Castelldefels actúa contra la procesionaria del pino, una plaga tóxica que amenaza sus árboles

Los tratamientos preventivos para el control de la procesionaria del pino en Castelldefels darán comienzo este domingo 19 de noviembre, en horario nocturno desde las 22 h hasta las 6 h.

Del 19 al 21 de noviembre se aplicará el tratamiento en Poal, Bellamar y Montemar; del 20 al 23 de noviembre, en el Baixador, Lluminetes, La Pineda, Granvia Mar, Can Bou y Montemar; del 22 al 24 de noviembre, en Montemar, Muntanyeta, Can Roca, Castell, Centro, Canyars y Can Vinader. En cada zona donde se aplique el tratamiento al arbolado municipal se colocarán carteles.

Aunque los productos empleados durante los tratamientos no suponen un riesgo para la salud, se recomienda mantener las ventanas cerradas, no dejar ropa tendida en los balcones y terrazas y evitar que los animales domésticos accedan a las zonas exteriores de los domicilios.

Una plaga defoliadora y tóxica

El impacto de este lepidóptero en los pinares del país ha llevado a considerar la procesionaria del pino como el más importante insecto defoliador, ya que provoca una considerable caída de las hojas de los árboles. Sus orugas están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, y que pueden causar irritación en oídos, nariz y garganta, así como reacciones alérgicas intensas. La sustancia responsable de esta capacidad urticante es una toxina termolábil llamada Thaumatopina.

Los riesgos de la procesionaria como plaga forestal suelen reducirse a disminuir el crecimiento de los pinos. Si las poblaciones de procesionarias alcanzan niveles muy elevados, son capaces de defoliar los árboles intensamente. En general, las defoliaciones pueden afectar a toda la masa foliar sin llegar a matar al árbol. Sin embargo, se convierten en un peligro si la procesionaria afecta año tras año a los mismos árboles.