Retrocedemos de la tercera a la quinta posición en el ranking de competitividad comarcal
miércoles 22 de julio de 2015, 01:35h
El Baix Llobregat obtiene el peor registro desde 2009 al perder dos puestos y bajar del podio de las 42 comarcas. Segrià y Tarragonés nos adelantan, mientras Barcelonés y Vallès Occidental mantienen la primera y segunda posición.
El Baix Llobregat pierde competitividad en favor de otras comarcas catalanas. El Vallès Occidental, con Sabadell y Terrassa como sus principales motores, se mantiene con mejores condiciones que el Baix Llobregat para la producción de bienes y servicios intensivos en conocimiento y tecnología. Por el contrario, nuestra comarca resulta más atractiva para aquellas actividades que priorizan las ventajas logísticas de la distribución, la cercanía a las infraestructuras de transporte y la disponibilidad de suelo.
Varapalo del Índice ADEPG 2015 de Competitividad Territorial, que sitúa al Baix Llobregat como la quinta comarca en el ranking catalán, perdiendo en solo un año dos posiciones hasta caer a la quinta en favor del Segrià y Tarragonés, que se colocan en tercer y cuarto lugar. En las dos primeras posiciones se mantienen Barcelonés y Vallès Occidental, aunque en el caso de la comarca a la que administrativamente pertenece L’Hospitalet, el informe señala que la puntuación obtenida los dos últimos años ha caído seis puntos debido a que cada vez concentra menos ventajas competitivas, en favor del resto de comarcas.
El Baix se descuelga por primera vez del top tres en el ranking de la competitividad catalana y cae a la quinta posición de un índice que no analiza el crecimiento ni el grado de desarrollo económico de las comarcas, sino que determina su posición en base a las condiciones que ofrece el entorno comarcal para favorecer la competitividad de las empresas.
Toma de decisiones
En definitiva, este análisis ayuda a la toma de decisiones en el ámbito de la planificación estratégica territorial y supone un instrumento también útil en el proceso de decisión de localización de las empresas, ya que se tienen en cuenta elementos como las infraestructuras de transporte y de telecomunicaciones, la disponibilidad de mano de obra cualificada, el acceso a los mercados, los servicios de apoyo a la producción y la disponibilidad de suelo, entre otros indicadores de un total de 45.
Los indicadores (ver gráfico adjunto) están desagregados comarcalmente, pero se agrupan en diez dimensiones, dos de ellas centradas en la sostenibilidad del modelo de desarrollo de los territorios y otras ocho en las condiciones de competitividad, que a su vez han sido agrupadas según si corresponden a los factores de producción, a las ventajas de distribución o a las condiciones de la demanda.
Sin dinamismo ni espíritu
La caída del Baix Llobregat a la quinta posición es en parte mérito del Segrià, que por primera vez se pone en tercera posición, ya que su rango se situó en anteriores ediciones entre la quinta y séptima posición.
En cuanto al Tarragonès, se ha mantenido en la cuarta posición. Un análisis de los aspectos más negativos que han arrastrado al Baix Llobregat a perder dos posiciones en el ranking de competitividad desvela que la comarca no tiene espíritu emprendedor ni dinamismo empresarial, al situarse por debajo de la media de Cataluña (posición 23 de un total de 41 comarcas). Otros aspectos negativos son la sostenibilidad medioambiental (22 posición del ranking) y la sostenibilidad social (puesto número 19).
La cualificación de los trabajadores y los recursos para la educación y la formación profesional son los factores de producción más negativos del Baix Llobregat, al situarse en el puesto 16 de las comarcas catalanas. En innovación y desarrollo tecnológico nos encontramos en la posición 9, mientras en acceso a los mercados de clientes y proveedores y acceso a la información, estamos en el sexto puesto, el mismo que la disponibilidad de polo de desarrollo e infraestructuras.
El Baix Llobregat se mantiene en el podio de las comarcas catalanas en infraestructuras de transporte y comunicaciones (segunda posición), gracias a que el territorio acoge el puerto, el aeropuerto y un importante nudo viario y ferroviario. En tercera posición también nos encontramos gracias a la disponibilidad de suelo y espacio para la actividad económica, por su gran número de polígonos industriales; la misma posición que en cuanto a volumen de mercado y de actividad, por la gran concentración industrial y de servicios.
Estrategias propias
El Baix Llobregat tiene que definir sus propias estrategias para lograr atraer las inversiones futuras, focalizando sus ventajas competitivas y definiendo sus propios nichos o especialidades en un mercado global. Este índice ayudará a los responsables políticos y económicos a tomar decisiones para elevar nuestra competitividad, un concepto poliédrico y multidimensional, más allá de los cuatro grandes factores del análisis económico clásico: el suelo, el capital, los recursos naturales y el trabajo. En este ranking se pone de relieve la importancia de la educación y la innovación tecnológica, lo que se denomina conocimiento, como factores subyacentes al crecimiento económico.
Ante el contexto actual de contracción de las economías comarcales y la rivalidad entre los territorios para atraer inversiones privadas, fondos públicos, turistas o actividades de renombre, mejorar los índices de competitividad es muy importante.
Entendida la competitividad como la habilidad de un territorio para crear y mantener más valor añadido a sus empresas y más prosperidad para sus habitantes y sin que sea una finalidad pos sí sola, sino una forma de elevar el nivel de vida e incrementar el bienestar social. De ahí su importancia. lII