Un calamón de Allen vuela, libre, por el espacio natural del Maresme del Remolar-Filipinas después de ser rehabilitado en el Centro de Recuperación de Torreferrussa. Este ave podrá adaptarse a la vida en Remolar-Filipinas, gracias a sus hábitats húmedos y a su diversidad de aves. El cambio en el clima está llevando a cambios drásticos en la presencia de aves en el territorio.
Un calamón de Allen (en catalán, polla blava) se pasea por el Maresme del Remolar-Filipinas desde este martes 6 de febrero. El animal se había encontrado, herido, en Badalona. Tras una exitosa recuperación, el personal rehabilitador y veterinario del Centro de Recuperación de Torreferrussa (Santa Perpètua de Mogoda, Vallès Occidental) ha decidido liberarlo en este espacio natural.
Al acto de liberación del ave han asistido el regidor de Medio Natural, Ramon Espejo, algunos técnicos del Ayuntamiento de Viladecans, personal del Centro de Conservación de Fauna de la Generalitat y ornitólogos, entre otros.
El calamón es una especie que habita en pantanos o en la vegetación flotante de Madagascar y el África subsahariana (excepto el sur de África) y tiene un riesgo mínimo de extinción. "El Remolar-Filipinas tiene un valor especial debido a la extraordinaria diversidad de aves que lo habitan, así como al mosaico de zonas húmedas con estancos y marismas. Esto permite la supervivencia de innumerables especies, incluyendo aves migratorias y peces como el Fartet", ha explicado el regidor Espejo.
Cambios en el hábitat de las especies
Cada vez es más frecuente la llegada de especies adaptadas a latitudes más cálidas a nuestro continente, debido al cambio climático. En Cataluña, este ejemplar ha llegado por segunda vez, y en enero también se encontró por primera vez en los Países Bajos. Por contra, el Espulgabuey, una especie que solía reproducirse en nuestras latitudes, ahora está desplazándose hacia el norte.