75 alumnos de Viladecans participaron en el programa REDICAT, trasladando colmenas urbanas a un entorno rural en Solsonès. Aprendieron sobre la polinización y producción de miel, fomentando el compromiso ambiental. La experiencia fortaleció el vínculo entre entornos urbanos y rurales, promoviendo la conciencia ecológica desde la infancia.
75 alumnos de dos centros educativos de Viladecans han colaborado en el programa REDICAT para la protección de las abejas, participando en el traslado de las colmenas desde zonas urbanas (que no son adecuadas para estos insectos) hasta espacios rurales del Solsonès. Gracias a este traslado, las abejas de Viladecans podrán continuar con sus tareas de polinización y de producción de miel, tranquilamente, en un entorno mucho más beneficioso y seguro para ellas.
Este lunes 25 de noviembre, los alumnos de Viladecans —50 de la Escola Àngela Roca y 25 de la Escola Miquel Martí i Pol— se han ido de ‘excursión’ hasta Riner (Solsonès), con dos colmenas en el equipaje, para buscarles un nuevo hogar a las 40.000 abejas que se han mudado de Viladecans para hacer vida en el campo.
Antes de llevarlas de mudanza, los niños han ‘apadrinado’ estas colmenas, para hacer un seguimiento del bienestar de sus abejas y aprender sobre el proceso de elaboración de miel. Este detalle, además de ser ampliamente educativo, contribuye a que los niños se comprometan firmemente con el cuidado del medioambiente, gracias a su pequeño vínculo emocional con las abejas.
Una excursión sostenible en el Solsonès
Nada más llegar a Riner, 14 estudiantes de la escuela local, la Escola de Freixinet, han recibido a los alumnos de Viladecans, para hacer actividades conjuntas. Los niños han visitado el espacio Apiària, dedicado a la divulgación sobre la importancia de las abejas, y han sacado su lado más artístico y sostenible en los talleres de fabricación de velas y de construcción de hoteles de insectos. Además, han podido disfrutar de una verdadera cata de miel, para darle un toque todavía más dulce a la jornada.
“Esta experiencia ha permitido que niños de entornos urbanos y rurales compartan conocimientos y desarrollen un compromiso colectivo con la naturaleza”, ha explicado Encarne García, teniente de alcaldía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Viladecans. “Es fundamental que nuestros niños comprendan la interdependencia entre ambos entornos”, ha proseguido, “y que sean conscientes de que el vínculo entre ambos es clave para afrontar los retos del cambio climático”.
Vínculo entre el mundo rural y el urbano
Así pues, además de garantizar el bienestar de las abejas, el proyecto REDICAT ha nacido como una herramienta para fortalecer el vínculo entre los entornos urbanos y los rurales, y a comprometer a las nuevas generaciones con el cuidado del medioambiente a través de actividades educativas e innovadoras. Para Encarne García, este proyecto es de suma importancia para la ciudad, “porque ha permitido conectar a una ciudad de 67.000 habitantes con un pueblo rural más pequeño”, con una actividad conjunta que ha ayudado a “fomentar el diálogo cultural” entre el mundo urbano y el rural, además de “crear conciencia ambiental ya desde la infancia”.
De hecho, Viladecans es una ciudad pionera en la defensa de las abejas, con su proyecto ‘Bee Happy’, que impulsa el Ayuntamiento en la ciudad desde 2014. Así, con su participación en el programa REDICAT, el Ayuntamiento ha visto una oportunidad para llevar más allá su compromiso con estos insectos, y ampliar todavía más su impacto en la protección de la biodiversidad, la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.
El programa ‘Bee Happy’
‘Bee Happy’ busca cuidar de las abejas de la ciudad, con el mantenimiento de las colmenas de la ciudad y la creación de la Casa de les Abelles en el parque del Mas Ratés, que acoge una amplia programación de actividades de sensibilización (como la 'Festa de la Mel') y una exposición constante sobre la vida de las abejas.