“Cuando quieren que todos seamos jóvenes y delgados es que no están mirando a su alrededor. No podemos dar la espalda a la diversidad” | “Hemos tenido una industria súper avanzada a su tiempo y, de golpe, nos hemos convertido en políticamente correctos y ya no se puede hablar de ciertas cosas”
Ha trabajado, entre muchos, con Álex de la Iglesia en ‘Las Brujas de Zugarramurdi’; con Pablo Berger en ‘Blancanieves’; con Eduardo Casanova en ‘Pieles’; con Javier Fesser en su próximo estreno, ‘Campeones’; en series como ‘Vis a Vis’ (en la actualidad), Hospital Central o ‘El cor de la ciutat’; como corista en programas como ‘Operación Triunfo’ o ‘Mira quien baila’; en videoclips como el de ‘Dona estrangera’ de Manel; como maestra de ceremonias y ‘showoman’; además de su larga e innumerable trayectoria en teatro.
No obstante, su elevada polivalencia y versatilidad se había mantenido siempre en un segundo plano; hasta ahora. El Premio a la Mejor Actriz Revelación de la Unión de Actores por ‘Pieles’ y su nominación en la misma categoría en los Goya, además de su papel en ‘Vis a Vis’, han catapultado merecidamente la carrera de esta artista y han puesto nombre a la persona que hay detrás de todos esos personajes. Es Itziar Castro y es del Baix Llobregat: “Soy catalana, de familia gallega, nombre vasco, pero nacida aquí, en Fontpineda, Pallejà. Siempre digo que soy de Pallejà, donde nací, y de Corbera porque allí fue donde empecé teatro”.
Pese a que ahora está más en Madrid que aquí y después de vivir en Sant Boi durante muchos años –la vinculación es tal que fue pregonera de las pasadas fiestas de la ciudad-, Castro nos recibe en el restaurante ‘El Nou Cau’ que sus padres tienen en la urbanización en donde empezó todo: “Cuando tenía tres años, mi vecina daba clases en el Institut del Teatre y los fines de semana por aquí, en Fontpineda. Desde entonces, siempre he tenido un interés en las actividades extraescolares vinculadas a la cultura como el teatro o la danza”.
Más de 20 años de profesión
Fue, en cambio, cuando vio el musical ‘Mar i cel’ con 10 años que tuvo claro a lo que se quería dedicar. Y así fue como, con 15 años, empieza a hacer teatro amateur en Corbera para luego dar ya el salto a la Escuela Memory de Barcelona con la que se estrenaría, profesionalmente, en un musical de ‘Peter Pan’ con 20 años de la mano de Àngels Gonyalons.
Ya con su primer contrato profesional como actriz, Castro empezó también a conocer las sombras de la industria: “Fue un antes y un después, porque era mi primera vez que estaba sobre el escenario con un contrato –cobrando-, pero también porque me ayudó a entender la profesión, a saber por qué no me cogían en los ‘castings’ aunque cantase y bailase igual que el resto. Con 20 años, tenía una talla 4. No era ni delgada ni gorda, estaba en ese punto medio en el que para la música y orquestas era gorda. No entraba en los cánones. Y fue, entonces, cuando supe que en la diferencia estaba mi lugar”.
La actriz se dejó de “angustiar” y cambió la estrategia buscando perfiles más interpretativos y con otros registros: “Dejé de llamar a según qué cástings, porque sabía que no me iban a coger. Había perfiles a los que no podía acceder. Y, al final, mi físico me ayudó a encajar en perfiles muy distintos. Tengo amigas que son muy buenas y se quejan de que siempre les llaman por lo mismo. A mí, en cambio, me encasillan por gorda y, por tanto, ahí entra drama, comedia, terror, circo, cabaret… Al no encasillarme en un estilo, he podido hacer muchas cosas. Lo que tenía que ser, pues, un hándicap, lo he convertido en una ventaja, en una oportunidad”.
Aun así, el caso de Itziar Castro es muy excepcional. Con un peso aproximado de 130 kg, rompe todos los esquemas en una industria que busca que todos los protagonistas sean jóvenes y delgados: “Si en el papel no pone ‘gorda’ no me van a llamar. Y lo mismo pasa con personas negras, transgénero…”, dice. “Tenemos que empezar a copiar la diversidad que vemos en series como ‘Anatomía de Grey’ o ‘Vis a Vis’. No podemos dar la espalda a la diversidad y tenemos que empezar a ver, en Televisión Española, a un médico cubano como te puedes encontrar en la realidad. Y lo mismo con las tallas; en el momento que quieren que todos seamos jóvenes y delgados es que no están mirando a su alrededor”, dice Castro, antes de criticar la excesiva ‘corrección’ que ha invadido la industria.
"’Entretinieblas’, de Almodóvar, ahora no la podríamos hacer; no la compraría ni Dios. Hemos tenido un país con una industria súper avanzada a su tiempo, valiente, arriesgada y, de golpe, nos hemos convertido en políticamente correctos y eso ya no se estila; ya no se puede hablar de ciertas cosas. Ahora parece que volvemos un poco a ese pasado reivindicativo y de libertad de expresión; no nos podemos quedar aplatanados y, ahora, estamos en un momento curioso en el que te cagas en ‘Dios’ o haces una canción y te meten en la cárcel”. En contra, algo de corrección necesitan precisamente todos esos ‘haters’ que, a través de las redes, le atacan gratuitamente por su físico: “Me han dicho barbaridades: desde ballena varada; que me va a explotar el corazón; o que me cargo la sanidad pública -yo que no voy al médico-. Hablan mucho de que estar gordo es insano, que es un pecado mortal, que soy un mal ejemplo. Sin embargo, beber y fumar es malo y nadie se mete con ellos”, dice Castro que se toma a estos ‘haters’ de las redes con humor.
Se pone seria, en cambio, cuando le recriminan que haga apología de la gordura, algo que, según ella, es mentira: “Me duele que se basen en que hago apología de la gordura. No hago apología de nada. Me siento bien conmigo misma y si algún día adelgazo será porque yo quiera y no porque digan los ‘haters’, como han dicho, que puedo alimentar a toda una tribu africana durante un año. Si hago apología de algo, es de quererse a uno mismo y que cada uno haga con su cuerpo y de su vida lo que quiera si no hace daño a nadie”.
Queda mucho camino
Al preguntarle por alguna de las obras con las que se quedaría en su larga y prolífica trayectoria, Castro opta por ‘Pieles’ –“una película que pasará a la historia y que será un referente y que he podido compartir con amigas como Carmen Machi y Candela Peña, de Viladecans”- y una visita guiada teatralizada por refugios antiaéreos con las mujeres de la Guerra Civil como protagonistas, “un homenaje a mi padre y a todas las personas que vivieron la guerra y que fue muy emocionante al poderlo presentar primero a aquellas personas que lo inspiraron”.
Dos proyectos en más de veinte años de carrera en donde la mujer tiene un papel destacado. “Algo está cambiando, pero queda mucho camino. Me hace gracia cuando dicen que la mujer ya tiene lo que quiere, cuando no cobra los mismos sueldos, no tenemos las mismas oportunidades, no hay una sola directora en medios públicos, no hay presidentas del gobierno, siempre ‘vices’. Este año ha habido la primera directora de fotografía nominada en los ‘Oscar’”, exclama. “Soy feminista porque lo contrario es ser machista. Pero no es que luche contra el hombre, al contrario, se trata de luchar conjuntamente por la libertad de la mujer. Cuando yo nací, la mujer no podía ni comprar una lavadora sin el permiso del marido; ahora, hay todavía mucho machismo cotidiano. En nuestro entorno, sin darnos cuenta. Y lo primero para poder cambiarlo es reconocerlo”.
Nuevos retos
Por su parte, la actriz ya trabaja en nuevos retos: el mismo día que se publica la presente edición de El Llobregat, el 6 de abril, estrena ‘Campeones’ de Javier Fesser y con el gran Javier Gutiérrez de protagonista; también este mes llega la tercera temporada de ‘Vis a Vis’, “que va a ser muy potente”; y, a final de año, estrenará ‘Matar a Dios’, en la que es la única mujer de la película y con la que ha sido premiada en Sitges. En paralelo, Castro avanza que está estudiando con el Ayuntamiento de Sant Boi un nuevo proyecto vinculado al cine, pero que no puede avanzar y que espera que se pueda concretar pronto. III