La ciudad baixllobregatense es la segunda de Cataluña en llevar a cabo esta iniciativa tras Barcelona
Primero fueron los polideportivos; luego espacios destacados de la vía pública; los mercados –fijos y ambulantes-; las unidades móviles de la Policía Local y, ahora, las farmacias. Esplugues da un paso más como ciudad cardioprotegida a partir del programa público-privado ‘Catalunya, territorio cardioprotegit’ con el que incorporará un Desfibrilador Externo Automático (DEA) en cada una de sus farmacias.
De esta manera, Esplugues sigue la estrategia de Barcelona y se convierte en la segunda ciudad de Cataluña en equipar sus farmacias como puntos de referencia para asistir a una persona con parada cardiorrespiratoria. En concreto, Esplugues ya ha equipado en una primera fase a siete de sus farmacias y, a finales de año, lo hará con el resto. En total 13 establecimientos. “Desde el Ayuntamiento, el año pasado, instalamos 14 aparatos en diferentes equipamientos públicos y espacios abiertos para garantizar que todos tengan un desfibrilador al alcance. Agradecemos ahora que sean las farmacias de nuestra ciudad quienes se sumen a esta apuesta municipal”, ha dicho la alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz.
Según las estadísticas, más de 3.000 personas murieron en 2017 víctimas de la muerte súbita cardiaca, la cual no entiende ni de sexos ni de edades. Lo que sí sabemos es que una vez aparecen los síntomas y el propio ataque tenemos solo diez minutos para desfibrilar el corazón y reanimar a esa persona: “Es la única solución”, ha dicho el Dr. Josep Brugada. “Es una cuestión de tiempo”. En este sentido, ha destacado de la importancia de atender esta cuestión que representa la muerte de 20 veces más el número de víctimas por accidente de tráfico: “Sin embargo, los recursos destinados a evitar la muerte súbita no se corresponden ni de cerca con esta comparativa”.
La iniciativa, impulsada por la Fundación Barcelona Salut, la Asociación de Farmacias de Barcelona, el Ayuntamiento de Esplugues y la colaboración de Laboratorios Ferrer, nace de una primera fase de cardioprotección en la demarcación de Girona, en donde cada municipio cuenta con un DEA en la plaza del pueblo, que han salvado ya la vida de 50 personas, las últimas este mismo fin de semana. Ahora la iniciativa sigue conquistando municipios después de un cambio normativo vital que se dio en 2012 con el decreto 151/2012 en el que se permitía, en caso de extrema necesidad, el uso de estos dispositivos a todas las personas, aunque no fueran profesionales.
De hecho, los DEA son de una simpleza notable. Solo es necesario escuchar las instrucciones y los pasos básicos del aparato para poder atender y salvar una vida. Igualmente, en declaraciones a El Llobregat, Brugada iba más allá defendiendo que sería “bueno y recomendable” introducir cambios en la normativa de seguridad laboral para cardioproteger a las empresas “igual que es obligatorio contar con un extintor por cuestiones de seguridad” y de la misma manera que hacen las multinacionales, la gran mayoría cardioprotegidas. De la misma manera, reclama una hora al año en un curso para poder formar a estudiantes de Cataluña sobre el uso del DEA, primeros auxilios y otras técnicas como las relacionadas con el atragantamiento: “Solo pido una hora; y sería suficiente”.
En el acto, Díaz y Brugada han estado arropados por Jordi Ramentol, consejero delegado de Laboratorios Ferrer, que ha destacado el papel importante de la prevención; Antoni Torres, presidente de la Federación de Farmacias de Cataluña, que ha calificado las farmacias como “el corazón neurálgico de las ciudades y los barrios”; y el subdelegado del Gobierno de España en Cataluña, Emilio Ablanedo, que ha destacado la importancia de iniciativas como ésta en un tema como la muerte súbita a la que todos estamos expuestos.