La Policía Nacional ha informado de la detención de cinco empleados de una empresa distribuidora de medicamentos, acusados de sustraer benzodiacepinas con el propósito de revenderlas ilegalmente para su consumo mezclado con sustancias estupefacientes. Los arrestados trabajaban en varios almacenes de la empresa distribuidos por el territorio nacional, uno de ellos el municipio de Viladecans.
La benzodiacepina es un medicamento con efectos ansiolíticos sujeto a prescripción médica. Si se mezcla este medicamento con hachís, alcohol o pegamento, se logra potenciar el efecto hipnótico y crear una droga conocida como "karkubi". Esta sustancia presenta graves riesgos para la salud, como alucinaciones y psicopatías. Esta sustancia lleva años elaborándose clandestinamente, pero anteriormente se obtenía el fármaco a pequeña escala en farmacias, mediante el uso de recetas falsificadas. Ahora, con el aumento en el control de la dispensación de este medicamento y la implementación de la receta electrónica, los delincuentes se dirigen directamente a los proveedores y a mayoristas, lo que conlleva una sustracción a mayor escala.
Los detenidos habrían aprovechado, pues, su posición laboral y su conocimiento de las naves de la empresa (en especial, de las áreas no visibles), para robar cajas completas del medicamento. La investigación de los hechos ha acreditado que los detenidos han sustraído 7.000 cajas de este medicamento, logrando acumular más de 400.000 comprimidos.
Denuncia de los hechos e investigación policial
El representante de la empresa distribuidora de medicamentos habría informado a los agentes de la Policía Nacional sobre el desequilibrio en las cantidades de medicamentos en los almacenes. El representante destacó, en especial, la drástica disminuición (que no concordaba con los encargos) del un fármaco sujeto a prescripción médica, del grupo de las benzodiacepinas, que contiene cionazepam. Ante este hecho, el representante de la empresa comunicó a los agentes sus sospechas de que algún empleado podría estar sustrayendo unidades del almacén.
Así, el cuerpo nacional decidió abrir una investigación sobre el caso, en colaboración con la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios. Tras varias gestiones de los agentes policiales, los agentes han logrado interceptar a los empleados de las plataformas de distribuición de la empresa. Los trabajadores sustraían los medicamentos para revenderlos ilegalmente a precios muy elevados.
El modus operandi de los empleados
Los investigados trabajaban en varios almacenes de la empresa farmacéutica, en las naves de Viladecans, Fuenlabrada (Madrid) y Dos Hermanas (Sevilla). Aprovechándose de su posición laboral, los horarios y su conocimiento de las naves, así como de los puntos ciegos, sustraían cajas completas del medicamento que contenían 192 unidades cada una, sumando un total de 5.700 comprimidos.
Una vez los agentes han localizado y detenido a los presuntos autores de los robos, los investigadores han descubierto que los criminales habrían sustraído un total de 7.000 cajas individuales en las distintas naves de la empresa, lo que equivale a más de 400.000 comprimidos robados. Los investigadores han hallado, además, 430 euros en efectivo, probablemente relacionados con el mercado clandestino del fármaco para su uso recreativo.