Primer sobresalto de la B-25. El cierre de la C-245 deja a los 'despistados' sin acceso a Sant Boi

Las obras de construcción de la autovía B-25 (el ramal que ha de conectar las autopistas A-2/Ronda Litoral y C-32, atravesando Sant Boi) han dado este fin de semana el primer sobresalto de una cierta envergadura a los automovilistas, sobre todo a los despistados. Y es que el cierre de la comarcal C-245 entre el acceso a la ciudad desde la Ronda Litoral en ambos sentidos- y la BV-2002 (donde está la popular y cinematográfica gasolinera del Oasis) pilló el sábado por la noche por sorpresa a más de un conductor que se vio atrapado en unas notables retenciones en los accesos a la ciudad desde Cornellà.

El cierre temporal de la C-245 (y su afectación a las líneas de autobús interurbano que discurren por ella) fue anunciado por el Ayuntamiento de Sant Boi el viernes en sus redes sociales. También se colocaron carteles informativos en las paradas de bus afectadas. Además, mediante la aplicación M7 Citizen Security que se gestiona desde la Policía Local) se informó de las restricciones el mismo día. Exactamente el mensaje explicaba que “con motivo de las obras de la autovía B-25, está previsto realizar un corte total de circulación de ambos sentidos de la C-245 en el tramo comprendido entre la autovía A-2 y la gasolinera Oasis, aproximadamente, desde el sábado 11 de noviembre a las 22:00 h hasta el domingo 12 de noviembre a las 9:00 h”.

Sin embargo, el corte total de la C-245 no estuvo convenientemente señalizado en las dos calzadas de la A-2 para los conductores que desconocían el operativo (y que pretendían acceder al municipio) y que se encontraron atrapados en una larga retención que comenzaba en el lateral de la Ronda Litoral. Sí que estaba bien indicado el corte del ramal de conexión de la BV-2002 con la C-245, desde donde los vehículos eran desviados hacia el centro de la población.

Una hora de desfase

Pero se da la circunstancia de que el mensaje de la app M7 Citizen Security fijaba el inicio del cierre a las 22.00 horas del sábado, pero a las 21.00 ya estaba cerrado. Esta hora de desfase o divergencia pudo hacer que más de un automovilista que sí estaba al corriente del cierre se arriesgara a utilizar este acceso a la ciudad pensado que todavía estaba abierto. Además, entre las 21.00 y las 22.00 el tráfico en este acceso a Sant Boi todavía es moderadamente intenso, si bien es cierto que a partir de las 22.00 horas decae notablemente y es prácticamente insignificante a partir de la medianoche.

Los vehículos que fueron sorprendidos por el cierre de la comarcal –que estuvo regulado por agentes de la policía local en todo momento) fueron desviados hacia la B-20. Los conductores que divisaron desde lejos las retenciones –con el margen suficiente como para anticiparse al atasco y escapar de las caravanas antes de quedar atrapados- optaron bien por continuar por la A-2 en dirección a Martorell y entrar a la ciudad desde Sant Vicenç dels Horts y la rotonda de ‘les ovelletes’ (dando un considerable rodeo) o bien tomando la C-32 en dirección al nudo del Llobregat y accediendo al municipio por la carretera del Prat.

Mínima afectación posible

Fuentes municipales han explicado este lunes que, pese a las retenciones, el “importante” corte de la C-245 se desarrolló “con la mínima afectación posible y sin incidencias”, más allá de las retenciones y molestias “que cabía esperar” dado el carácter estratégico del acceso cerrado. Las mismas fuentes han avanzado que a medida que avancen los trabajos de construcción de la B-25 se repetirán “más cierres” similares (que también serán convenientemente anunciados) pero que “todavía no tienen fecha”.

Otro detalle curioso del cierre de la C-245 de este fin de semana es que el sábado por la noche –cuando se estaba físicamente produciendo– los navegadores (tipo google maps o waze) no informaron de las restricciones (sí lo hicieron de las retenciones). Por el contrario, el domingo por la mañana, cuando la C-245 había recuperado totalmente la normalidad, y también por la noche, los navegadores sí que informaban a los usuarios de que la comarcal estaba cerrada, cuando en realidad volvía a estar abierta.