestra sociedad totalmente conmocionada.
Parece a veces increíble lo que está sucediendo en la actualidad política catalana. Hemos pasado de lo que algunos podrían haber titulado como un sueño utópico o una reivindicación regionalista, a una triste pesadilla donde llevamos inmersos unos cuantos años.
Cada día es más difícil subir la persiana. Esta frase es cada vez más común entre los pequeños comerciantes de barrio que hacen un esfuerzo titánico para salir adelante.
Es conocido por todos que los Ayuntamientos como administración más cercana tienen amplias competencias como son el alumbrado público, alcantarillado, mantenimiento de la via pública, policía local, y un largo etcétera.
Est El pasado 26 de junio los ciudadanos acudimos a las urnas para escoger el nuevo gobierno de España. En nuestra comarca, Podemos, el partido que había ganado en diciembre, repitió posición a pesar de sufrir un duro revés y perder casi 15.000 votos en apenas seis meses. También Ciudadanos perdió aproximadamente los mismos apoyos que Podemos en el Baix Llobregat por lo que son ambas formaciones políticas las más perjudicas en la repetición de los comicios a nivel comarcal.
Este de mes de junio tenemos una importante cita con las urnas. Unas nuevas elecciones para elegir el gobierno de nuestro país que se convierten en una especie de segunda vuelta de las elecciones ya realizadas en diciembre del año pasado.
Hace ya bastantes semanas que las diferentes playas de nuestra comarca se han preparado para recibir a los millones de visitantes que cada año disfrutan de ellas, de nuestro excelente clima y de la multitud de servicios que podemos encontrar allí.
Hace apenas unos días veíamos por todos los medios de comunicación como entre dos formaciones políticas (PSOE y Cs) se firmaba un pacto de gobierno que propició la fallida investidura del Sr. Sánchez, donde se establecía la supresión de las Diputaciones.
Hace apenas unos días, el Pleno del Ayuntamiento de Castelldefels, aprobó las nuevas Ordenanzas Fiscales para el año que viene con una triste noticia para los bolsillos de los contribuyentes de esta ciudad del litoral del Baix Llobregat.
Las pasadas elecciones del 27 de septiembre han supuesto un duro varapalo para la causa secesionista que busca la independencia de Cataluña del resto de España. La mayoría de los catalanes hemos votado a partidos que no promueven la secesión, que ponen el acento en otros temas que realmente son del interés del conjunto de los ciudadanos.
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Son muchas las infraestructuras que desde hace mucho tiempo están pendiente de desarrollarse en nuestra comarca, y que sin embargo, en muchas casos no están ni siquiera entre las prioridades de los diferentes gobiernos que tenemos.
Uno de los principales sectores afectados por la crisis provocada por la pandemia del COVID es el turismo, unido a otros como el comercio o los servicios.
Durante muchos años, el precio de la vivienda en la ciudad de Barcelona provocó un desplazamiento de parte de la población hacía ciudades cercanas, buscando precios más bajos y mejor calidad de vida.
Vivimos unos momentos especialmente difíciles donde son muchas las personas que han perdido sus empleos, son muchos los autónomos que no pueden trabajar, e innumerables las empresas que no volverán a abrir sus persianas.
Vivimos en tiempos de pandemia, con restricciones y limitaciones que duran ya más de un año, y que han supuesto un fuerte varapalo para el turismo en general, y por tanto, también para el tráfico aéreo.
Con la llegada de la Semana Santa, la ciudad de Castelldefels, capital turística del Baix Llobregat, se llena de vida y actividad. La ciudad se abre al mar, y con ella, los chiringuitos renuevan sus apuestas para dar a tanto a visitantes como a los vecinos un amplio abanico de productos y alternativas de ocio y descanso.
Parece que para algunos de nuestros gobernantes únicamente existimos a la hora de pedir el voto. Una vez que ya lo han logrado, sufren una extraña disfunción que les impide recordar todo lo prometido, los compromisos adquiridos, y especialmente, las verdades necesidades que como dirigentes públicos deben tratar de cubrir.
Hace apenas unos meses fuimos conocedores de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que da la razón a los trabajadores del consistorio municipal quienes denunciaron al Ayuntamiento por no abonarles el 1% durante los años 2007, 2008 y 2009, tal y como estipulaba el acuerdo del Gobierno Central (entonces en manos del presidente Rodríguez Zapatero) y de las principales organizaciones sindicales del país.
Hace apenas unos días hemos conocido de la mano del presidente Rajoy que se realizará una importante serie de inversiones en Cataluña por parte del Gobierno de España, y que tendrán un destacado impacto en nuestra comarca, el Baix Llobregat.
Algunos de nuestros gobernantes creen que por el simple hecho de tener un cargo público pueden enarbolar la bandera de la “voluntad del pueblo” y con ese nuevo status poder mantenerse al margen de cualquier norma o ley que no les guste o que simplemente pretendan burlar.
Estas últimas semanas hemos padecido con mayor intensidad una ola de frío y de lluvia que ha cubierto toda nuestra comarca. La gripe y el resfriado han mandado a casa (en el mejor de los casos) y a ambulatorios y hospitales (en el peor) a muchos ciudadanos.
En los últimos meses, julio y agosto, hemos visto un aumento del paro en nuestra comarca en casi 2000 personas. La verdad es que es una noticia triste, y no cabe justificarlo con que en cada verano se despide al final de la temporada a aquellas personas que han sido contratas de forma eventual.
Cada verano suele ocurrir que con motivos de las vacaciones estivales se reduce la actividad y hay menos noticias de calado en los medios de comunicación.
Son muchos los municipios de la comarca del Baix Llobregat que están debatiendo diferentes propuestas para que la selección española absoluta de futbol vuelva a jugar un partido oficial en la provincia de Barcelona.
Hace apenas pocos días, casi in extremis, se alcanzaba un acuerdo entre la CUP y Junts pel Sí para “jubilar” a Artur Mas, y nombrar como nuevo presidente al que hasta ese momento ha liderado la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), de la cual Castelldefels tristemente forma parte por el pacto entre socialistas, Iniciativa, Podemos y Esquerra.
Dentro de unos días, los vecinos del Baix Llobregat y del resto de España estamos llamados a participar en las urnas para decidir quién nos debe gobernar los próximos años y dirigir las riendas de nuestro país.
Estamos viendo con mucho estupor como desde diferentes ámbitos independentistas se está tratando de captar a ciudadanos de otros países que viven en nuestros municipios, para tratar de aumentar la minoría rupturista que quiere separarnos del resto de España.
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