Las obras de la conexión de la A-2 y la C-32 en Sant Boi arrancarán este verano

El reinicio de las obras de la esperada conexión entre la autovía del Baix Llobregat (A-2) y la autopista Pau Casals (C-32) a su paso por Sant Boi (y ‘bautizada’ oficialmente como autovía B-25) es solo cuestión de meses. Ese es el compromiso que acaba de adquirir la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Raquel Sánchez, en una visita al tramo a medio construir dede hace una década “Las obras se van a iniciar este verano”, ha corroborado Sánchez, que ha estado acompañada en el periplo por la alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret.

La titular del Mitma, y exalcaldesa socialista de Gavà, ha insistido en que está vez el anuncio va en serio y que, por fin, van a comenzar “de una vez por todas” unas obras que estaban previstas para los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, que se paralizaron hace una década y que se han ido aplazando por falta de presupuesto. “Definitivamente las obras de conexión de la A-2 y la C-32 se van a iniciar en unos meses”, ha insistido Sánchez durante la visita.

Como prueba de que esta vez sí que no hay marcha atrás, Raquel Sánchez ha puesto sobre la mesa que “ya hay adjudicataria” para las obras, aunque no ha revelado el nombre de la empresa constructora que las llevará a cabo. El Consejo de Ministros autorizó la licitación del proyecto por 63 millones de euros (76,4 millones de euros si se incluye el IVA) a finales del pasado mes de noviembre. Las obras está previsto que se prolonguen por espacio “de 24 meses”, ha precisado la titular del Mitma, por lo que el futuro vial podría ser una realidad en verano de 2025, como muy pronto.

Años de colas y tapones

La nueva infraestructura liquidará los terribles colapsos viarios que padece diariamente la comarcal C-245 a su paso por Sant Boi, en concreto en la denominada rotonda de La Parellada. “La B-25 va a suponer una mejora significativa en la movilidad de Sant Boi, una ciudad que lleva años sufriendo colas y tapones en las entradas y salidas”, ha adelantado Sánchez. Además, la obra “va a suponer también una mejora de la movilidad en el Baix Llobregat y en toda el Área Metropolitana de Barcelona”, ha añadido la ministra.

El proyecto tiene esta vez visos de prosperar porque dispone de una partida económica específica para su financiación en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año. El anuncio en noviembre de 2022 del coste total de la infraestructura (los 76,4 millones de euros antes indicados) creó un importante desconcierto. Primero, porque en un primer momento no se aplicó el IVA (y se habló de ‘sólo’ 63 millones) y segundo porque el importe de la licitación suponía un incremento de 18 millones de euros en lo presupuestado por el propio ministerio en junio del año pasado (45 millones de euros). El alza, que todavía no ha sido justificada, representa una subida del 40% con respecto a las previsiones iniciales, sin incluir el IVA.

Eludir la trampa de La Parellada

El proyecto de construcción de la B-25 va más allá de una simple variante de la C-245 para eludir la trampa de la glorieta de la Parellada y facilitar las conexiones entre el Baix Llobregat Nord y la costa del Delta. Los trabajos supondrán un rediseño de la carretera BV-2002 (incluida la trama urbana Sant Boi), la modernización del nudo de Cornellà (en el que se multiplicará por dos el ramal existente), el nudo de Sant Boi Norte (en la BV-2002), el enlace de Sant Boi Sur (C-32 y el polígono industrial de Les Salines), el enlace de la autopista C-32 con la variante C-31c (que permitirá numerosos movimientos locales) y el enlace del Mas Blau (entre la autovía C-32b y el entramado del polígono industrial del mismo nombre y el casco urbano de El Prat).

El proyecto también incluye la finalización del ramal de acceso al Centro Direccional de El Prat y que se duplique el número de carriles en la triple conexión entre las carreteras BV-2002 y BV-2005 y el enlace (salida) número 602 de la autovía del Baix Llobregat, a la altura de Sant Vicenç. En este municipio están previstos otros dos ramales de conexión directa que evitarán la también transitada rotonda de les Ovelletes.

Un carril bici de 750 metros

En paralelo a la calzada para el tráfico rodado de la B-25 se va a construir un carril-bici de unos 750 metros de longitud, con una anchura de tres metros que se convertirán en cinco al sur del río Llobregat. El carril para bicicletas discurrirá contiguo al trazado de la nueva autovía desde el camino por el que se accede a la planta de tratamiento de aguas (ETAP) de Sant Joan Despí hasta la mismísima rotonda de La Parellada, en Sant Boi.

El proyecto del Mitma prevé la intervención en un conjunto de 24 estructuras, entre las de nueva construcción y las modificaciones, ampliaciones o sustituciones de los sistemas de contención de las existentes, lo que va a suponer “enlaces a distinto nivel” que van a dar “permeabilidad a la autovía frente a los cursos de agua, carreteras, vías de ferrocarril y los caminos interceptados por el trazado”, han subrayado fuentes del Mitma.

Reposición de servicios afectados

Como la autovía discurre por una zona prácticamente urbana o peri-urbana la adjudicación incluye los trabajos de reposición de los servicios que se verán afectados por las obras: tendido eléctrico -incluido el de Red Eléctrica Española-REE), líneas telefónicas conducciones de saneamiento y abastecimiento de aguas, canales de riego y conducciones de gas”, han especificado fuentes ministeriales.