El comentario general de los aproximadamente 350 asistentes a la fiesta de aniversario de Lluís Llongueras era que, en lugar de cumplir 80 años parecía que tenía la mitad. Lleno de dinamismo e hiperactividad. Así estuvo durante toda su fiesta de cumpleaños. A las mujeres les pedía que le besasen y dejasen su carmin rojo en sus mejillas. A los hombres los abrazaba con cariño. Para todos tenía una palabra cariñosa o un comentario. Fotos y más fotos, besos y más besos… Y es que todas las personas que nos reunimos en su salón, que además es centro internacional de formación, tenímos como objetivo rendirle nuestro más sincero homenaje. Se dieron cita grandes de la peluquería, como Raffel Pagès y Marcel; antiguos colaboradores, colaboradores actuales, franquiciados, alumnos, amigos, familiares y periodistas, como Roberto Pissimiglia, editor de la revista profesional de peluquería Estetica Modacabello, que este año celebra su 70 aniversario y se desplazó expresamente desde Turín para abrazar a su amigo.
Tras dar la bienvenida a cada uno de sus invitados, la sala –en la que había estado actuando un cuarteto musical– se oscureció para dar paso a un emotivo vídeo en el que Lluís Llongueras y su hijo Adrià, su sucesor en la empresa familiar Lluís Llongueras, hablaban de la profesión, de la vida y del futuro, con pinceladas de ironía y con mucha sinceridad.
Finalizado el vídeo, la sala se llenó de aplausos y vítores y llegó la primera sorpresa de la velada: las pantallas se convirtieron en un improvisado karaoke que iba dictando una letra expresamente dedicada a Lluís, pero con la música de “Resistiré” del Dúo Dinámico, uno de los regalos de su equipo.
A continuación una gran orquídea, una bonita pulsera que aseguró que no se quitaría jamás y un magnífico reloj Bvlgari “Esto es muy caro”, dijo. Pero aún faltaban sorpresas… como la de un tenor (Giorgio Elmo) que apareció entre los invitados y que le dedicó, mirándole cara a cara, un magnífico y potentísimo Nessum Dorma. Se trataba del regalo de sus franquiciados de Palma de Mallorca que no pudieron acompañarlo en su cumpleaños. Tras el tema operístico, el tenor nos ofreció una versión de “A mi manera”, que según el peluquero fue la canción que le ayudó a descubir su camino…
Ahora es cuando deberíamos decir que Lluís sopló las velas, pero en lugar de eso lo que hizo fue apagarlas con los dedos humedecidos. De nuevo aplausos, vítores y mucho, mucho cariño, canapés, copas y mariachis.
Discretamente, Lluís Llongueras desapareció de su fiesta. Lo vimos caminando tranquilamente, sujetando por la cintura tiernamente a su hija Yasmín y junto a su hijo Adrià, ambos, junto a Antoni, fruto de su relación con Yocelyne Novella.
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