«Nunca he conocido a un genio. Un genio para mí es alguien que hace bien en algo que odia. Cualquiera puede hacer bien algo que ama: es solo una cuestión de encontrar el tema». Clint Eastwood
A sus 91 años, Clint Eastwood (San Francisco, California; 31 de mayo de 1930) sigue dirigiendo películas, sigue protagonizándolas, es el último clásico de Hollywood.
«Cry Macho» no es una de sus grandes obras, pero es una película notable (el guión es muy básico), la mejor de Eastwood desde «Sully». Se basa en el relato de N. Richard Nash, que ha escrito el guión junto a Nick Schenk.
Es una road movie, también una buddy movie, que adquiere sentido sobre como encontrar nuestro lugar en el mundo, tengamos la edad que tengamos. Es un canto a la esperanza y a la amistad.
En el film suena en varias versiones y en varios momentos el bolero clásico «Sabor a mi», de 1959, del mexicano Álvaro Carrillo, popularizado por el trío Los Panchos.
La acción se desarrolla en 1978. Texas, 1978. Una ex estrella de rodeo y criador de caballos retirado (Eastwood) acepta un encargo de un antiguo jefe: traer a su hijo pequeño Rafo (buen trabajo del actor Eduardo Minet) desde México de vuelta a casa para alejarlo de su madre alcohólica. En el viaje, ambos se embarcarán en una inesperada aventura.
El Macho del título es el gallo de pelea de Rafo con el que va a todas partes. Los dos protagonistas aprenderán cosas el uno del otro durante su viaje.
Clint parece que disfruta en su faceta de protagonista (es en muchos momentos un hombre medicina), conduce, tiene un par de momentos de acción y deviene en un consumado bailarín. En su vejez parece sabio y tiene ganas de disfrutar, no se conforma.
La película tiene marcados momentos de western y tiene un mensaje optimista. También reivindica que con esfuerzo y savor faire se pueden superar todas las barreras generacionales.
En su vida privada Eastwood vota al partido republicano (incluso ha participado en alguna campaña electoral), pero sigue haciendo películas que destilan un mensaje que parece más bien de izquierdas.
El momento cumbre de la película tiene lugar en un pequeño pueblo, en el que se ven obligados los dos protagonistas a pasar unos días, y en el que conocen a una viuda, propietaria de la cantina local y que será muy importante en la trama, lo encarna con brillantez la actriz mexicana Natalia Traven.
Clint en su faceta de director huye de los trucos baratos, apuesta por el espectáculo, por la narración diáfana.
En definitiva, «Cry Macho» es una buena película, que no engaña, que es honesta, que demuestra que su autor y protagonista es uno de los grandes de la historia del cine, que ama profundamente el Séptimo Arte.
El gran Billy Wilder dirigió su última película con 80 años («Aquí un amigo»). Pese a que se encontraba bien físicamente y tenía ganas de seguir dirigiendo, en Hollywood no le dejaron mantenerse en activo, a nivel profesional. Clint es un caso diferente, muy diferente, quizá porque financia sus proyectos con su propia productora, Malpaso.