La posible ampliación del Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona – El Prat lleva varios meses sembrando la controversia en el Baix Llobregat. Uno de los principales ‘rivales’ del proyecto es el Ayuntamiento de Castelldefels, que lleva varios meses denunciando el número de aviones que sobrevuelan el término municipal y pronunciándose en contra de esta ampliación.
Hace unos días el nuevo presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado la reactivación de la mesa Generalitat-Estado para ampliar la infraestructura del aeropuerto. Así, parece que el proyecto terminará viendo la luz próximamente. De nuevo, el alcalde de Castelldefels, Manu Reyes, ha reiterado que el consistorio está “total y absolutamente” en contra de la ampliación. “Tenemos que plantear soluciones vinculadas a los aeropuertos de Girona y Reus”, ha añadido el alcalde.
La ampliación del aeropuerto comportará un incremento del número de operaciones y, por ende, del número de aviones que sobrevuelan Castelldefels. Según el alcalde, “ponen en riesgo la calidad de vida y la salud de los ciudadanos, debido a las emisiones de contaminantes y al ruido”. Así, Reyes ha vuelto a reclamar a las Administraciones competentes que “encuentren soluciones para equilibrar, reducir al máximo (e incluso anular) estos impactos que está generando la ciudadanía de Castelldefels”.
La ampliación debe implicar a las administraciones municipales
A propósito del anuncio de Illa, Manu Reyes ha reprochado al Govern de la Generalitat “que no se haya puesto en contacto con los municipios afectados por la ampliación”. Así, el alcalde ha exigido a Illa que permita al Ayuntamiento de Castelldefels (“como parte afectada”) incorporarse en la mesa de trabajo del proyecto y participar activamente en las futuras decisiones en cuanto a la gestión del aeropuerto. El alcalde ha hecho referencia al sistema de gestión de pistas segregadas, “fruto de la aportación e implicación de Castelldefels”, que ha demostrado ser “la fórmula menos dañina”.
En conclusión, el alcalde considera que la “única solución adecuada” a la situación es “que se reduzcan el número de aviones que sobrevuelan Castelldefels”. Si todas las administraciones implicadas en el Aeropuerto (municipales, autonómicas y estatales) llegan a un “marco de diálogo y consenso común”, se podría llegar a “conseguir el mejor aeropuerto posible por el territorio y sus habitantes haciendo frente a todos los retos”.