El aceite usado contamina gravemente el agua, pudiendo afectar hasta 40.000 litros por cada litro vertido. Para combatir esto, Viladecans ha instalado 19 contenedores para recoger aceite de cocina, que será transformado en biodiésel. Se distribuirán folletos y embudos para facilitar el reciclaje y evitar derrames.
Todo empieza desde nuestra cocina. Un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta 40.000 litros de agua, lo que equivale al consumo de una persona en todo un año. Así, tan solo un litro puede generar un impacto drástico. Si vertimos aceite usado en el fregadero o en el váter, esta agua contaminada llega a los ríos y a los lagos y causa problemas en las redes de tratamiento del agua. Y es que el aceite usado contiene hasta 5.000 veces más contaminantes que el agua residual del alcantarillado, y puede causar daños costosos de reparar, tanto en los sistemas de saneamiento como en las aguas naturales del territorio.
Para evitarlo, Viladecans ha instalado 19 contenedores específicos para la recogida de aceite de cocina en las calles del municipio. Los ciudadanos pueden depositar en los contenedores botellas o garrafas de hasta cinco litros llenas de aceite de cocina (y solo de cocina) usado, asegurándose de que están bien tapadas y completamente cerradas. Los envases deben ser, necesariamente, de plástico: no puede estar almacenado en botellas de vidrio, ni puede verterse el aceite directamente. Solo se permite introducir aceite empleado en la cocina.
Una vez depositados los restos de aceite, la entidad social Solidança recogerá y transportará para que una empresa especializada pueda tratarlo y transformarlo en biodiésel. De este modo, se reducirá la contaminación de las aguas del municipio y los costes del tratamiento del agua en las depuradoras. El aceite reciclado se convertirá, por lo tanto, en combustible y otros productos industriales, lo que contribuirá a reducir los residuos peligrosos.
Contenedores antivandalismo y antiderrames
Durante los próximos días, el Ayuntamiento de Viladecans distribuirá folletos informativos entre la ciudadanía, y embudos para facilitar el reciclaje y el abocado del aceite en las botellas de plástico. Los contenedores están diseñados para resistir el vandalismo e incluso los robos, y disponen de un sistema de retención de líquidos pensado para evitar los derrames de aceite en las calles si alguna botella no está cerrada correctamente.
Los contenedores están ubicados en puntos estratégicos de la ciudad, y estarán disponibles las 24 horas del día. En el mes de septiembre se añadirá un nuevo contenedor y, además, otros seis en varios equipamientos públicos de la ciudad.
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