‘Estampa naranja en el tradicional cinturón rojo’. Con esta portada, El Llobregat titulaba la portada de la edición de marzo de 2015, número en el que la encuesta encargada por esta publicación daba a Ciutadans la condición de segunda fuerza en las municipales de este año. El auge del partido de Albert Rivera ya se viene cociendo de antes y si no se manifestó con la fuerza que recogía la encuesta en las locales fue, seguramente, por una mala campaña pensada más para los militantes ya convencidos que no para el resto de la ciudadanía, pese a llevarlos en el nombre. En estos comicios, en cambio, con el contexto plebiscitario de fondo, pese a que Junts pel Sí y PSC han mantenido el tipo en el territorio frente a la debacle del Partido Popular, la marea naranja se ha convertido en la gran protagonista y, a la vez, en la vencedora del Baix Llobregat.
Y esto ocurro en un escenario con una participación histórica. Ni siquiera en las primeras elecciones democráticas al Parlament de Catalunya se dieron los niveles de movilización que se han dado este domingo en el Baix. Ya lo avanzábamos con los datos de 2012, cuando votaron más del 68% del censo (diez puntos porcentuales más que en 2010) en unas elecciones ya en clave soberanista. Este porcentaje quedó, sin embargo, ridículo ante el 77,72% de estas elecciones autonómicas, sobrepasando todas las previsiones, y ofreciendo en el Parlament un dibujo muy real de la ideología política de la sociedad catalana. En este sentido, efectivamente, la mayor movilización de las comarcas metropolitanas rebaja en cierta manera el dominio acaparador que Junts pel Sí y las CUP han tenido, en general, en las comarcas de interior.
Con el actual escrutinio de poco más del 98% (los datos concretos pueden cambiar a lo largo de la jornada), la coalición liderada por Raúl Romeva, Artur Mas y Oriol Junqueras, todavía alcalde de Sant Vicenç, ha mantenido el tipo en el Baix Llobregat siendo la candidatura más votada con 118.095 papeletas (26,13%) gracias a los pequeños municipios del Baix. Es, en cualquier caso, el menor porcentaje de todas las comarcas de Cataluña, solo superado por la pequeña comarca de Arán (Junts Pel Sí: 24,72%). De esta manera, el voto independentista no solo no ha disminuido, sino que habría incrementado ligeramente respecto a 2012. Si sumamos los votos, entonces, de CiU y ERC, vemos como obtuvieron 120.283 votos, resultado al cual aplicamos la resta de Unió que ha obtenido 9.351 votos. Así, de 110.932 votos que obtuvo Convergència Democràtica de Catalunya y Esquerra han pasado a los más de 120.000 en una curva creciente que también ha obtenido las Candidatura d’Unitat Popular (CUP). El otro de los grandes vencedores de la noche de ayer logró también una mayor confianza en el Baix pasando de los 9.978 votos a los 29.141.
En total, en cambio, el voto independentista sigue siendo mucho menor que el resto como marca la idiosincrasia del territorio metropolitano. Si sumamos las candidaturas claramente no independentistas (Ciutadans, PSC y PP), el electorado alcanzado es de 227.895 votos frente a los 147.236 de JxSí y CUP. De esta dicotomía separamos a Catalunya Sí que es Pot i a Unió que se han mostrado en todo momento a favor del derecho a decidir, sin decantarse del todo por el Sí o por el No. Entendiendo, por ello, que podría haber votantes de estas candidaturas a favor y en contra de la independencia, los agrupamos en un tercer grupo para criterio del lector: 58.485 votos para la agrupación ecosocialista y de Podemos; y 9.351 para Unió, que queda fuera de toda representación.
Gran parte de este voto ‘no’ independentista se debe al auge exponencial de Ciutadans, que consigue triplicar sus resultados respecto a los datos de 2012. El partido de Albert Rivera, liderado en esta ocasión por Inés Arrimadas, ha logrado la confianza de 106.179 votos en todo el Baix Llobregat (23,50%), siendo ya segunda fuerza política en el territorio y a las puertas de ser la lista más votada. Y es que la marea naranja ha sido capaz de romper con la hegemonía socialista en los grandes enclaves del PSC: L’Hospitalet, Sant Boi, Sant Andreu de la Barca, Gavà, Viladecans, Esplugues de Llobregat y Abrera. C’s vence, por otro lado, en El Prat de Llobregat y Castelldefels, ciudades importantes y pobladas a nivel territorial; y se queda a menos de 400 votos de hacerlo en Cornellà, única ciudad en donde vence el PSC.
Respecto a las grandes ciudades, mención especial también para L’Hospitalet de Llobregat, donde Ciutadans consigue dar el zarpado, por poco, a la ciudad socialista por antonomasia. La segunda ciudad más importante de Cataluña se tiñe de naranja por la mínima con 29.069 votos para Ciutadans (23,60%), por delante del PSC, con 28.364 papeletas (23,03%). Junts pel Sí queda como tercera fuerza con 23.195 votos (18,83%), seguidos por Catalunya Sí que es Pot (16.472 votos), PP (14.050) y las CUP (4.346).