Doce meses de bofetadas de realidad

Si por algo será recordado este 2019 es por la finalización de una de las obras más pospuestas e interminables de la historia reciente. La variante de Vallirana, puesta en marcha en noviembre pasado, ha simbolizado la dejadez de funciones de las administraciones con respecto a infraestructuras necesarias. Tres décadas después de que se comenzara a reivindicar, la comarca ha visto cumplido uno de sus deseos más fervientes: que los conos fueran retirados y que las caravanas pasaran a la historia en este punto negro de la movilidad del Baix.
Ha habido avances en este 2019, sobre todo en el discurso de políticos y ciudadanía en relación a varias problemáticas, pero la realidad se ha entestado en recordarnos que aún hay mucho trabajo por delante.
Por una parte, 2019 ha servido para confirmar las intenciones del Ministerio de Fomento para con las obras de soterramiento de las vías que afectan a dos de nuestros municipios, Sant Feliu y L’Hospitalet, que comenzarán a ser una realidad a lo largo de este 2020. No obstante, la lista de obras inacabadas sigue siendo larga, tras la finalización de 2019.
Llamados a las urnas
A la hora de analizar la actualidad de 2019 es preciso hacer referencia a la gran cantidad de procesos electorales a los que hemos sido llamados. En enero del año pasado ya anuciábamos el maratón electoral que se avecinaba, comenzando en las generales del 28 de abril, las municipales y europeas del 26 de mayo y las segundas elecciones del 10 de noviembre. Todo ello en un clima de precampaña en Cataluña, donde parece que los comicios no se harán esperar. Sea como sea, el PSC salió airoso de todos los lances en las urnas y consolidó su poder en el Baix Llobregat y L’Hospitalet.
Año negro
En los programas electorales de los partidos que se presentaron a las diferentes elecciones había un apartado con medidas para erradicar la violencia machista. En este sentido, 2019 ha sido un año negro en cuanto a cifras: al cierre de esta edición, habían muerto en España 55 mujeres a manos de su parejas, dejando 46 huérfanos y tres víctimas menores. Los datos en la comarca tampoco son halagüeños, y es que según datos del segundo trimestre del año, los últimos disponibles, 855 mujeres fueron víctimas de violencia machista. Destacan los casos de Janet Jumillas y Susana Cortés, dos vecinas de Viladecans que fueron asesinadas durante la primera mitad del año; la primera a manos de un conocido, por una deuda y tras dos meses de búsqueda, y la segunda a manos de su ex marido, que la grabó mientras sufría una hipoglucemia que le llevó a la muerte.
Desde el Consell de Dones denuncian, además, que los partidos judiciales del Baix son de los que menos órdenes de protección conceden a las víctimas en toda Cataluña.
En general, las problemáticas anuales suelen repetirse año tras año. Un ejemplo son los barracones escolares, en los que estudian clases enteras a la espera de un presupuesto para construir un edificio definitivo. En la comarca hay una decena de colegios en barracones en su totalidad o con ampliaciones a base de módulos.
El otro gran tema del año ha sido la concienciación por el medio ambiente. Los grandes discursos de ayuntamientos y entes supramunicipales como el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) o la Diputación han hecho bandera de ello. No obstante, se han sucedido este año varios episodios relacionados con la salud del agua del Llobregat y de las rieras de la comarca que han puesto en alerta a los ecologistas y han demostrado que en este 2020 queda camino por recorrer.