El sociólogo italiano conoce en primera persona el Parc Agrari en una visita privada centrada en la alcachofa. Petrini considera los productos de km.0 un “elemento cultural” y pide fortalecer la economía local como vía de progreso. El alcalde de El Prat, Lluís Tejedor, pide la colaboración de las instituciones para la protección del Parc Agrari
En un acto celebrado en Barcelona en noviembre de 2015, quedó absolutamente asombrado. El impulsor y creador del movimiento gastronómico ‘Slow Food’, el italiano Carlo Petrini, no podía creerse que entre la gran urbe de la capital condal y su aeropuerto, en el corazón del ámbito metropolitano, existiera una extensión de la calidad del Parc Agrari del Baix Llobregat. Absorto, le quedó pendiente una visita a los campos de nuestra joya agrícola y que tuvo lugar recientemente en un acto privado organizado por la Asociación de Gastronomía y Turismo del Baix Llobregat y al que pudo asistir El Llobregat. Tras la visita de esta eminencia mundial de la gastronomía de km. 0, la alcachofa se encuentra más cerca de estar incluida en su gran proyecto: el ‘Arca del gusto’, que recoge un índice de los mejores alimentos de todo el mundo: “Me parece muy interesante ser capaz de estar aquí y comer directamente en el campo un producto alimentario como la alcachofa y, a la vez, conocer la particularidad de este microclima, de este microambiente que produce esta delicatesen”, explicaba Petrini tras probar en la masía Can Xagò, de la familia Ribes, alcachofa a la brasa y alcachofa absolutamente cruda, únicamente con el acompañamiento de una vinagreta.
Con miles de productos censados en decenas de países de todo el mundo, Cataluña cuenta actualmente con unos cuarenta, que podrían llegar a doblarse de aquí a un año, según Carlo Petrini: “La alcachofa tiene gastronómicamente una calidad superior. Necesita construir valor de este producto, a la vez que los productores se ponen de acuerdo para organizar una microeconomía de esta tierra”, decía Petrini como apuntes pendientes.
Es cultura
Durante el paseo, Petrini calificó el movimiento ‘Slow Food’ como una revolución dulce que intenta cambiar algunos modelos estancados con el ámbito local como protagonista: “¿Qué es el progreso? ¿El progreso está en la cultura financiera? Hecha un desastre. ¿El progreso es no donar el futuro a las nuevas generaciones? El progreso es reconocer la fuerza de la economía local y sus tradiciones. En este valle los romanos producían verduras hace miles de años. Esta es la verdadera riqueza”, exclamaba Petrini.
De hecho, fue más allá y calificó el primer sector como parte cultural y patrimonial de nuestra zona: “Estamos por una economía de ámbito local, que habla a nivel global. Yo soy italiano, pero sé que hay una alcachofa y una raza de pollo particular. Esta es la verdadera globalización virtuosa. No hace falta que la alcachofa se venda en Nueva York. Aquí ya se vende bien. Hace falta que si viene un turista de Nueva York a Barcelona conozca que aquí hay esta alcachofa particular. En estos momentos, es habitual esta mala filosofía. Son productos identitarios y necesitamos una revolución del paradigma: no es una producción estrictamente agrícola, es una producción cultural. Falta orgullo local”, zanjaba Petrini.
De la vertiente política habló también el alcalde de El Prat de Llobregat, Lluís Tejedor, presente en el paseo con Petrini y que definió tres ejes para incentivar el producto de proximidad: “Primer, proteger el territorio; porque si no protegemos la tierra, tendremos que ir solo al mercado a comprar. Después colaborando en que el Parc Agrari sea capaz de hacer una gestión del agua, de la seguridad y de las infraestructuras amable; y, luego, trabajando con la ayuda a los mismos productores, facilitando maneras de comercialización”.
En este sentido, Tejedor se considera optimista “en una lucha que estamos ganando”, ha dicho comparando nuestro territorio con la ribera del Besós, totalmente urbanizada al otro lado de Barcelona. Con este objetivo de proteger el territorio y ante nuevos cambios en las Planes Directores de Urbanismo, Tejedor mantiene que “es partidario, desde hace tiempo, de sumar y de concertar” para asegurar la protección del Parc Agrari. “Necesitamos a todas las instituciones y, especialmente, a los Ayuntamientos. Creo que cada vez hay más sensibilidad. Las posiciones absolutamente conservacionistas que nieguen cualquier tipo de intervención tampoco nos llevará a la protección. Siempre debemos hablar de equilibrio, pero la masa crítica del Parc Agrari necesita hoy protección. Se tiene que preservar y mejorar. Estamos abriendo camino y confío mucho en que el mundo local sea determinante. Tenemos que ir de la mano a través del Consell Comarcal. Y soy optimista”. III