Este miércoles 2 de octubre, El Prat ha inaugurado ‘Barnahus’, una casa que ofrece una atención integral a niños víctimas de violencia sexual En un mismo techo, profesionales de varios departamentos se coordinan para trabajar de manera personalizada cada caso en un entorno cómodo y amigable para los niños, lejos de comisarías y hospitales. Así, los niños y adolescentes que hayan sufrido estas situaciones traumáticas podrán tener un lugar en el que sentirse ‘como en casa’, protegidos, y recibir un tratamiento y seguimiento adecuado a sus circunstancias. Esta nueva casa, la 14.ª que se ha impulsado en Cataluña, dará servicio a toda la comarca del Baix Llobregat y al municipio de L’Hospitalet.
La consejera de Derechos Sociales e Inclusión, Mònica Martínez Bravo, y el consejero de Justicia y Calidad Democrática, Ramon Espadaler, han inaugurado la casa en un acto oficial al que han asistido también el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler, la secretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud, Teresa Llorens, y otros representantes de las fuerzas políticas de la ciudad.
Durante la inauguración, han recorrido las instalaciones de ‘Barnahus’ y han conocido a todo su equipo profesional, que incluye a una coordinadora, dos trabajadoras sociales y dos psicólogas, además del personal administrativo. En caso de necesidad, también acudirá a este nuevo ‘refugio’ pediatras, psicólogos y psiquiatras del Departamento de Salud, profesionales de atención a la víctima del Departamento de Justicia, agentes de los Mossos d’Esquadra o personal del equipo técnico penal. “Hablamos a menudo de poner a la víctima en el centro del tratamiento”, ha afirmado el consejero Ramon Espadaler, “pero es en espacios como este en los que este deseo cobra sentido, y no es simplemente un recurso vacío de los políticos”.
Un sistema de grabación para una prueba preconstituida
La unidad cuenta con varias salas de espera, separadas y equipadas con juguetes y material de entretenimiento (revistas, libros, etc.), adaptadas al rango de edad de los niños y adolescentes. También tiene espacio de trabajo para los profesionales, salas de atención a las familias y a las víctimas, una sala de exploración médica, una cocina y una sala equipada para realizar una entrevista forense.
De hecho, ‘Barnahus’ cuenta con un circuito cerrado de televisión para grabar el testimonio del niño o adolescente, esencial para crear una prueba preconstituida. Este sistema de grabación permite que la víctima no tenga que declarar más de una vez ante distintas personas, ya que nunca resulta una experiencia agradable. Sobre este circuito, Mònica Martínez ha señalado la contribución de las nuevas tecnologías, que han permitido “incorporar nuevas oportunidades”.
'Barnahus', activo desde 2020
“Cuando nos propusieron abrir una casa ‘Barnahus’ en El Prat, no lo dudamos”, ha explicado el alcalde, Lluís Mijoler, “enseguida nos pusimos a trabajar para encontrarle un sitio y hacerlo realidad”. El alcalde ha asegurado que la ciudad está dispuesta a combatir la violencia contra los niños a partir de proyectos como este, que espera que “sirva de referente para otras administraciones”.
‘Barnahus’ es un proyecto multidisciplinario de la Generalitat, a través del Departamento de Derechos Sociales e Inclusión -mediante la Dirección General de la Atención a la Infancia y la Adolescencia-, en coordinación con Salud, Educación, Interior, Justicia e Igualdad y Feminismo, además de la Fiscalía y la Judicatura. El proyecto se estrenó en el año 2020, con una prueba piloto en Tarragona, y desde entonces se ha ido extendiendo por las provincias de Cataluña. El centro se ha creado como un espacio que proporciona seguridad y confianza a las víctimas, donde puedan recibir atención a tiempo completo. El modelo integral permite que los niños, adolescentes y familias no tengan que recurrir a las diferentes instancias que intervienen en estos procesos (comisaría, juzgado, centro médico, servicio de infancia): todo lo tienen en un mismo lugar. Las víctimas cuentan con un servicio coordinado de dos profesionales (normalmente un psicólogo y un trabajador social), que se encargan de atenderles durante su proceso de recuperación.