La Colònia Güell tiene muchos moradores ilustres, venidos de todas partes. Uno de ellos es el periodista británico, productor y director independiente de noticias, reportajes y películas Justin Webster (1963). Webster lleva un cuarto de siglo vinculado al Baix Llobregat y cuenta en su haber con numerosos documentales aplaudidos internacionales de temáticas tan diversas como el proceso independentista escocés, el atentado del 11M en Madrid o Gabriel García Márquez.
También es el autor del largometraje FC Barcelona Confidential y de la serie Muerte en León: anatomía de un crimen, basada en el asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, en 2014.
¿Qué hace un inglés de Aldershot (condado de Hampshire) en la Colònia Güell?
Vivo en la Colònia con mi pareja, Sumpta Ayuso, que es de Pallejà. Encontramos aquí una casa deshabitada y destrozada, que era justo lo que buscábamos y la renovamos. De eso hace unos 25 años.
Eso significa que ya formas parte de ella ¿no?
Sí. En la Colonia Güell residimos unas 800 personas y es como un pueblo. Vivimos muy intensamente la vida del pueblo desde hace años.
¿Y has tenido oportunidad de implicarte en esa vida de pueblo?
Claro. Me metí de lleno en la vida de la Colonia sobretodo a partir del AMPA, con mi primera hija. Ahora mismo estamos muy implicado con una campaña que se llama “Salvemos el entorno de la Colonia Güell” porque hay un plan bastante avanzado, para construir cerca de 1800 viviendas en los campos de alrededor. Cuando empezó la pandemia hice un pequeño vídeo de campaña para apoyar al movimiento, que está cogiendo mucha fuerza. Hay muchas asociaciones del Baix Llobregat que están uniéndose, especialmente ahora, contra los planes urbanísticos como este que no tienen sentido.
¿Orgullo de vecino del Baix…
Pues sí. Aunque no tanto del Baix Llobregat como de la colonia. De la Colonia Güell me gusta que el sentimiento de pertenencia a ella es muy intenso. Con Santa Coloma de Cervelló pasa algo como entre Cataluña y España. Hay un sentimiento de identidad propia entre ambas muy marcado y el mío es muy fuerte.
Comenzaste profesionalmente como periodista, pero muy pronto te decantaste por el documental. ¿Qué te atrajo de este género?
Estudié Literatura Clásica en la universidad. Me interesaba la escritura en general. Y cuando empecé a trabajar, después de varias experiencias, aterricé en The independent, uno de los mejores periódicos de Inglaterra en su época. Poco después crearon The Independent on Sunday, del que yo formé parte como becario, pero pude ver nacer al periódico desde cero, fue una experiencia increíble. Y de ahí es donde empezó a interesarme el género del periodismo narrativo, de la no-ficción, la experiencia de contar historias verdaderas, sin ser un reportaje, pero con rigor periodístico. Mi primer amor fue este, el periodismo narrativo, los reportajes largos, la no-ficción.
Y después, el salto al audiovisual.
Sí. Al llegar a España en los años 90 tuve la oportunidad de empezar a hacer radio y reportajes cortos para la BBC y descubrí el mundo del documental. Gracias a un editor de la BBC con el que conecté, a principios de los años 2000 hice mi primer largometraje de no-ficción FC Barcelona Confidential, que tuvo mucho éxito y ganó premios. Aunque para mi hacer documentales o series de no-ficción es una extensión del periodismo narrativo. Son completamente diferente en las formas, pero el espíritu es el mismo.
Empezaste con ‘FC Barcelona Confidential’ pero has acabado hablando de temas complejos como el Fin de ETA, la vida de los yihadistas, asesinatos políticos en Guatemala o el documental sobre la vida de Gabriel García Márquez (Gabo). ¿En qué te inspiras para escoger las historias y qué te atrae de ellas?
Barça Confidential, habla de fútbol, pero realmente es una excusa para hacer un tipo de documental que es observacional. El tema siempre es un 5% de la idea, como le digo a mi equipo. Se trata de contar la historia a través de los personajes, como se cuenta una historia en la ficción, pero sin ningún tipo de ficción. Lo esencial es encontrar personas en situaciones interesantes en cualquier ámbito. El tema para mí es lo menos importante.
¿Te has planteado alguna vez hablar sobre la Colonia Güell?
Sí, sí. Hay un documental que me encantaría hacer, y que quizás consiga hacer algún día, Trataría sobre los japoneses que vienen a visitar la cripta de Gaudí. Estos turistas llegan todos los años en parejas, o de tres en tres, pero nunca en grupo. Llevo años hablando con ellos. Sus historias son fantásticas, Normalmente son personas muy cultas, muy interesantes.
¿Para hacer un buen documental, para ser objetivo? ¿Hay que mantener una cierta distancia con la historia que se cuenta?
En absoluto. De distancia, nada. Eso de ‘ser objetivo’ induce normalmente a confusión. Yo intento ser honesto, pero ser objetivo suena a ser escéptico y eso es justamente lo opuesto a lo que intento hacer. Mis documentales no son activistas ni tienen un mensaje sencillo. Intento que las historias sean honestas con la realidad, como en un buen libro.
Así que intentas emocionar a los espectadores con historias que pasan en la vida real…
¡Exactamente! Emocionar es la palabra. Y además creo que hay otro elemento en la no-ficción. Siempre, siempre hay una gran relación con la verdad, con los hechos verificables, que es sagrada. No poder utilizar la inventiva parece un problema, pero, en realidad, te da un enorme beneficio porque algo que está bien explicado y que es verdad tiene una fuerza impresionante. Además, creo, que muchas veces las historias de no-ficción son mucho más originales que la ficción.
También ocurre que hay historias reales, de no-ficción, que parecen inventadas. ¿Con alguna de las historias de tus documentales has tenida la sensación de que no podían ser verdad?
Creo que con la realidad, si te la tomas en serio, siempre te ocurre esto. Siempre hay algo que no es exactamente como creías, porque las cosas no son nunca exactamente lo que piensas. Y puede acabar siendo algo espectacular, como ocurre por ejemplo en mi documental I will be murdered (Seré asesinado,) que es realmente extraordinario en ese sentido. Cuando se dice que la realidad parece ficción es más por culpa nuestra que de la propia realidad, porque tendemos a pensar que la ficción siempre es más espectacular. Pero no, la realidad puede ser completamente sorprendente
Y ahora, ¿en qué proyectos trabajas?
Tenemos dos proyectos entre manos. Uno de ellos trata de nuevo sobre el fútbol, pero esta vez será una expresión más extrema del formato de documental observacional. Es como el siguiente paso de Six Dreams, la serie que hicimos sobre fútbol, pero llevado al extremo. No puedo decir mucho más porque se rompe el misterio. Y nuestro otro proyecto es un thriller científico.
Como documentalista y como británico residente en Cataluña desde hace tantos años. ¿Qué opinas de la crispación social que estamos viviendo últimamente, con el procés separatista o los recientes altercados por el encarcelamiento de Pablo Hasél?Este tema me está haciendo pensar mucho estos últimos días. Creo que hay una sensación de rechazo a la violencia y a estos disturbios, pero también hay una nueva generación bastante triste en comparación con la mía, con la que vivió los años 70. Lo noto mucho con mis hijos. El problema es que según qué digas parece que estás apoyando a la policía y defendiendo la mano dura o parece que estés a favor de una revolución. Tengo la esperanza de que estemos empezando una nueva época en la que se huya de los extremos. Las dos cosas pueden ser verdad y son verdad. Los destrozos causados son horribles, pero también se debe hacer algo para que la gente deje de estar tan triste. III