Los Mossos d’Esquadra incorporarán dispositivos de control de los tacógrafos de los camiones en la AP-7, donde antes estaban los peajes de Martorell. Mediante el uso de unos aparatos, los agentes podrán determinar a distancia si hay alguna irregularidad en los tacógrafos y, en caso afirmativo, parar a los vehículos sin generar atascos en la carretera.
Estos dispositivos ya se utilizan en algunos países de Europa, pero es la primera vez que se implantan en España. Gracias a estos aparatos, los agentes podrán controlar si el conductor dispone de tarjeta identificativa, si el vehículo tiene la documentación en regla e incluso si el conductor está respetando las horas de descanso reglamentarias.
El sistema también detecta las manipulaciones en el tacógrafo del camión, las emisiones nocivas para el medio ambiente e incluso si el vehículo está excediendo el límite de peso transportado permitido.
Funcionamiento del punto de control digital
En el caso de vulnerar alguna de las normativas, una cámara de seguridad grabará el camión y registrará su matrícula. Más adelante, habrá un panel que pedirá al conductor que detenga el vehículo, y allí habrá un punto de control con efectivos de los Mossos, que inspeccionarán el camión para comprobar que, efectivamente, no cumple la normativa. En ese caso, los agentes podrán denunciar la falta cometida e incluso inmovilizar el vehículo en el punto de control.
Además del peaje de Martorell, esta misma tecnología se instalará, entre finales de este año y principios del próximo, en otros cuatro puntos de control: tres en la AP7, en los peajes de la Jonquera, la Roca del Vallès y Camp de Tarragona; y uno en la C-33, en el antiguo peaje de la Llagosta.