Este año se hablaba de la ministra Sánchez, exalcaldesa de Gavá, pero no vino. La alcaldesa Moret y su equipo habitual han soltado su pamema usual y no han aludido a ningún tema clave para la pagesia local, la más numerosa de todas las ciudades del Parc Agrari.
Nada de las ZEPAS, nada del cáñamo industrial, nada del ahogo del campo por el encarecimiento de la luz, gasóleo, fertilizantes y semillas y por supuesto sin explicar que estando los alimentos más altos de precio en una década, los costes de producción también. Y por todo ello el descontento de los agricultores esta más vivo que nunca.Trataré de compensar mínimamente este déficit habitual de información sensible, como lo es por ejemplo los -5000 pobres santboyanos- que Cáritas detecta y que el Ayto. evita publicitar.
El empobrecimiento general y el agrícola se evidencian en el fenómeno del espigar hortalizas que dados sus bajos precios, ya ni se cosechan, cediéndolos a una Ong, que su vez las aporta a nuestro Banco de alimentos. Sin perder el hilo, este amo que permite espigar acelgas, por sus precios en pérdida, trata de compensar sus mermas, con el cáñamo industrial como algunos otros; sin embargo a pesar de la licitud del cultivo se encuentran todos con el hostigamiento burocrático municipal.
Contrasentido, seguramente pero de momento es así, por lo que el 14/12 a las 19h. en “Can Comas” masía y sede del Parc Agrari, se debatirá sobre el tema del cáñamo industrial. Se tratará de informar fiablemente sobre un asunto “tabú”. También del Palacio Fivaller, sede de la patronal agraria, nos llega merced una interferencia captada; la revelación y comentario sobre las zonas de reserva aviar- ZEPAS en el Parc Agrari, en esencia es la suma acumulada de incumplimientos compensatorios pendientes por las obras del puerto y aeropuerto.
La peor solución: extender en 1000 ha la reserva, -sin plan de gestión financiado-, que Bruselas demanda bajo amenaza de sanción o descuento de subvenciones.¿ Volver al 1900,con marismas palúdicas…? Al evaluar las experiencias de zonas ZEPAS ya existentes: descubrimos que salvo en la Mancha, no se pagan los daños por fauna.
Que las clasificaciones de las parcelas en compatibles y no compatibles pueden significar volver a la agricultura tradicional, aumentar los barbechos, dejar rastrojos, limitar fitosanitarios y semillas tratadas con ellos, prohibir la caza y las edificaciones y vallados. Anatemizar los herbicidas y las instalaciones energéticas alternativas. Controlar los sistemas riego. Son ya existentes todas ellas. En Cataluña el canal Segarra-Garrigues, es un ejemplo de una obra faraónica que deviene inútil por la protección de la ZEPA de aves esteparias; el delta del Ebro y las marismas del Empordà, arrastran también problemas graves al compatibilizar, cultivos y reserva ornitológica.
Hay masías restauradas donde se trata de hacer “pairalismo” y retórica vacua. Hay Palacios agraristas (Ministerio Agricultura) y Palacios consistoriales en S. Boi y
otros de la Generalitat, donde se corre un tupido velo sobre temas sensibles que pueden provocar una “tractorada” o una carencia de suministros que es peor.
Transparencia y buen trato a un sector que es clave aunque se le desprecie todavía. Y eso empieza con discursos pertinentes y adecuados a la grave situación de los agricultores.
Si (
No(
