La entidad ecologista pide actualizar la Red Natura 2000 y ampliar la protección a las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves | El marco normativo permitiría proteger 2.500 Ha más a las actuales, sobre todo, en las riberas del río y entre Can Dimoni, las Filipinas y la Murtra
En Europa lo tienen claro: “Los técnicos saben que en España y, en general, en el sur de Europa las cosas han ido como han ido y que, en definitiva, las declaraciones de impacto medioambiental no han sido prioritarias; todo lo que se hace es por cumplir”, dice Jose García, vicepresidente y portavoz de Depana. Una complicidad con la Comunidad Europea –han desarrollado una política medioambiental muy positiva, según la entidad- que desde hace años están fortaleciendo en defensa del Delta del Llobregat y que, ahora, podría concretarse con el gran objetivo: el Plan Especial del Delta del Llobregat.
Este nuevo marco normativo permitiría ampliar la protección de los espacios naturales de las 1.000 hectáreas actuales de la Red Natura 2000 hasta las 3.500 hectáreas correspondientes a la suma de las ya delimitadas Áreas Importantes para la Conservación de las Aves (IVA, por sus siglas en inglés). El Plan definiría los usos de las diferentes zonas del delta y un marco legal jurídico por encima del nacional que concretaría la “adecuada protección y gestión de todos los espacios naturales”. Una delimitación que, además, se haría bajo parámetros científicos, algo inédito hasta ahora, según García: “El pas de les Vaques, que estaba donde la Terminal 1 actual, era una zona húmeda tan importante como el Remolar. Y se lo cargaron sin ninguna compensación”.
Por grandes zonas, el nuevo Plan Especial cuenta con un amplio consenso en la protección de los entornos del río Llobregat desde que inicia su último tramo en Cornellà; así como los alrededores de la actual Pineda de Can Camins (entre la playa de El Prat y el aeropuerto), ya incluida en la Red Natura 2000. No ocurre lo mismo en el otro gran objetivo de Depana: unificar las zonas protegidas de Can Dimoni, el Remolar-Filipinas y la Murtra, todo en la frontera entre Viladecans y Gavà: “La intención –y lo lógico- es que se forme un paquete con las mismas características y no zonas protegidas aisladas. Toda esta zona hay que aclararla de manera que lo protegido envuelva a otras zonas aisladas de actividad; y no al revés”.
Según Depana y la Comisión Europea, el balón está en el tejado de la Generalitat de Catalunya: “Que se desencalle el Plan Especial del Delta del Llobregat depende, al 100%, de la Generalitat de Catalunya”. En este sentido, García asegura que la Generalitat ya ha avisado, durante meses, de que próximamente darían un paso: “hemos tenido reuniones en Medi Ambient con el director general Ferrán Miralles y sabemos que están trabajando”. Por ello, confía en obtener una respuesta definitiva antes de final de año, con la aprobación inicial del Plan, que abriría su exposición pública y proceso de alegaciones; los trámites finales antes de su aprobación definitiva.
Imposible sin Europa
Este camino de lucha es incomprensible, por un lado, sin la lucha constante de entidades ecologistas como Depana, pero, también, sin la complicidad mencionada de la Comunidad Europea. Una afinidad que se empezó a articular cuando se aprobaron las Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPAS): “Coincidió con el Plan Delta y nos dimos cuenta que se establecía una fiscalización por parte de la Comisión Europea”, dice García.
Desde entonces, Depana presentó una queja formal en 2012, precisamente, en la Comisión Europea –que continúa su curso-, por incumplimientos de las directivas de aves y de hábitats en el Delta del Llobregat, así como por incumplimientos de las declaraciones de impacto medioambientales. Estas dos últimas cuestiones son, según la plataforma, las que más peso han ganado tras el desvío del río (1998); la ampliación del Puerto (2000) y la del aeropuerto (2002). No contentos con ello, hace año y medio, Depana presentó una petición al Parlamento Europeo, una petición que ha sido aceptada para vista en este septiembre de 2017.
Y a Bruselas se fueron los representantes de la entidad para defender la petición, que ha sido mantenida abierta pese a la presión de algún representante del Partido Popular. “El objetivo es subir el nivel de presión. El Parlamento es más político, visibiliza el problema y presiona a la Comisión Europea”, reconoce García.
La Comisión es, al final, quien tiene un mayor régimen sancionador como ya conoce la Generalitat –condenada por el Tribunal de Luxemburgo por el Canal Segarra-Garriges- y el Estado, que tiene el honor de ser el primero de Europa en recibir una condena, en su caso, por Marismas de Santoña. En este sentido, técnicos de la Comisión Europea recordaron que siguen a la espera de que la Generalitat mueva ficha. III
Compensaciones por la parrilla ‘ilegal’ de taxis
Uno de los problemas que tendrá que resolver definitivamente el nuevo Plan Especial del Delta del Llobregat es la situación de la ya ex parrilla de taxis de la Terminal 1 del Aeropuerto de El Prat. Se trata de una importante pastilla que se asfaltó, a poco más de un kilómetro de la terminal, para acoger a más de 800 taxis en espera, así como un aparcamiento de autobuses y para la empresa de coches VIP del aeropuerto.
Construida entre 2008 y 2009 en un área incluida en un espacio protegido de la Red Natura 2000, las obras afectaron a la zona húmeda de Can Sabadell, al corredor natural de El Remolar y al espacio natural interior de Reguerons. Tras una denuncia de Depana en 2012 y tras un largo proceso judicial, la Fiscalía abrió diligencias por presuntos delitos urbanísticos. En paralelo, la Comisión Europea -tiene abierto un proceso por incumplimiento de las directivas ambientales- reclamó a la Generalitat medidas de restauración.
Finalmente, en marzo de este mismo año, la Fiscalía decide archivar las diligencias ante la complejidad urbanística que se había desarrollado en la zona –califica la situación, literalmente, de “galimatías”- pero ordena a Territori i Sostenibilitat a poner orden para resolver las contradicciones urbanísticas. Ante la falta de movimientos por parte de la Generalitat, este julio, la Fiscalía ha dado un margen de 15 días, que ya habrían pasado.
Los movimientos son muy lentos y, de momento, lo único firme que se ha hecho ha sido trasladar los taxis a la zona del aparcamiento de largas estancias, situado justo en frente; además de renunciar a la parte de aparcamiento que queda al otro lado de la autovía, que quedaría sin asfalto, listo para su regeneración. Al parecer, según Depana, la voluntad de AENA es mantener la antigua zona de espera de los taxis (2,8 hectáreas) para el aparcamiento de larga estancia. Un simple cambio de usos, pero que rebajaría el impacto medioambiental que generaba la entrada y salida de taxis en la zona. Por su parte, la entidad ecologista –que considera que la propuesta deja mucho que desear- podría llegar a verla con buenos ojos si se recupera la pequeña vía que conectaba la carretera entra la Terminal 1 y 2 con la parrilla de taxis. Un pequeño enlace que corta por la mitad el corredor natural.
La idea de Depana es recuperar esta vía, cerrar el acceso, y dejarla como máximo con adoquines, lo que daría continuidad natural a la zona y, por tanto, ganaría calidad medioambiental. En cualquier caso, la entidad asegura que seguirá la lucha con la Comisión Europea para recupera la totalidad de la pastilla urbanizada para su íntegra recuperación natural. III