Las ciudades de Sant Joan Despí, Esplugues y Viladecans, han cerrado instalaciones de uso intensivo o suspendido actividades públicas para evitar los contagios y garantizar el distanciamiento social
La alarma generada por el preocupante brote de covid-19 que afecta a 300 vecinos de los barrios de La Torrassa, Collblanc y La Florida se ha extendido a las ciudades limítrofes, como Esplugues, Sant Joan Despí o Viladecans. Los municipios se han apresurado a cerrar aquellas instalaciones públicas de mayor concurrencia de personas para evitar posibles contagios y han clausurado actos y aumentado los controles para evitar aglomeraciones
Además, todos ellos han hecho “un llamamiento a la responsabilidad” a toda la ciudadanía para que cumpla con las medidas básicas de seguridad, higiene y distanciamiento social para evitar nuevos contagios, haciendo especial hincapié en el uso obligatorio de las mascarillas y un descenso de la actividad en las relaciones interpersonales más allá de las que tienen lugar en el seno familiar.
En Esplugues, que comparte muchas calles con L’Hospitalet, ya se han empezado a realizar controles en los accesos a los mercadillos de Can Vidalet y La Plana (esté sábado se hará también en el de la calle Àngel Guimerà) en los que “se toma la temperatura a los asistentes para garantizar que no haya ninguna persona que tenga fiebre y así evitar la propagación del covid-19. También se está controlando el aforo para evitar aglomeraciones.
Evitar el contacto físico
Esplugues también ha cerrado las pistas deportivas al aire libre “para evitar el contacto físico y facilitar que se respete la distancia de seguridad mínima entre personas de 1,5 metros”. También se mantienen cerrado el Parc dels Torrents en horario y se ha extremado la vigilancia policial en las terrazas de bares y restaurantes para garantizar que se respetan tanto los aforos y como la distancia de seguridad entre mesas y sillas.
El Ayuntamiento de Sant Joan Despí ha cerrado las pistas deportivas exteriores del parque de Sant Pancraç, del parque de la Fontsanta y de la avenida de la Generalitat (en el barrio de Torreblanca) como medida de prevención porque “son las que tienen un uso más intensivo”, han explicado fuentes del consistorio. Además, los accesos en la zona agrícola y a la ribera del río Llobregat permanecerán cerrados en horario nocturno.
Por su parte, el Ayuntamiento de Viladecans ha suspendido el acto en recuerdo de las víctimas del covid-19 y en homenaje a las personas que han trabajado y trabajan para combatir la pandemia que estaba prevista para este jueves a las 20.30 horas en el Parc de la Marina. El acto iba a ser presentado por la periodista de La Sexta Dayana García Blas.
Un olivo en homenaje a las víctimas
La ceremonia era el colofón a una serie de iniciativas que se han llevado a cabo en la ciudad para recordar a los fallecidos y afectados por el coronavirus que comenzó con la plantación de un olivo en el Parc de la Marina con una placa conmemorativa en la que reza un fragmento del poema “L’Olivera Mallorquina” de Josep Lluís Pons i Gallarza, un poeta del siglo XIX.
Por otro lado, desde En Comú Movem Cornellà se ha reclamado a la Generalitat –como ya se viene haciendo desde los ayuntamientos metropolitanos en los últimos días- que aumente los rastreadores (para identificar el alcance de cada foco de la pandemia) y que se dote de más recursos sanitarios a la red de centros de atención primaria, “un elemento básico para atender de forma próxima y ágil la salud comunitaria”, han precisado desde la formación.