La Junta de Gobierno Local de L'Hospitalet ha aprobado un Plan de transición energética que busca alcanzar la neutralidad de emisiones en 2050. El plan consta de 54 acciones concretas para reducir un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030. Se espera disminuir la dependencia energética del exterior y evitar el uso de combustibles fósiles. Las principales fuentes de emisiones son el transporte y el ámbito doméstico. El plan incluye medidas como la eficiencia energética en viviendas, el fomento de energías renovables y la movilidad sostenible.
La Junta de Gobierno Local de L’Hospitalet ha aprobado el Plan de transición energética de la ciudad 2030, según han informado este jueves fuentes municipales. El objetivo del plan a largo plazo es superar el reto de la lograr la neutralidad de las emisiones en el año 2050.
El plan municipal consta de 54 acciones concretas que deberán ejecutarse hasta el año 2030 con la finalidad de disminuir un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero en toda la ciudad respecto a los registros del año 2005.
La actuación confía en que reducirá un total de 431.096 toneladas de CO₂, lo que a la vez disminuirá la dependencia energética del exterior y evitará el empleo de energías basadas en combustibles fósiles. El objetivo es pasar de las 3,1 toneladas de CO₂ emitido por cada habitante que se registró en el 2005 a 1,4 toneladas el 2030, con la vista puesta en alcanzar la plena neutralidad en carbono en 2050 “con un balance limpio de cero emisiones y trabajando por una transición energética justa”, han subrayado las mismas fuentes.
Seguimiento cada dos años
El Plan de transición energética ha sido elaborado de forma conjunta por la Diputación de Barcelona y por los servicios técnicos municipales, que también se encargarán de hacer un seguimiento de la ejecución del plan, que será revisado cada dos años. Los informes del equipo de trabajo indican que las dos principales fuentes de emisiones de gases en la segunda ciudad de Cataluña son el transporte (privado y de mercancías) y el ámbito doméstico, lo que va a requerir una implicación de todos los sectores económicos y de la sociedad civil para desarrollar las acciones necesarias para alcanzar los objetivos.
Las 54 acciones a desarrollar por el plan se enmarcan en ocho esos estratégicos que incluyen ámbitos como la gestión energética municipal, la eficiencia energética en viviendas y servicios, el fomento de las energías renovables, la movilidad sostenible, la reducción de residuos y el incremento de la recogida selectiva, o la disminución del uso de agua potable. El 57% del conjunto de actuaciones ambientales a desarrollar “ya se han iniciado”, 31 están en curso y otras seis, completamente, completadas, lo que supone un ahorro estimado de 226.658 toneladas de CO₂ por año”, según un portavoz municipal.
Eficiencia enérgética y ahorro de agua
Entre las actuaciones más importantes del plan desataca el fomento de la rehabilitación energética del parque de viviendas de la ciudad (un proyecto que empezó a ver la luz hace un año con la apertura de una oficina específica en el barrio de Bellvitge) y la creación de la Oficina de Eficiencia Energética y Sostenibilidad Urbana. Además, se va a renovar con tecnología led toda la red de alumbrado público y semáforos, así como la iluminación de las instalaciones deportivas y de edificios municipales con tecnología led; se va a apostar por la telegestión y la certificación energética de todos los edificios municipales y se van a poner en marcha campañas de sensibilización dirigidas al sector industrial y al comercio local con acciones para mejorar la selectiva de basura orgánica, también en mercados municipales y escuelas públicas.
Otro de los pilares de la planificación va a ser la promoción de energías renovables, que ya ha comenzado con la instalación de placas fotovoltaicas en varios edificios municipales (que va a tener continuidad en once centros escolares) y se continuará bonificando el IBI y el IAE a empresas y particulares que se instalen placas. Y en cuanto al uso responsable del agua, se incrementarán las acciones en pro del ahorro de agua en todas las instalaciones deportivas
Fijación de objetivos
La estrategia para lograr los objetivos fijados será actuar teniendo en cuenta de donde proviene la energía que se utiliza en la ciudad, qué volumen se gasta y a la vez analizando la movilidad local, la gestión de los residuos, cómo se utiliza el agua y su procedencia y, por descontado, el uso que se haga del espacio público y su planificación.
La aprobación del Plan de transición energética de L’Hospitalet supone en un refuerzo de sus políticas medioambientales entre las que destacan el Plan director de educación ambiental, el Plan de movilidad urbana sostenible, el Plan local de adaptación al cambio climático, la Tabla de Emergencia Climática, el Plan de mejora de la calidad del aire, el Plan director del verde urbano, el proyecto LH Escuelas Sostenibles, el Plan director del arbolado, así como la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y el desarrollo de la red de carriles bici así como el aprovechamiento de la energía solar y de las aguas freáticas.
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