Llevamos más de mes y medio confinados en casa para poder combatir esta pandemia mundial que es el coronavirus, mientras que muchas personas se exponen para poder atender a los enfermos o prestar servicios esenciales tan necesarios.
Obviamente, lo primero que debemos de hacer es dar apoyo a las familias de los fallecidos, y trasladar el mayor ánimo a los que están padeciendo la enfermedad. También, reconocer el trabajo ingente que hacen nuestros profesionales sanitarios al mismo tiempo que otros colectivos de sectores tan diversos como el geriátrico, alimentación, transporte, limpieza o seguridad. Son muchos de los que no podemos ni debemos olvidarnos, ahora ni tampoco cuando pase esta crisis.
Estoy convencido que tendremos tiempo más adelante de depurar las responsabilidades de aquellos que teniendo todo el poder no hicieron lo que debieron en cada momento, pero ahora debemos centrarnos en plantear líneas de trabajo y, especialmente, soluciones.
Creo que hay que intensificar los trabajos en 3 líneas de actuación. La primera es combatir la pandemia, suministrar los medios materiales y humanos para que los enfermos se reduzcan, evitar los fallecimientos, y proteger a la población y a quienes velan por nosotros.
Una segunda línea de actuación debe ser centrarnos en la crisis económica y social que ya estamos padeciendo. Miles de personas que han perdido su empleo, autónomos y pymes que nos les cabe más remedio que cerrar, ERTEs con un millón de personas que viven con la incertidumbre de qué pasará con su puesto de trabajo, empresas que no saben si volverán a subir la persiana, personas que no pueden pagar su hipoteca o alquiler, niños que no tienen los medios para seguir el curso telemáticamente…
Para dar respuestas a todos los problemas que aquí se nos plantean hay que ponerse de verdad a trabajar. Escuchar las necesidades de todos los colectivos y comenzar a tomar medidas serias, no algunas estéticas para quedar bien y hacerse la foto. Es el momento donde se deben cambiar las prioridades, modificar los presupuestos de las Administraciones, bajar o quitar determinados impuestos, crear planes de creación de empleo y de ayuda al tejido empresarial y comercial.
Y una tercera línea de acción no menos importante es trabajar en crear planes de contingencia ante futuros os rebrotes del coronavirus, o de nuevas pandemias. Una vacuna cuanto antes es fundamental, pero también crear protocolos de actuación, medios y mecanismos para que nunca más cualquier virus nos pille tan desprotegidos.
Ahora la pelota está en el tejado de los que mandan, los de aquí y los de allí. Tienen todo el poder, y suya es la decisión de esperar a que nos vuelva a pillar el toro o ser proactivos para que jamás debemos volver a vivir una situación como la que estamos padeciendo todos en estos momentos. III