Los CAP de El Prat han creado grupos de apoyo para familias con hijos que tienen Trastorno de Espectro Autista (TEA). Estos grupos ofrecen orientación y acompañamiento, así como información sobre recursos disponibles y pautas para el bienestar de los hijos con TEA. El objetivo es aliviar la sobrecarga de los cuidadores y prevenir el aislamiento social. Una vez terminen las sesiones previstas, los CAP evaluarán el impacto de estas intervenciones grupales mediante encuestas a los participantes.
El Prat ha creado grupos de trabajo destinados a brindar apoyo y acompañamiento a las familias con hijos que tienen Trastorno de Espectro Autista (TEA) en los Centros de Atención Primaria (CAP).
Esta iniciativa está liderada por la Unidad de Pediatría, de Trabajo Social y de Enfermería de los tres CAP de la ciudad (Disset de Setembre, Pujol i Capsada y Ramona Via). El proyecto ha sido posible gracias a las solicitudes de las familias, que necesitaban recibir apoyo y acompañamiento en una situación desconocida.
El proyecto cuenta con la colaboración de varios profesionales del territorio, y se centra en una atención multidisciplinar. En las reuniones grupales, los familiares expresan sus inquietudes y temores y sus experiencias. Por su parte, los profesionales aportan información acerca de los recursos de los que disponen las familias, y les proporcionan orientación sobre pautas de alimentación, ejercicio físico, técnicas de relajación y juegos adecuados para niños con autismo.
El bienestar familiar es esencial para los niños con TEA
De hecho, varios estudios que evalúan el impacto del TEA en las dinámicas familiares revelan que los cuidadores de estos niños a menudo experimentan más ansiedad, depresión, estrés y tensiones en las relaciones de pareja que los cuidadores de niños con un desarrollo típico o con otros retrasos en el desarrollo. Además, los estudios avalan que es el entorno inmediato del niño el que más influye en su crecimiento y desde donde hay que apoyarle en situaciones difíciles.
Debido a la influencia de los cuidadores sobre el niño, los CAP de El Prat consideran que la clave para una intervención terapéutica exitosa es centrarse en la familia, no solo en el pequeño diagnosticado con TEA. Para contribuir a aliviar la sobrecarga a la que se enfrentan los cuidadores, ha surgido la idea de crear grupos de apoyo con profesionales de la atención primaria para atender a las familias que acaban de recibir un diagnóstico de TEA de su hijo y formarlas en cómo acompañarlo. Estos grupos contribuyen también a prevenir el aislamiento social de las familias, ayudándoles a ampliar su red social, pues el bienestar emocional y social de los padres es esencial.
Evaluación del impacto de los grupos de apoyo
Según los expertos, una vez reciben el diagnóstico de su hijo, las familias atraviesan cuatro fases: shock, negación, depresión y aceptación de la realidad. Existe un largo período de adaptación que suele acarrear consecuencias para todos los miembros del núcleo familiar. Los cuidadores pueden experimentar estrés constante debido a la incertidumbre del diagnóstico, que puede tardar años en definirse, así como a la dificultad severa de comunicarse con el hijo o hija, la sensación de rechazo por parte de otras personas y los problemas de conducta añadidos.
Con esta nueva iniciativa, los CAP de El Prat podrán medir si este tipo de intervención grupal tiene efectos positivos en las familias. Por ello, al inicio de las sesiones, los profesionales de atención primaria hicieron una encuesta a los participantes, que se repetirá en la última sesión para determinar el impacto final. Por ahora, los CAP aseguran que los padres y madres asistentes están satisfechos con el contenido de las sesiones, y se sienten aliviados por el asesoramiento y acompañamiento que están recibiendo.
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