La iniciativa solidaria, Mentali, ha conmemorado su quinto aniversario en la sala de plenos del Ayuntamiento de Sant Esteve Sesrovires, un acto que contó con la presencia del alcalde, Enric Carbonell, los regidores de Educación, Òscar Rodríguez, y de Bienestar Social, Lorena Cuesta, dos áreas que están implicadas en esta iniciativa. Mentali es un programa que lucha contra el desperdicio alimentario a través de los comedores escolares, de forma que buscan abastecer las comidas preparadas a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Según han informado, desde que comenzaron con este proyecto han distribuido un total de 17.725 raciones, las cuales han beneficiado a 111 personas.
Esta se trata de una iniciativa solidaria avanzada en la comarca, y para llevarla a cabo cuentan con la implicación de los centros educativos, las empresas de comedor, los voluntarios y el Ayuntamiento. Adriano es una de las personas que ha podido beneficiarse de este proyecto solidario, y ha contado que lo que le llevó a solicitar esta ayuda son dos motivos: que no encuentra trabajo y que, además, está enfermo. Según ha expresado, antes de que naciera Mentali, él “comía un poco de pan con lo que encontraba por ahí: o pan seco mojado en aceite o lo que había”. Además, ha señalado que “los que lo estamos pasando sabemos lo que es, sabemos lo que es que te falte. Yo gracias a Dios no tengo críos, pero se pasa muy mal”.
El programa Mentali, un nombre que viene de la palabra aliment con las sílabas cambiadas, nació en el año 2017 debido a que el Ayuntamiento lanzó una propuesta para buscar un método para reducir el desperdicio alimentario. Y es que, durante este proceso, detectaron que había colectivos en la ciudad que se encontraban en situación de vulnerabilidad y que, a causa de este motivo, no se alimentaban bien. Además, según ha señalado la responsable de Bienestar Social, Rosa Barón, junto al ambulatorio descubrieron que esta mala alimentación estaba también repercutiendo en la salud de estos habitantes de Sant Esteve Sesrovires.
Por estos motivos finalmente nació esta iniciativa solidaria, de manera que, según ha expresado la responsable del Área de Educación, Marisa Gómez, de lo que se encargaron fue de nutrirse “de las comidas cocinadas en los centros educativos para hacérselas llegar a aquella población más necesitada. Muchas veces por temas económicos y otras veces por temas sociales”. Este proyecto no solo cuenta con la participación del Ayuntamiento, sino que también está formado por las empresas de comedor Campos Estela y Hostesa, quienes gestionan los comedores escolares. También colaboran los cocineros que elaboran estas comidas y las AFA y AMPA de las escuelas, que son quienes firman los contratos para que existan los contratos de comedor. Finalmente, también participan la entidad Sullana y un grupo de voluntarios que se encargan de hacer la recogida y distribución de los alimentos.
Según ha expresado Rosa Barón, las personas que han recibido los alimentos aportados por Mentali han sido “personas que no podían cocinar porque después no podían pagar las elevadas facturas de luz o de gas; personas que por sus capacidades físicas o mentales no podían cocinar, por lo que tiraban de bocadillos y de una alimentación que no era sana; y familias que tienen a todos los miembros en el paro, por lo que económicamente no llegaban a poder pagar todo esto”. Por tanto, a través de esta iniciativa buscaban poder ofrecer una respuesta a todos estos problemas.
Los alimentos de Mentali provienen de la muestra testimonio
Por normativa de salud es obligatorio guardar siempre una muestra testimonio para controlar el alimento más adelante en el caso de que hubiera algún contagio. Por tanto, las comidas que reparte Mentali provienen tanto de estas muestras testimonio como de la comida que ha quedado en la olla de los diferentes centros de educativos de primaria y de infantil del municipio.
Nacho Montes es uno de los cocineros que participan en este proyecto, y ha contado que para llevar a cabo esta iniciativa lo que hacen es que, una vez está hecha la comida, se aseguran de que la comida supere los 76º y seguidamente guardan la muestra testimonio y la enfrían lo antes posible. Y es que, según ha señalado, “contra más tiempo esté a temperatura alta, más riesgo tenemos de contaminación de alimento”. Por tanto, una vez frío lo distribuyen en los envases y después ya pasan a congelarlo. Además, debido a que todo lo que está expuesto fuera ya no puede donarse, lo que él hace es guardar la olla y sacar una más pequeña fuera, de forma que pueda rellenarla después si hace falta más, y si no, puede donar la otra sin problemas.
Por lo que respecta a la recogida y el reparto de estos alimentos, el voluntario Gregorio Espinosa ha explicado que cada 15 días “voy a las escuelas y recojo la comida sobrante, la cual está congelada. La recojo del congelador de los colegios, la meto en una caja isotérmica, la recepcionamos en una hoja, ellos como entrega y yo como que recibo, y urgentemente la bajo al casal y la metemos en otro congelador para que no se estropee la comida”. Finalmente, ha continuado indicando que “junto a Pilar y Antonio hacemos un reparto proporcional para las personas que nos da la asistenta social”.
El trabajo de Mentali durante la pandemia y durante el cierre de los colegios
La responsable del Área de Educación ha expresado que durante la época de la COVID-19, en la que Mentali no pudo recibir los excedentes de los centros educativos, la colaboración de las empresas de comedor fue clave. Campos Estela y Hostesa “solidariamente nos traían la comida desde las cocinas centrales. Y esto es algo que ya se mantiene, porque ahora cuando en los periodos de vacaciones en los que no hay comedor, también podemos tener este recurso de las cocinas centrales de los comedores de las dos empresas”.
Durante estos cinco años, poco a poco el proyecto está consiguiendo cumplir con sus objetivos, ya que según ha destacado Marisa Gómez, lo que querían intentar “era conseguir que hubiera una conciencia de no tirar la comida, de qué hacer con los alimentos que sobraban en las escuelas”, además de evitar de “reducir la pobreza que existe en Sant Esteve y reforzar la inclusión social”.
Finalmente, gracias a todo el trabajo en conjunto que han llevado a cabo los diferentes grupos, Mentali ha pasado a consolidarse como una iniciativa de éxito, ya que ha logrado crear una red de solidaridad extraordinaria, de forma que cada uno de los elementos que participan en ella son indispensables para que esta funcione.