La toalla es gratis, el parking no
martes 21 de abril de 2015, 21:07h
La playa de Viladecans se suma a la apuesta de Castelldefels y El Prat por regular el aparcamiento durante la temporada de verano, mediante una tasa pública que a juicio de muchos debería ser compensada con mejoras, como espacios de sombra
Con un pie en la temporada de verano y las playas del litoral del Baix Llobregat listas para recibir los primeros bañistas, Viladecans ha seguido los pasos de El Prat y Castelldefels en cobrar por aparcar los coches. Viladecans “es una playa bastante virgen” aclara Dani García, jefe de movilidad de Viladecans Calidad, empresa municipal que gestiona, entre otros servicios las zonas azules y parkings por los que debes pasar antes de estirar la toalla y poner la sombrilla para disfrutar de un día de playa.
Para los viladecanenses, el aparcamiento en la costa será gratuito hasta este verano, momento en el que el parking costará, diariamente, un euro para los residentes de la ciudad y cinco euros para aquellos ciudadanos que procedan del resto del área metropolitana y de Barcelona. El espacio para estacionar los vehículos estará controlado por un vigilante en los accesos, un refuerzo de seguridad interior, barreras, casetas y un panel de libre o completo, lo que “significa una inversión importante” indica el responsable.
El porqué del pago
De tener un parking gratuito a cobrar un precio público para aparcar en la playa de la Murtra, existe un gran salto que se refleja en el convenio que el Ayuntamiento de Viladecans aprobó con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), propietaria del solar donde se sitúan los aparcamientos a raíz de todas las exportaciones que se hicieron para la Terminal 1 del aeropuerto de El Prat, denominadas zonas de reserva aeroportuarias y que están destinadas a determinados usos, entre los que no se incluye la edificación de viviendas.
El Ayuntamiento de Viladecans, con la intención de mejorar el acceso a la playa, acordó en 2007 con AENA la cesión de una parte del solar, lo que permitió la creación de un parking con capacidad para 200 coches. En ese momento también se puso en marcha la línea de autobús local BV4 para facilitar el acceso a la playa. El año pasado, la empresa pública otorgó la concesión de la gestión y la explotación del terreno, durante un periodo de 5 años, a la administración de Viladecans. “AENA hizo una inversión de casi 40.000 euros para ampliar el parking en 400 plazas”, señala el Dani García.
Mantener el aparcamiento en condiciones óptimas conlleva para el Ayuntamiento un esfuerzo económico importante, según indican las mismas fuentes, ya que “una parte de los impuestos que AENA tiene que pagarle al Ayuntamiento se descotarían, así como otros temas”, remarca el coordinador, con el objetivo de que la empresa aeroportuaria recupere la inversión poniendo en valor su patrimonio. La coyuntura comporta regular el acceso al parking del mes de junio a septiembre con el pago de una tasa pública.
Murtra, la más valorada
El 70% de los usuarios que van a la playa de la Murtra son de los alrededores del área metropolitana. Respecto a la masificación de la costa de Viladecans, el Ayuntamiento asegura que se ha visto obligado a adoptar medidas. Y es que, por primera vez, el año pasado el litoral de este municipio superó los 300.000 visitantes en verano, al ser catalogada como la playa mejor valorada, con un 7,6 sobre 10 puntos, según se detalla en una encuesta del Área Metropolitana de Barcelona. No obstante, aunque “los datos de usos anteriores son positivos, están contados sobre la base de que el parking era gratuito, por lo que las estimaciones pueden modificarse este verano”, subraya García.
Con la regularización del espacio para estacionar el ayuntamiento pretende desincentivar el uso de los vehículos a motor para potenciar la bicicleta como transporte sostenible, y competir con el resto de costas del litoral, ya que, según Dani García, “se ha ido incrementando el uso de la playa conforme el entorno ha ido cobrando tasas de aparcamiento”, refiriéndose a la zona de Castelldefels y El Prat, donde ya se paga la zona azul. En los últimos tres años, “se ha doblado el número de visitantes a la playa de Viladecans”, lo que ha supuesto problemas de colapso en movilidad, muchas colas y sobresaturación del espacio.
Los pratenses, gratis
El municipio de El Prat, un espacio lleno de rincones naturales, miradores y playa, opta por mejorar la calidad del acceso a la costa y ofrecer un aparcamiento libre de presiones, sobre todo, durante los fines de semana.
Según fuentes municipales, con el fin de mantener la calidad del agua y de la arena de las playas, en 2014 “pusimos en funcionamiento la zona verde de aparcamiento en la playa que prioriza a los pratenses, que pueden aparcar gratuitamente, en oposición de los coches que nos visitan”, que deben pagar si quieren estacionar en la playa. Los precios, según ha aprobado el consistorio, van desde los treinta céntimos por diez minutos hasta nueve euros por un total de cinco horas, el máximo permitido.
Para disponer de la tarjeta de residente y, por tanto, tener acceso gratuito a los diferentes parkings de la playa de El Prat, el único requisito es que se pague el impuesto de circulación en el municipio.
El aumento de la vigilancia en las zonas de baño y la frecuencia del transporte público que conecta la playa con los núcleos urbanos son otros adelantos que ha incorporado El Prat, así como paneles informativos sobre el estado de los accesos, para que el ciudadano conozca, en todo momento, el tiempo de espera o la retención que encontrarán en la carretera.
Pagar 5 € en Castelldefels
La playa de Castelldefels es famosa por ser la más larga del área metropolitana, con nada menos que cinco kilómetros de arena, entre el delta del río Llobregat y el macizo del Garraf. La costa de este municipio registra más de un millón de visitantes cada verano, que aparcan en las 4.816 plazas de estacionamiento regulado en primera línea de mar. De todas las áreas para aparcar, 1.399 son de zona azul y el resto, 3.417, corresponden a la zona verde que es gratuita para los residentes de la ciudad que estén pagando el impuesto de circulación en Castelldefels o bien el IBI, como ocurre en el caso de El Prat.
Manuel Reyes, alcalde de Castelldefels, indica que con esta medida, implantada en 2012, “hemos solucionado un problema que duraba ya muchos años y hemos garantizado la convivencia en la playa”, remarcando que la regulación del aparcamiento supone un aumento de los ingresos para el municipio en tiempos de crisis. Los turistas pagan cinco euros al día por aparcar el coche en la zona azul de los dos nuevos aparcamientos que están a la altura del C/Mèxic. Con ello, David Solé, primer teniente de alcalde y regidor de Gobernación, resalta la importancia turística del municipio, indicando que “seguimos trabajando para mejorar la señalización en la playa y para implantar mejoras de seguridad, a fin de reducir la velocidad en esta zona”. III