El Ayuntamiento de Viladecans ha puesto en marcha dos pruebas piloto dirigidas a que sendas comunidades –una integrada por vecinos y otra por comerciantes- puedan beneficiarse de la energía solar que generan las placas fotovoltaicas colocadas en las cubiertas de los equipamientos municipales. Cada familia participante en el ensayo podrá disponer del kilovatio a un precio más económico que el de la red eléctrica convencional, lo que podría hacerles ahorrar unos 150 euros anuales.
La primera comunidad de la prueba se ha constituido por una cincuentena de familias que residen a menos de 500 metros de la escuela Enxaneta y del Instituto Josefina Castellví i Piulachs (dotados de paneles solares desde su construcción en 2014) mientras que la segunda la integran una decena comerciantes del mercado municipal de la plaza de Europa, en el que antes de finales de año se van instalar 80 módulos fotovoltaicos que también abastecerán de energía a la oficina de atención ciudadana. El objetivo es que los “alrededor de un 30% el coste de la luz consumida”, han asegurado fuentes municipales.
En lo que respecta la prueba con la energía de los dos centros escolares, el consistorio ha abierto una convocatoria y está dirigiéndose a los posibles interesados y conminándolos a contactar con la oficina Vilawatt. Los destinatarios finales del ensayo serán seleccionados “con criterios sociales de prioridad”, han destacado las mismas fuentes.
Suministro garantizado
Los ‘elegidos’ para la prueba no estarán obligadas a cambiar de compañía eléctrica (a pesar de que se les recomendará que se apunten a Vilawatt) ni tampoco tendrán que realizar obras en sus hogares, pues el trámite es meramente administrativo. Por descontado, a todos ellos se les garantiza que “no se verán afectados por ningún problema de suministro”, ya que se trata simplemente “de un trámite administrativo”, han explicado desde el consistorio local
La intención del Ayuntanmiento de Viladecans es dotar de placas fotovoltaicas para generar energía antes de finales del próximo año a una veintena de edificios municipales, en torno a los cuales se constituirán nuevas comunidades energéticas. Este verano arrancó la instalación de placas en cinco equipamientos educativos, cinco deportivos, cuatro culturales y tres administrativos, además de en el depósito de vehículo y el mercado del a plaza de Europa. Las obras cuentan con el apoyo económico de los fondos FEDER de la Unión Europea, que sufraga la mitad de los casi dos millones de euros del coste del proyecto.
El gasto de 400 hogares
La potencia global producida por esta veintena de equipamientos será de unos 1.200 megavatios por hora, el equivalente al gasto medio de 400 hogares. Los participantes en la prueba ahorrarán más si ajustan sus consumos eléctricos a las horas en las cuales se genera la energía, es decir, cuando hay sol.
Pero el proyecto no finaliza ahí. El consistorio ya se ha solicitado en el Gobierno de España otra subvención de los fondos europeos Next Generation para ampliar en los próximos años la instalación de placas a otros once equipamientos (entre ellos el cementerio municipal), que podrían suministrar electricidad a otras 33 comunidades energéticas. La ampliación del número de placas aumentaría “alrededor de un 60% la generación de energía verde actual”, han asegurado fuentes consistoriales.
Bonificación en los impuestos
Para favorecer la implantación de nuevas comunidades energéticas, el Ayuntamiento de Viladecans ofrece bonificaciones de impuestos municipales por la instalación de placas. El impuesto vinculado a las obras de instalación se bonifica en un 95% y, una vez instaladas, se paga la mitad del impuesto de bienes inmuebles (IBI) del domicilio durante tres años. Además, “el trámite administrativo para la instalación es muy sencillo, puesto que solo requiere comunicación previa, sin necesidad de esperar a la tramitación de una licencia”, han recordado desde el propio ayuntamiento.
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