Servicios y suministros
Artículo publicado el 30/8/2007 en ABC
El presidente Montilla al constituir su gobierno enarboló la bandera de la gestión de los problemas cotidianos. Menos abstracciones políticas y más atención a los problemas inmediatos de los ciudadanos, proclamó.
Sea por aquello de que las palabras se las lleva el viento o porque el hombre propone y Dios dispone, lo cierto es que el nuevo curso político empezará en septiembre con el referente inexcusable de la crisis de los servicios públicos. Cortes de suministro eléctrico y desbarajuste en Cercanías de Renfe, principalmente.
Vivimos en una sociedad contradictoria. Los mismos ciudadanos que progresivamente se desentienden de la política, absteniéndose de votar, dan por supuesto que los servicios públicos funcionarán en cualquier caso. Los debates sobre diseño de los servicios públicos, quedan así como un asunto de minorías, si se quiere cualificadas o legitimadas -funcionarios y políticos-, pero minorías al fin.
Por ejemplo, mientras la ampliación del aeropuerto de El Prat fue un proyecto, el debate (de las minorías) quedó centrado en como trazar las pistas para no perjudicar las colonias de aves que recalan en las marismas circundantes. Si los ciudadanos de Gavá y Castelldefels hubieran tenido consciencia entonces de lo que un trazado u otro afectaría al nivel de ruido en sus casas..., seguramente el trazado hoy sería otro.
Reconocer el porqué pasan las cosas, es imprescindible para poner remedio a los problemas.
Sufrimos las deficiencias de los servicios sin que alguien atine a identificar con claridad cuál es el origen del problema. Nadie asume ninguna responsabilidad.
El desfase entre lo percibido por el ciudadano y los mensajes oficiales queda ilustrado por la nueva campaña publicitaria que Renfe Cercanías ha lanzado a la calle. Bajo la fotografía de un sonriente ejecutivo que viaja en tren, se puede leer «cada día tienes más motivos para dejar el coche». ¿Quién ha decidido esa campaña? En toda la cadena directiva de la compañía, ¿a nadie se le ha ocurrido que decir eso hoy en Barcelona suena más a choteo que a verdad?