Un reguero metálico de peces colea en el intenso azul sobre nuestras cabezas. Estamos en
Tunateca, la tienda-restaurante (espacio gastronómico, nos explican) con el que
Balfegó acaba de hacer desembarcar a sus atunes en medio de la Diagonal de Barcelona. Abrió anoche sus puertas al público y no podía tener mejores maestros de ceremonia. Han sido los mejor conocen su producto, chefs como
Martin Berasategui,
Hideki Matsuhisa o Marc Miró, los embajadores de esta singular y esperada apertura. ¿Por qué lo de singular y esperada?
Desconocida para el gran público, pero seña y garantía de uno de los mejores atunes rojos del mercado, la empresa familiar catalana de captura, engorde y distribución del llamado “ibérico del mar” había anunciado la voluntad de conquistar con el último paladar, el del ciudadano general. Pero no llegaba. Son desde hace años restaurantes como Lasarte, Koy Shunka o La Llotja -en el cercano puerto de l’Atmetlla de Mar donde se crían- quienes suelen tener el atún rojo de los hermanos Balfegó en sus cartas. El resto, nos lo imaginamos cuando vamos a comprar al super, pero, no es lo mismo. Más de la mitad de la producción se exporta al mercado exterior, en especial a Japón, a donde se destinan unos 1,5 millones de kilos al año.
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