Este jueves 24 de octubre, el Ayuntamiento de Esplugues ha comenzado los trámites para adquirir la finca del Monasterio de Santa Maria de Montsió y la masia modernista de Can Casanovas. Esta finca tiene una superficie total de 10.154 metros cuadrados (aproximadamente como una isla del Eixample de Barcelona) y está situada en el núcleo antiguo del municipio, en la calle Església (n.º 70-96).
Para poder hacer efectiva la adquisición, este jueves el Ayuntamiento ha firmado un protocolo con las comunidades dominicas propietarias de la finca, el Monasterio Nostra Senyora dels Àngels i Santa Clara (Manresa) y el Monasterio de Sant Domènec de Guzmán (Sant Cugat del Vallès). Las representantes de las comunidades religiosas, cuya firma reluce en el acuerdo, son Sor Lucía Caram y Sor María de Carmen Horrillo. Durante la firma, Sor Horrillo ha agradecido la voluntad del Ayuntamiento por “preservar un monasterio con seis siglos de existencia”, algo que será posible “gracias a este acuerdo”. “Es un día de luz, alegría y paz”, ha expresado. Sor Caram, por su parte, ha expresado su deseo de “que la ciudadanía pueda disfrutar del monasterio y que tenga las puertas siempre abiertas para la vida social y cultural de la ciudad”.
Con el visto bueno de las comunidades religiosas, el próximo paso es aprobar una modificación de crédito en el próximo Pleno ordinario del miércoles 30 de octubre, que permitirá cubrir una parte de la compra del terreno. En total, el consistorio prevé una inversión de 7 millones de euros para poder adquirir la finca (3,5 millones se cubrirían con la modificación del crédito pendiente de aprobación). Si se aprueba, el Ayuntamiento comenzará el procedimiento administrativo definitivo, con la correspondiente solicitud de un informe favorable a la Administración Local de la Generalitat. Una vez terminados estos trámites, la finca y los emblemáticos edificios pasarán definitivamente a ser propiedad municipal.
Compromiso por restaurar el patrimonio histórico de Esplugues
Según ha explicado durante la firma del acuerdo el alcalde de Esplugues, Eduard Sanz, el Ayuntamiento ha decidido adquirir este terreno para “asegurar la protección y preservación del patrimonio histórico y artístico de la ciudad”. Los dos edificios que se integran en la finca, el Monasterio y la masia, “son elementos de gran valor, que han forjado la identidad de Esplugues”, ha añadido el alcalde, “por lo que estamos garantizando su conservación para las generaciones venideras con esta compra”. Sobre ello, Sanz ha matizado que el Ayuntamiento “recuperará estos espacios de valor para hacerlos accesibles y útiles a la ciudadanía de Esplugues, siempre respetando su valía histórica y cultural”.
Otro de los objetivos que se ha planteado el consistorio con esta adquisición es “integrar el patrimonio arquitectónico con el pulmón verde que es el Parc dels Torrents”, que está a tocar de la finca. Así, una vez “rehabilitados los edificios históricos”, se podrá “crear un entorno abierto a todos los vecinos en el corazón de Esplugues”, al unir el valor patrimonial de la finca con la naturaleza del parque. “Esta conexión entre historia y naturaleza contribuirá a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, ha asegurado el alcalde, “y podremos seguir construyendo una ciudad más cohesionada y sostenible”.
Una finca con siglos de historia
La finca que adquirirá el Ayuntamiento incluye, pues, dos edificios catalogados y protegidos como Bienes Culturales de Interés Local: el Monasterio de Santa Maria de Montsió y la masía de Can Casanovas (antiguamente conocida como Mas Colomer). Además, la finca incluye otras construcciones que, aunque tienen menor relevancia histórica, también contribuyen a crear un sólido patrimonio local: la Rectoria, la Masoveria, varias dependencias anexas a la masia, que se erigieron en la esquina de la calle Església con el pasaje del Baix Lloc.
El Monasterio guarda varios siglos de historia, una historia de mudanzas y cambios, que se remonta al siglo XIV. El edificio está compuesto por un claustro gótico del mismo siglo XIV, una iglesia desacralizada y unas dependencias en las que han residido las monjas dominicas hasta el año 2022. Inicialmente, este monasterio estaba ubicado en la calle Montsió de Barcelona (que le da nombre), pero ha ido mudándose obligado por acontecimientos históricos, como la invasión napoleónica, la desamortización de Mendizábal y la Revolución de 1868. Su enclave definitivo no llegó hasta 1947, año en el que el claustro se trasladó, piedra por piedra, hasta Esplugues. El monasterio se integra en la masía de Can Casanovas, que data del siglo XV. Sin embargo, su diseño actual es fruto de la remodelación del arquitecto modernista Antoni Maria Gallissà, entre 1902 y 1903, encargada por el industrial Josep Pujol y Bausis. El edificio tiene su propio jardín (que, con la compra, servirá para ampliar la zona verde pública de Esplugues) y una balsa de agua para su riego.
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