Desde del pasado mes de abril en que tuvieron lugar las elecciones generales, hemos vivido con expectación e incredulidad la incapacidad del presidente del Gobierno para dirigir el país y lograr los acuerdos necesarios para poner en práctica cuanto antes, medidas que ayuden a evitar lo que parece que se avecina nuevamente, otra grave crisis económica y de empleo.
Cabe recordar que Sánchez es presidente del Gobierno gracias al apoyo de Quim Torra y el resto de fuerza separatistas que le ayudaron a presentar una moción de censura contra el gobierno del Partido Popular. Los socialistas, a su vez, le han devuelto el favor a los independentistas a través de más de 40 pactos en ayuntamientos catalanes donde gobiernan conjuntamente, o en el propio Consell Comarcal del Baix Llobregat, donde post-convergentes y socialistas van de la mano al igual que en la Diputación de Barcelona.
Sorprende por tanto, el virage a última hora del PSC, que como siempre, se acuerda sólo de España en las elecciones, para luego lanzarse a los brazos de aquellos que quieren romper la convivencia en Cataluña, de aquellos que incluso les cuesta horrores condenar la violencia. Una violencia callejera que ha dado al mundo la peor cara de nuestras ciudades y pueblos. ¿Dónde ha quedado aquella Barcelona cosmopolita, integradora, moderna y puntera que era la envidia de todos?
Es el momento de cambiar. De recuperar las calles con convivencia y sentido común. Que se vuelva a poner el acento en aquellas medidas que realmente mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, y que trabajemos todos juntos por tantas y tantas cosas que nos unen, que son muchas más que las que nos separan. El próximo 10 de noviembre el Baix Llobregat se juega mucho. Necesitamos gobiernos aquí en Cataluña y al frente de España que trabajen codo con codo por evitar una nueva recesión. Queda mucho trabajo que hacer en materia de empleo. Lograr que nuestros jóvenes tengan oportunidades, que la gente mayor tenga garantizada sus pensiones. Que disponer de una vivienda deje de ser un lujo, y que la educación y la sanidad mejoren en calidad. Los retos son muy amplios pero para conseguirlo tenemos que conseguir un cambio al frente del gobierno de la nación. Es el momento de concentrar el voto en la única fuerza capaz de lograr ese cambio.
Si vamos divididos, ellos ganan. Ahora es el momento de sumar y por ello, el 10N tenemos los vecinos una nueva oportunidad de mejorar nuestro futuro. Es tiempo de sumar en popular.