Dos bodas para Sant Isidre. Mireia y Sergi se casarán el próximo sábado 11 de mayo mientras Oriol y Xavi lo harán el domingo 12 de mayo durante la celebración de la Fira de Sant Isidre. Esta iniciativa que ha arrancado el Ayuntamiento de Viladecans para potenciar la feria y ampliar la oferta comercial se hará de forma “ficticia” en esta ocasión, como preparación para celebración del año que viene, donde la Fira de Sant Isidre cumplirá su 50 aniversario. Las bodas de Las Vegas llegan a Viladecans para exhibir la oferta comercial y las últimas tendencias en moda, maquillaje y peluquería.
Este desfile de moda promocionado por bodas civiles no será el único punto principal de la feria. La agricultura volverá a jugar un papel principal con sus exposiciones en el edificio Cúbic y los diferentes productos que se podrán comprar en el tradicional ‘Mercat de Pagès’. Todo ello junto a la 18ª Muestra de Entidades Locales, donde las asociaciones, movimientos ciudadanos, pero también partidos políticos, enseñarán a los vecinos y vecinas de Viladecans su “labor” en el municipio, así como el tejido asociativo de la ciudad.
Can Llopis: una forma diferente de vivir Sant Isidre
La presentación de la 49ª Fira de Sant Isidre ha comenzado con una visita a la finca de Can Llopis, en el Parc Agrari del Baix Llobregat, Viladecans, donde también se tiene previsto “utilizar el espacio para charlas y como aula de cocina para todos estos días”, ha avanzado Domingo Murillo, presidente del Gremio de Hostelería de Viladecans.
De hecho, las degustaciones y formaciones para cocinar tienen un objetivo claro: potenciar el producto de proximidad. Así lo ha expresado Carles Fabra, presidente de la Cooperativa Agrícola de Viladecans, al afirmar que con estos talleres tenemos “la oportunidad de coger los productos de la tierra y darles salida en Sant Isidre”.
El 11 y 12 de mayo se cita en Viladecans el mejor producto agrícola del Baix Llobregat. La 49ª Fira de Sant Isidre sigue innovando para intentar atraer a los jóvenes de la ciudad con diferentes actividades, como las bodas en directo, pero sin perder la herencia histórica de la ciudad: el ‘pagès’ y su mundo.