Agustín Ramírez: “Imagínate el impacto que ahora tendría ‘Un rayo de sol’; me río del ‘Despacito’”

Tiene 69 años y, sin embargo, la vitalidad de aquel joven adolescente que se dejaba las rodillas en el antiguo campo de fútbol hospitalense del Hércules junto a su amigo y compañero de banda Enrique Marín ‘Quique’ (guitarra). Tanto que Agustín Ramírez, la voz de la mítica banda de Los Diablos, también de L’Hospitalet, nos avanza posibles proyectos de futuro del grupo, todavía en activo: “Dentro de tres años hará el 50 de ‘Un rayo de sol’ y queremos hacer nuestro aniversario”, dice Ramírez al colaborador de El Llobregat, Manolo Garrido, director del canal de podcast ‘Trozos de Vida, Trozos de Radio”. “Y te quiero a ti, Manolo, al lado”.

Tenía 22 años cuando grabaron el disco que les catapultó a la fama y que les dio a conocer como una de las mejores bandas pop del momento. Pero la andadura comenzó mucho antes en L’Hospitalet, en el barrio de Collblanc. Con tan solo 14 años, los dos jóvenes de la segunda ciudad de Cataluña formaron la banda ‘Diablillos del rock’ con la que versionaban canciones del Dúo Dinámico: “El Dúo Dinámico fue el causante de la creación del grupo. Éramos seguidores de Manolo y Ramón; y quien diría que con el tiempo coincidiríamos en actuaciones, somos amigos, nos queremos mucho…”, reconoce el cantante tras explicar una de sus gamberradas de jóvenes: “Una vez, en un entablado de Collblanc, tocaban ellos el sábado y hacían matinales el domingo y dejaron una guitarra de Ramon, que nos tomamos prestada sin permiso”.

De diablillos a diablos

Pero los ‘diablillos’ se hicieron grandes y la efervescencia de los Beatles les hizo refundar la banda en los conocidos ‘Los Diablos’, un proceso en el que la figura de Amado Jaén ha sido siempre, según Ramírez, fundamental: “Fue la llave de todo. Nos dio personalidad. Creó canciones propias para los Diablos y cogimos nuestra identidad […] Amado Jaén es el alma. Es la parte más importante de Los Diablos de por vida”.

Así, tras años de festivales con muchos grupos que pasaban por La Torrassa, por el Teatro Santiago Apóstol, el de Ramón Nonato o por el ‘Club Pimpinela’, donde coincidían con los cómicos hermanos Calatrava, Los Diablos saltan a la fama con su primer LP, ‘Un rayo de sol’, un disco que se cocinó meses antes de su puesta en circulación: “Grabamos la canción en octubre de 1969 sabiendo que sería número 1; hasta la compañía lo sabía. Como jóvenes, queríamos que saliera rápido, pero la compañía se esperó hasta el mes de abril después de Eurovisión. Así que estuvo hecha y grabada en una caja fuerte hasta entonces. Y no hubo ni una filtración”.

Lograron vender más de 600.000 copias entre abril y septiembre y un millón en todo el año, siendo la banda que más ventas hizo entonces, solo superada por Manolo Escobar y su ‘Porompompero’ (más de un millón de copias). Con una media de 3.100 copias por títulos producidas que había en 1975, se pueden imaginar el éxito descomunal que representó el mítico ‘rayo de sol’ y su ‘sha la la la la, oh, oh, oh’. Fue la canción, sin duda, del verano y estuvo en el número uno de la lista de Los 40 Principales durante 15 semanas, estando en la lista un total de 28.

Disculpas de la crítica

Un éxito que, en ocasiones, no se reflejó en la crítica de la prensa, tal y como recuerda Ramírez, que explica como varios periodistas le han pedido, posteriormente, perdón por no reconocer el trabajo y la calidad de Los Diablos: “Jose María Íñigo, por ejemplo, nos pidió disculpas en un macro festival de los años 60 por los palos que nos había dado en Cadena Ser. Hubo falta de consideración; si vendías, pongamos, un millón de ‘Un rayo de sol’, no había un millón de analfabetos. Quizá, los analfabetos eran ellos”, critica. “Rafael Revert, en el festival del 25 aniversario, nos decía: es curioso, con ‘Bamboleo’ de Gipsy Kings, tuve que ponerlos en número 1 porque llevaban un millón de ventas, pues lo mismo pasó en Los 40. Estuvieron 22 semanas porque estaba sobre 700.000 singles. Pues imagínate, hace 47 años, el ‘rayo de sol’, cuantas copias serían ahora… Me río del ‘Despacito’”.

Ramírez critica, pues, la mala prensa de entonces y la conversión del sector hacia la “pachanga hortera y comercial”, un sector que, como ya le advirtió su suegro, manager durante muchos años, y sus padres: “da muchos palos”. “Cuando mi suegro lo dejó después de ocho años, no tenían ni piso, ni nada. Así que con el primer ‘royalti’ que me dieron en los ’70, hice caso y con un millón de pesetas me compra un piso en la calle Rafael Campalans, 31, de L’Hospitalet. Ha sido el mejor ahorro que he tenido en toda mi vida”. III

NOTA: Disfruta de la entrevista completa en ‘Trozos de Vida, Trozos de Radio’, por Manolo Garrido, a través de www.elllobregat.com.