La 78 edición de la Fira de la Puríssima de Sant Boi, que se celebrará entre los próximos días 6 y 8 de diciembre, se va a convertir en la que va a contar con mayor presencia del comercio local, con 43 establecimientos. “Es un récord”, ha confirmado este martes en la presentación oficial del evento Elisabet Latorre, teniente de alcalde de Desenvolupament Econòmic de la ciudad. La feria, heredera del tradicional certamen agrícola de hace un siglo, llega más potente que nunca con 500 expositores (20 más que en 2023), 52.000 m2 de recinto ferial y 4,1 kilómetros de recorrido.
La alcaldesa de Sant Boi, y presidente de la Diputació de Barcelona, Lluïsa Moret, ha definido a la “consolidada” feria local como “un referente de país que ha sabido reinventarse -con una mayor oferta acorde con las nuevas prioridades de la ciudadanía- pero manteniendo vivas sus raíces agrarias”. La Fira de la Puríssima espera, como mínimo, repetir este próximo puente de la Constitución los buenos resultados del año pasado: más de 200.000 visitantes (el 40% foráneos) y un impacto económico global de 12 millones de euros, en base a un gasto medio por persona.
Intereses diferentes
El certamen samboyano es especial porque no se concentra en un único recinto ferial sino que “cruza la ciudad de punta a punta” y que tiene como objetivo “de dar respuesta a los diferentes intereses de la ciudadanía, que cada uno encuentre su rincón en función de sus intereses”, ha destacado Moret.
Y es que la Fira de la Puríssima teien de todo; espacios gastronómicos (food tracks incluidos), para familias, 500 expositores de comercios y entidades, productos agrícolas locales, una carpa institucional en la que se recreará el proyecto de renaturalización de la ciudad Sant Boi Respira Més Verd (SBR+V), puestos navideños, atracciones, actividades culturales, exposiciones y conciertos.
Gastronomía para familias
Una de las novedades de este año será el mercadal gastronómico de la plaza de la Agricultura (complementario al de la plaza de l’Església) pensado para un público familiar y la apuesta por atraer a los jóvenes al recinto ferial. “Queremos que la Fira sea también un espacio para los jóvenes, de 16 a 20 años. Tenemos un público muy fiel, pero queremos rejuvenecerlo. Queremos que las nuevas generaciones vivan la Fira de la Puríssima como algo próximo, que la hagan propia y les resulte atractiva”, ha subrayado la alcaldesa.