L’Hospitalet estrena un servicio de facilitadores nocturnos que vela porque los comportamientos incívicos no molesten a los vecinos. Los mediadores pretenden frenar a los grupos que se han adueñado de diversos espacios públicos y son hostiles a los agentes externos.
Guillem Oset es uno de los profesionales que trabajan en el nuevo servicio de facilitadores de ocio nocturno de L’Hospitalet que realiza la empresa Portacabot y que vela porque los comportamientos de los más incívicos provoquen molestias a los vecinos, especialmente de noche, y en los ‘puntos calientes’ de la ciudad, aquellos en los que se acumulan más incidentes. Siempre en pareja, los facilitadores actúan en los Blocs Florida y sus alrededores (Les Planes), en la plaza Española (La Torrassa), la plaza de la Libertad (La Florida), la avenida de Severo Ochoa (Pubilla Casas) y en los barrios del Centre y Sant Josep de la segunda ciudad de Cataluña. Guillem tiene 40 años y un postgrado en Mediación Comunitaria. Le acompaña en su ‘patrulleo’ noctámbulo Aisling Bux, de 23 años, graduada en criminología y con un máster en mediación de conflictos, con especialización en lo civil (familiar, comunitario e intercultural).
El perfil de la pareja también lo comparten los seis profesionales de Portacabot, sumados al coordinador, que prestan servicio en L’Hospitalet. Todos ellos son personas formadas en conflictología; conocen los principios y los métodos de la resolución alternativa de conflictos y son profesionales de la mediación. Esta especialidad requiere de una formación de postgrado o especializada que se imparte en universidades o colegios profesionales una vez superados los grados de abogacía, psicología, sociología, pedagogía, antropología, ciencias políticas o educación social o bien de estudios relacionados con este ámbito.
Antes de empezar esta campaña en L’Hospitalet, Oset ya había trabajado con anterioridad en la empresa Portacabot y prestaba sus servicios como mediador en otro municipio, siempre movido por su interés por el trabajo comunitario en los espacios públicos. “Mi trabajo consiste en hacer análisis y un diagnóstico de los espacios públicos, tanto de sus elementos e infraestructuras como de los usos y funciones que hay en ellos y de las distintas comunidades socioculturales que se desarrollan”, en cada uno de los espacios públicos en los que se acumulan las fricciones, destaca Guillem Oset. Con un horario de 21.00 h. a 3.00 h. de la madrugada, el objetivo de este especialista es “generar vínculos con las distintas comunidades y trabajar las relaciones con estos”. Todo ello sin menoscabo de que también es imprescindible “detectar sus distintas necesidades, preocupaciones y problemáticas en cuanto al entorno,” explican los profesionales de la mediación.
“Se busca garantizar el descanso de los vecinos y evitar comportamientos incívicos, para ello hay que tejer relaciones de tú a tú, ganarse la confianza de la gente y tener cierto bagaje antes de actuar” explica Mònica Bascompte, coordinadora de mediación de Portacabot.
El objetivo es evitar el ruido y las molestias a los vecinos en las zonas de la vía pública con mayor presencia de ocio nocturno, especialmente en verano. Los facilitadores se enfrentan a grupos poco concienciados con el impacto nocivo que sus comportamientos poco respetuosos pueden generar. Según Guillem Oset, algunos de estos incívicos muestran una actitud “hostil o poco receptiva”.
Estos profesionales lidian también en L’Hospitalet con enfrentamientos y peleas entre grupos, muchas veces con ciudadanos que se encuentran bajo los efectos del alcohol o las drogas. “Nos encontramos con que hemos de hacer frente a la territorialización, es decir, a que algunos grupos se han adueñado de determinados espacios públicos a ciertas horas de la noche y que responden con hostilidad a los agentes externos”, reconoce Oset. El servicio, por tanto, pretende imbricar mejor el tejido social -a todos los niveles- y propiciar un acercamiento entre las distintas comunidades multiculturales que conviven en estos barrios) y los vecinos para tratar los asuntos que preocupan porque afectan directamente a la convivencia.
El Ayuntamiento de L’Hospitalet ha puesto en marcha esta iniciativa que funcionará todos los fines de semana de verano y todos los días en los Blocs Florida hasta el mes de octubre y que también se prolongará a los fines de semana de los meses de noviembre y diciembre. La misión del servicio: garantizar la convivencia, principalmente en zonas altamente frecuentadas y de uso público nocturno, en los barrios con mayor densidad de población. Es una manera de prevenir conflictos especialmente a altas horas de la madrugada, cuando ya han cerrado las terrazas y los bares.
Las funciones de los facilitadores son la observación, la interacción y la mediación a través de su presencia en las calles, para adelantarse y detectar problemas de convivencia, ruidos o conflictos y así poder solucionarlos y gestionarlos favorablemente. Los técnicos sensibilizan a los usuarios en relación a las consecuencias negativas que conlleva el incivismo y que es tanto posible como necesario poder divertirse sin tener que molestar al vecindario. Los profesionales contactan con los locales de ocio nocturno y con sus usuarios, así como con los noctámbulos que encuentran en la vía pública fuera de los establecimientos o en espacios públicos concurridos, para generar con ellos una reflexión. La intención del equipo es llegar con ellos a soluciones “acordadas que se mantienen en el tiempo, ya que las impuestas tienen corto recorrido en estos casos”, como destaca Mònica Bascompte.
“Se trata de hacer compatible el descanso de los vecinos con la actividad del ocio nocturno. En un primer momento el servicio se centraba en bares, pubs y discotecas. Pero Poco a poco ha incorporado las actividades de los usuarios fuera de los locales, en el espacio público: plazas, playas, ramblas, botellones y reuniones de jóvenes con celebraciones o bien con música”, incide Bascompte, coordinadora de mediación de Portacabot.
“Los conflictos de ruido y por incivismo en determinados momentos, horas de la noche y de la madrugada son habituales. Respecto a las peleas, evitamos que la discusión escale y se acabe con la agresión. En situaciones de violencia, se hace muy difícil gestionar el conflicto con el diálogo, aunque la actuación en estos casos dependerá del análisis de la situación que hagan los propios mediadores”, reconoce Bascompte.
La coordinadora de mediación explica, de entrada, que el servicio genera curiosidad: “En muchas situaciones nunca había aparecido antes este tipo de figura. Por eso las personas muestran curiosidad por el tipo de intervención, pues se trabaja directamente en la calle y en contacto con los locales de ocio nocturno y los usuarios, así como los practicantes del botellón”.
La responsable de Portacabot subraya que la presencia de los facilitadores también “genera satisfacción” cuando hay una queja y la reacción es una intervención, porque por norma general esto “provoca que remitan las conductas negativas y por tanto las consecuencias que afectan a los vecinos”, indica. Al principio, relata la coordinadora, “los responsables y los trabajadores de los locales de ocio nocturno ven en su presencia una voluntad de fiscalización o de control por parte del ayuntamiento que los ha contratado. Pero a raíz de los resultados del trabajo realizado por los mediadores, acaban reconociendo que se trata de unas figuras de gran ayuda para la prevención y gestión de conflictos con sus clientes”, ratifica.
“Nuestro servicio se centra en temas de convivencia y ocio nocturno. Hacemos observaciones de problemáticas que dificultan dicha convivencia y bienestar, intentamos identificar factores de los que emanan o mediante los cuales se intensifican los conflictos, intentamos prevenir escaladas de conflicto, intervenimos desde herramientas de la mediación, hablamos con vecinos y usuarios sobre las cosas que les preocupan y dificultan bienestar general para así poder hacer propuestas de mejora” relata la facilitadora de ocio nocturno, Aisling Bux.
Toda la información que recopilan los mediadores se traspasa al Ayuntamiento de L’Hospitalet mediante informes, que sirven de base para diagnósticos y propuestas para mejorar aspectos que repercutan en la convivencia directa o indirectamente (residuos, infraestructura, opciones de ocio, comportamientos, percepciones o necesidades).
El ve en este servicio una solución, no la única, pero sí una complementaria a las ya existentes, porque ayuda de manera efectiva y potente a través de la intervención pública y la comunicación positiva. Al final, lo gratificante es que los vecinos se benefician de la reducción del ruido y la mejora de su descanso. Y, por lo tanto, aumenta la satisfacción comunitaria.
Una iniciativa premiada por ser el mejor proyecto de mediación
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Portacabot es la empresa que da el servicio de mediación en la segunda ciudad de Cataluña. Empezó su andadura en 2016. La compañía es experta en la gestión de servicios públicos y acumula experiencia previa en otros municipios como Barcelona, Cambrils, Badalona, Castelldefels, Calella, Camprodon, Tossa de Mar o Girona. Actualmente los mediadores de Portacabot están en activo en Barcelona, Sant Cugat y en l’Hospitalet. El servicio de facilitadores de ocio nocturno es una iniciativa diseñada por Xavier Pastor, profesor en resolución de conflictos y mediación de la UdG y de la UOC, que fue premiado en 2019 a nivel estatal como mejor Proyecto Nacional de Mediación. |