El comité de Trambaix UTE ha convocado huelga los días 9, 10 y 13 de septiembre por la falta de respuesta de la dirección ante problemas que afectan la calidad del servicio y la seguridad. Denuncian un aumento de usuarios sin recursos suficientes, lo que genera estrés y un servicio deficiente.
El comité de empresa de Trambaix UTE ha convocado una huelga en el servicio de Trambaix para el lunes 9, el martes 10 y el viernes 13 de septiembre. Durante esos tres días, habrá parones en el servicio en dos franjas horarias: de 7h a 9h y de 17h a 19h.
El comité ha decidido protestar ante “la continua pasividad de la dirección” ante “una serie de problemas que están afectando a la calidad del servicio y a la seguridad de usuarios y empleados desde hace ya tiempo”, según ha explicado CCOO de Catalunya en un comunicado oficial.
Desde el inicio del servicio de tranvía en el Baix Llobregat, hace ya 20 años, el número de usuarios ha ido aumentando progresivamente: actualmente se suben al tranvía hasta seis veces más pasajeros que en 2004. Los trabajadores de Trambaix han denunciado, a través del comité de empresa, que “este aumento de pasajeros no se ha suplido con una ampliación proporcional de los recursos”: el número de vehículos y conductores no ha variado desde los inicios del servicio (es más, aún hay menos inspectores que antes) ni se ha atendido la creciente demanda con ajustes en los tiempos de parada para el acceso de los pasajeros al tranvía.
Un "servicio deficiente" que afecta a la salud de trabajadores y usuarios
Además, el servicio se está viendo afectado por “un mantenimiento deficiente”, que pone en peligro la seguridad de usuarios y trabajadores. El comité de empresa de Trambaix UTE lleva mucho tiempo reivindicando la necesidad de “herramientas y recursos adecuados”, pero “la dirección ha hecho caso omiso”, según ha revelado CCOO. Esto ha llevado a una “sobrecarga de trabajo” que está desembocando en un aumento “significativo” de las bajas laborales por estrés y ansiedad entre la plantilla.
Según el comité, “los tranvías superan, muchas veces, la capacidad legal de aforo”, lo que repercute en la seguridad y el confort de los viajeros. Esta afluencia que no deja de aumentar “está disparando el número de incidencias”, han denunciado los trabajadores, “y no hay suficientes vigilantes de seguridad para controlar los altercados”. Todos estos problemas están generando “un servicio cada vez más deficiente”.