La Liga para la Defensa del Patrimonio Natural DEPANA, entidad ecologista sin ánimo de lucro, ha unido fuerzas con ZerØport, la plataforma para el decrecimiento del puerto y aeropuerto de Barcelona, para instar a la Fiscalía de Barcelona a abrir una investigación sobre una zona cercana al río Llobregat por una posible contaminación de cromitas. Las entidades alertaron de la situación a la Fiscalía el pasado 18 de marzo, alegando que podría tratarse de un delito penal contra el medio ambiente.
Con el visto bueno de la Fiscalía, los Mossos d’Esquadra han estado tomando muestras del suelo del terreno para analizar esta posible contaminación. Los resultados de este estudio han confirmado recientemente que en este espacio natural, comprendido entre los puentes de Mercabarna y de Nelson Mandela, hay una elevada presencia de cromitas, un material residual contaminante y cancerígeno que puede propagarse por el aire.
Según las denuncias de DEPANA y ZerØport, este material proviene de las obras para la creación de nuevos accesos varios y ferroviarios al Port de Barcelona, cuyo trazado pasa por esta misma zona. A raíz de los resultados del análisis, el Ayuntamiento de Barcelona ha cerrado el terreno al público de manera preventiva, colocando bloques de hormigón para vallar el paso y con las correspondientes señales alertando a la ciudadanía de los agentes contaminantes.
Las exigencias de DEPANA y ZerØport
Además, las obras de los accesos al Port de Barcelona se han paralizado indefinidamente: no podrán continuar hasta que esta zona esté completamente descontaminada. Con los resultados del análisis de los Mossos como premisa, las entidades han instado a ADIF (ejecutora de las obras) y al Ayuntamiento de Barcelona a “analizar el alcance de contaminación de las obras y determinar las sucesivas medidas de descontaminación del terreno” para poder reanudar los trabajos.
Según han denunciado DEPANA y ZerØport, el trazado de estas obras “transcurre por unos terrenos en la que la fábrica PESA, abocó de manera ilegal varios minerales tóxicos” (entre ellos, cromita), un delito por el que ya ha sido “condenada penalmente”. A raíz de esta problemática, hace un tiempo DEPANA comunicó a los Ayuntamientos de El Prat y Barcelona sobre la contaminación de cromitas en la zona, así como a la Generalitat y al Ministerio de Medio Ambiente. Con esta advertencia, la entidad solicitó que “se revisara el proyecto de construcción de estos accesos” y “se llevara a cabo una investigación y un tratamiento de las cromitas”. Sin embargo, las administraciones descartaron esas medidas en su momento.